Valgan estas primeras fotografías para que nos hagamos un idea del dónde viajamos hoy. Créanme cuando les digo que es algo diferente, distinto al resto de los alojamientos en los que he estado de Portugal. La historia del lugar y el presente, con todas las explotaciones (agrícolas y ganaderas) en pleno funcionamiento, le dan un toque ciertamente singular.
Pues bien, nuestro destino se llama Herdade da Barrosinha y se encuentra en la localidad portuguesa de Alcácer do Sal. Una ciudad, dicho sea de paso, que merece un pausada y tranquila visita. Importante en épocas del imperio romano (uno de los mayores puertos fluviales de la península ibérica gracias al río Sado) y en tiempos musulmanes, aún perduran huellas de su glorioso pasado debido, en parte, a la riqueza de estas tierras y la posición estratégica donde se sitúa.
Más de dos mil hectáreas, reitero lo de dos mil hectáreas, conforman esta fabulosa finca agrícola donde de sitúa este precioso alojamiento de cuatro estrellas. Actividades ganaderas (vacuno, porcino, bovino, etc.) y cinegéticas, "montados", cultivos de arroz, viñedos, bodega, interminables bosques de pinos, etc., son parte de la riqueza de esta heredad que tiene, como aliciente más emblemático, un hotel que se ha inaugurado en el 2019 tras una formidable labor de rehabilitación de una de las fábricas de este gran complejo ganadero/agrícola.
Sus actuales 37 habitaciones (dos de ellas suites y algunas preparadas para personas con movilidad reducida), junto a seis de casas/apartamentos (de una y dos habitaciones) conforman parte de la propuesta hotelera de Herdade da Barrosinha.
El 28 de julio de 2021 estuve hablando, en programa de radio "A todo Sábado" de Cope Sierra Norte de Sevilla, dirigido por el periodista Emi Caro, sobre este hotel y todo lo que supone (es también una importante fuente de riqueza y de creación de empleo). Más de 12 minutos dedicados, en exclusiva, a un alojamiento sin igual.
Os dejo el enlace:
https://www.ivoox.com/en-cope-sn-viajamos-al-hotel-herdade-da-audios-mp3_rf_73403079_1.html
En mi opinión, sería aconsejable, que según observáis las instantáneas colgadas, vayáis escuchando el audio de radio. Es, así lo creo, la mejor manera de haceros una idea -lo más aproximada posible- de lo que os depara este cuatro estrellas que es, desde luego, mucho más que un hotel.
Por cierto (no deseo dejar de mencionarlo) es uno de los alojamientos con mejor relación calidad/precio que podáis encontrar en el entorno.
Entre estas paredes todo se cuida al milímetro. Cualquier detalle es importante. Magníficos amenities de gran calidad, amplias habitaciones, extraordinaria piscina, muchas zonas comunes, grandes espacios para pasear y disfrutar de la naturaleza, originales decoraciones con fotografías y máquinas que recuerdan el pasado y el presente de la finca, etc. etc.
Medidas de seguridad sanitaria
Sí quiero recalcar, por lo importante que es en estos tiempos de pandemia, que se cumplen estrictamente todas las medidas de seguridad sanitaria para que el huésped y el comensal se sientan cómodos y tranquilos. Un completo kit de desinfección con guantes, mascarillas y gel hidroalcohólico está a disposición del cada huésped en su habitación
Sus vinos
Para los amantes de los vinos, la recomendación es obvia: no te pierdas un recorrido por la bodega. Y si es acompañado de las explicaciones de su enóloga Sara Carapinha, mucho mejor.
Como curiosidad, no dejes de interesarte por unas "ánforas argelinas de fermentación" que hay en la bodega. Ellos te lo explicarán.
Podrás disfrutar de una cata final con diversas referencias que allí elaboran (blancos, tintos y rosados).
Debo reconocer mi predilección por un magnífico moscatel elaborado en esta "casa" que probé varias veces. La ocasión lo merecía. Además, para acabar con los postres es toda una delicia.
Destaco, por situarse en un bonito edificio aparte, que hay coqueta tienda ("loja") donde puedes conocer todos estos vinos y, si lo deseas, comprar alguno de ellos.
Magnífica comida
Tres extraordinarias opciones, todas muy apetecibles (un restaurante de altos vuelos, una comida junto a la piscina con aires más informales o disfrutar de una taberna con elaboraciones típicas de la tierra), están a disposición del comensal.
El trabajo y la dedicación de su joven cocinera jefe, Diana Pólvora, le dan, desde luego, una gran proyección de futuro a estas propuestas gastronómicas.
Un consejo final
En recepción pueden informarte de varias posibilidades para conocer esta gran finca. A caballo, en coche de caballos o en todo terreno.
Existe la posibilidad de recorrer, en un clásico UMM, parte de esta gran heredad. Ver los campos de viñedos, los arrozales (esta zona de Portugal es una de las de mayor producción de este cereal), los pinares y las dehesas en este clásico coche de fabricación portuguesa es toda una experiencia
Si eres de los que disfrutas del campo y de la fotografía esta opción es francamente recomendable.
Si me preguntaran por alguna frase que aglutinara cuanto he vivido estos días en Herdade da Barrosinha, creo que lo tendría claro: "Sobrepasa las expectativas, con creces".
Web: www.herdadedabarrosinha.pt
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