viernes, 1 de diciembre de 2023

“Palácio da Anunciada”, dormir en Lisboa envuelto de historia


    La majestuosidad de un palacio del siglo XVI aún viva. Un precioso jardín bajo la solemne presencia de un centenario drago. Esplendor de antaño (inicialmente convento y, con posterioridad, hogar de importantes familias aristocráticas) y esplendor a día de hoy. El renacer de un edificio, ahora convertido en un hotel de lujo, cuya memoria permanece presente en cada rincón y en cada estancia. Un lugar, para los que amamos la historia de Portugal, que nos retrotrae a otros tiempos y evoca a insignes personajes que fueron decisivos en el pasado de este país.



    En Lisboa, en el corazón de esta capital, junto a la céntrica plaza de los Restauradores y a la transitada avenida de la Libertad. Aquí encontramos este icónico hotel del que, por muchos párrafos que se escriban, siempre quedará mucho (y muy bueno) de lo que hablar. Su nombre: The One. "Palácio da Anunciada”.



    ¿Cenar en un antiguo salón de baile rodeado de grandes espejos? ¿Quedarse fascinado al apreciar la grandiosidad del lobby que parece, desde el principio, anunciarnos el envidiable entorno donde vamos a dormir? ¿Tener sobre nuestras cabezas espectaculares techos barrocos ricamente decorados? ¿Subir lentamente, mientras disfrutamos de lo que nos rodea, por una escalera palaciega sin igual?




    Esto no es fruto de la imaginación de quien les escribe. Es la fascinante realidad de un cinco estrellas donde el huésped tiene la sensación de estar abrigado, mire donde mire, por parte de la historia de Portugal.



    La palabra privilegio es perfectamente aplicable a la sensación que experimenta quien pernocta o come entre estos muros que parecen revivir, como Ave Fénix, a estos nuevos cometidos.



    Esa gran labor de adaptación de un edificio de estas características a un hotel que, en estos momentos, es ya referencia del lujo en la capital portuguesa fue el resultado de una gran inversión y del arduo trabajo de rehabilitación de cuantos participaron, durante años, en este magnífico proyecto. A la vista están los extraordinarios resultados. Elegancia, glamour, historia y excelencia en partes iguales.



    El grupo hotelero español H10, a través de su marca de alta gama The One, quiso dar nueva vida a este palacio que, a causa del devastador terremoto de Lisboa de 1755, quedó terriblemente dañado. Poco a poco, el paso por diferentes propiedades y la desidia de algunos de sus dueños a lo largo de los siglos, fue lastrando al edificio a un lamentable estado de conservación.



    No hay duda que una inversión de tal importancia -con el fin de inaugurar un hotel con estas prestaciones- exigía que cualquier detalle, por pequeño o insignificante que pareciera, debía estar previsto y adaptado a los gustos y exigencias contemporáneos.



    Así fue. Su impecable oferta gastronómica (comandada -junto a un wine bar y su excelente desayuno- por el muy recomendable restaurante Condes de Ericeira al mando del chef Tiago Valente), la profesionalidad del servicio, las modernas instalaciones, su aconsejable spa (con el sugerente nombre de Despacio), la piscina exterior, su coqueto jardín, la amplitud y elegancia de sus habitaciones (un total de ochenta y dos), la calidad de los amenities, los detalles de bienvenida, la estudiada decoración de todas las estancias, etc. etc., le imprimen una personalidad diferenciadora. Un cinco estrellas, a día de hoy y tras pocos años desde su inauguración, emblemático en Lisboa.




    Una preciosa seña de identidad de estas habitaciones son los platos de cerámica (verdaderas obras de arte) que se encuentran sobre los cabeceros de las camas. 




    Como comenté, la apuesta por el buen comer de "The One Palácio da Anuncida" tiene como bandera a su aconsejable restaurante. Nada mejor que plasmar esa experiencia con algunas instantáneas de sus diferentes "momentos".











    Un novedoso cinco estrellas que afianza y engrandece, aún más, la magnífica oferta hotelera lisboeta. Un lugar privilegiado para el descanso de cuerpo y mente.




    Diría que es un hotel de agradables sensaciones, de las que emocionan. Más aún, cuando nos explican que fue morada de ilustres apellidos y linajes portugueses: Saldanha, Condes de Ericeira o Rio Maior.



    Un hotel, creador de detalles, que consigue una envidiable y sugerente mixtura, digna de ser conocida, entre el pasado señorial de esta casa aristocrática y la magnífica decoración de sus interiores, con guiños minimalistas y contemporáneos.




    No quiero acabar estas líneas sin hacer mención a su apuesta cultural representada, entre otros aspectos, por la sala de exposiciones en las que obras de arte (pinturas, esculturas, …) engalanan diferentes espacios del palacio.



    En definitiva, un sueño hecho realidad. Una acertada apuesta por el lujo y el confort que convive con la historia de un palacio sin igual



    Web: www.h10hotels.com 





    Finalizo indicando que estos párrafos se publicaron en la web del diario español LA RAZÓN el 29 de noviembre de 2023.

https://www.larazon.es/viajes/palacio-anunciada-dormir-lisboa-envuelto-historia_20231129656613171b48c3000132b866.html  






jueves, 30 de noviembre de 2023

"O Jardim Sr. Lisboa", salir con un buen sabor de boca


    Cuando en castellano utilizamos la expresión "salir con un buen sabor de boca", hacemos referencia a que algo o alguien nos dejó un buen recuerdo, que nos causó una buena impresión. Uno o varios detalles que hacen que ese momento perdure durante un tiempo en nuestro recuerdo. 

    Parece acertado, pues, titular estos párrafos así porque mi impresión, tras comer en este restaurante lisboeta hace pocos días, situado en la zona de San Bento, frente a la Asamblea de la República, se resume perfectamente con este titular. 



   Ha sido una gratísima experiencia disfrutar del buen hacer de estas cocinas en un local con mucho color, luz y una decoración que no deja indiferente al comensal. Diría que hay mucha imaginación entre estas paredes




  Una llamativa decoración que también se extiende al techo, obligándonos a echar un vistazo por encima de nuestras cabezas. 



    Además, algo ciertamente importante, cuenta con una amplia y coqueta terraza para comer fuera, al aire libre, los días que el tiempo acompañe



    Un impecable servicio, una cuidada puesta en escena (con una agradable música ambiental de fondo, separación adecuada de mesas, buena cubertería y vajilla, etc.), grandes ventanales hacia el palacio de la asamblea legislativa y bonitos detalles decorativos, son parte de los argumentos para decidirnos por O Jardim Sr. Lisboa. 



    Un detalle, en mi opinión, importante: cocina a la vista. Podemos ver cómo preparan los platos o cómo elaboran los cócteles cerca de nosotros. Siempre este tipo de pormenores son síntoma de valentía, finura y limpieza. 



   Un local con una filosofía cercana a las tapas españolas, pero con la personalidad portuguesa. "Petiscos" de autor, audaces, novedosos e ideales para compartir acompañados de una buena selección de vinos. 



    Curiosas y atrevidas, en ocasiones, mezclas que sorprenden al paladar. Estoy pensando, en estos momentos, en una formidable "mantega de miso" como aperitivo.




    Una amplia "ementa" (carta) con sugerentes nombres como "sabe a pato", "dama e vagabundo", "do café lá da casa", "até ao osso", "esta flor nào se cheira, frita-se", "un pepino por dia", "vais a comer o vais a gostar", "chora, agora", "é chocolate, Sr.! É chocolate" etc. nos anuncian que en este restaurante la imaginación es un arma muy valiosa en la cocina




    Por citar alguno de sus platos, "dama e vagabundo" (arriba fotografiado) es una combinación excelsa de unos espaguetis, en su perfecto punto de cocción, con una salsa de mantequilla blanca y, cubriéndolo todo, una abundante cantidad de caviar de algas. 




     El nombre de este plato es un claro homenaje a la famosa escena de la película de Disney de 1955 en la que los dos perritos (Reina y Golfo), comiendo espaguetis en una cena romántica junto a la tenue luz de una vela, se dan un inesperado beso al aproximarse sus bocas. 


    Ese toque de osadía y arrojo en la cocina, esa dosis de creatividad y esas gotas de inventiva son muy de agradecer porque, escoltada por una materia prima de primera calidad y un atrayente emplatado, descubriremos elaboraciones que desde el principio entran por los ojos. 

  Si a todo esto le unimos un buen sabor, una excelente técnica y originales presentaciones, parece claro que hemos acertado en el restaurante. Hay mucha personalidad y carácter en estos detallistas fogones



   Hacía tiempo que no disfrutaba tanto dejándome sorprender, ensimismado al ver esa formidable secuencia de platos en la que todos me decían algo bueno. 



  Un pequeño festín gastronómico muy aconsejable, en un restaurante cómodo para el cliente, donde la relación calidad/precio es muy competitiva

  No quiero olvidar mencionar que existe un menú diario a un importe francamente barato.

    Los vinos también merecen un apartado especial. Variedad y calidad en una  carta de vinos (que curiosamente llaman "veneno") muy a tono con el lugar donde nos encontramos. 







    El resumen es claro y previsible. Me gustó mucho; lo disfruté. Desde luego, espero volver



    En muchas ocasiones, lugares no tan conocidos o famosos por el gran público, al conocerlos, suponen una agradable sorpresa gastronómica. 

    Fácil entender, tras lo escrito, por qué salí de O Jardim Sr. Lisboa "con tan buen sabor de boca".



    Valgan estas fotografías, colgadas a lo largo de este post, como el mejor aderezo a estos párrafos con el ánimo de que el lector conozca este magnífico y muy recomendable restaurante.