miércoles, 9 de julio de 2025

La excelencia en Budapest se llama Párisi Udvar Hotel


    Budapest está de moda. El incremento de turistas que ha experimentado en los últimos años es muestra clara de ello.



   Los reclamos turísticos (históricos, urbanísticos, culturales, gastronómicos, etc.) son incontables, convirtiéndose la capital de Hungría en un gran foco de atracción de viajeros procedentes de diferentes partes del mundo y, a la vez, la mayor puerta de entrada al país.



   

     Este relevante aumento de visitantes ha generado la inauguración en los últimos años de numerosos hoteles, muchos de ellos de altísima calidad.



    Entre ellos, descubrimos uno con personalidad propia, y muy diferente al resto, que impresiona al huésped nada más entrar, sabedor de encontrase en un alojamiento singular e inédito hasta su apertura por su originalidad. Un privilegio pernoctar entre esas paredes que rezuman historia, singularidad, elegancia y distinción.



    Su nombre es Párisi Udvar. Un cinco estrellas, con ciertos aires palaciegos, ubicado en el centro de la ciudad (parte de Pest) y muy cerca del Danubio.



    No cabe duda que estamos en el alojamiento ideal para ofrecer una experiencia memorable. Un reclamo más dentro de los muchos que atesora Budapest.



    Párisi Udvar se sitúa dentro de un edifico histórico, que fuera una icónica galería comercial iluminada con la luz natural que se colaba a través de su impresionante cúpula y techos de cristal.



    Y es que todo nos anuncia que no es un hotel cualquiera, ofreciendo experiencias que van más allá del simple hecho de pernoctar en un lujoso cinco estrellas.



    Después de una gran remodelación, y tras sobreponerse a años de abandono, este edificio (construido en 1817 con una fachada recubierta con miles de piezas de cerámica) ha pasado a ser un fastuoso hotel, referencia en la ciudad, perteneciente al prestigioso grupo Hyatt.



     No olviden pues este nombre: Párisi Udvar Hotel Budapest.



    Hay mucho de simbolismo en él y de viaje a tiempos pasados. No debe extrañar, argumentos hay de sobra, que se le considere uno de los mejores de la capital húngara.

    Estamos en un rincón único de Budapest que merece ser visitado, incluso aunque no se pernocte.



    El lobby de entrada, en el interior de la antigua galería, mantiene los recuerdos decorativos Art Noveau y góticos que nos sumergen en una época, en ciertos aspectos atemporal, donde el lujo, la elegancia y la exclusividad eran señas de identidad.

    Si la recepción de un hotel es, como espacio donde se da la bienvenida, una carta de presentación, en este caso resulta además toda una declaración de intenciones y un adelanto de las agradables sensaciones que nos esperan.



    Un magnífico restaurante (donde degustar las exquisiteces de la gastronomía húngara), un emblemático café (que sabe honrar el arte de la repostería) o un bar donde la cultura del champán es protagonista, son propuestas gastronómicas de primer nivel para todo comensal que quiera disfrutarlas. Todo ello, inmerso en la elegancia de un escenario tan mágico que nos retrotrae a tiempos, otrora gloriosos para el edificio, envolviéndonos en una atmosfera sofisticada y acogedora.





    Una especie de añorado viaje a un glamuroso pasado, no tan lejano, donde el huésped se siente protagonista en un marco que no renuncia a las comodidades y lujos de la actualidad.



    En definitiva, un sueño que merece ser vivido.



    Podría escribir de su magnífico spa y los diferentes tratamientos que ofrece, del gimnasio, de la amplitud y modernidad de sus habitaciones (con un relajante y estudiado minimalismo decorativo), de sus espectaculares suites (dos de ellas, categoría "Presidential" y dimensiones inimaginables), de la atención personalizada y el mimo con el que trabajan para hacer nuestra estancia inolvidable, de la posibilidad de organizar diferentes tipos de eventos y celebraciones gracias a sus versátiles espacios y salones o de otras vertientes más que lo hacen merecedor de estas cinco estrellas.





    Unas estrellas, dicho sea de paso, que aquí parecen brillar con mayor intensidad.



    Es importante destacar su magnífica ubicación. A pocos minutos a pie de muchos de los monumentos de esta parte de Budapestposee un emplazamiento envidiable.



    Lo cierto es que han creado una atmosfera tan particular, inmersa dentro de esta joya arquitectónica, que se potencian los felices recuerdos que nos llevaremos a casa. No hay muchos hoteles, créanme, que lo consigan.



    Finalizo estos párrafos reproduciendo cuatro palabras que resumen la experiencia de una pareja que se hospedó en Párisi Udvar: "un diamante en Budapest". Difícil explicarlo mejor.

    Webwww.parisiudvarhotel.hu



        Con fecha 5 de julio de 2025 se publicó este reportaje en la web del diario español LA RAZÓN.



La excelencia en Budapest se llama Párisi Udvar Hotel





miércoles, 18 de junio de 2025

Quinta da Comporta, una puerta abierta al bienestar

 

    Hay lugares que parecen estar envueltos por una magia especial, por una irresistible aureola de lujo, serenidad y tranquilidad que invita a volver una y otra vez.



    Localizado en el pueblo de Carvalhal, con el intenso verdor de los arrozales como telón de fondo, descubrimos el sueño del arquitecto portugués, y responsable de este proyecto hotelero, Miguel Câncio Martins que, salvaguardando el estilo propio de esta zona litoral luso, ha construido uno de los cinco estrellas más impactantes de esta parte de Portugal.



  Me refiero a Quinta da Comporta-Wellness Boutique Resort (www.quintadacomporta.com), una puerta abierta al bienestar en un escenario natural único próximo al océano Atlántico.



    Su peculiar diseño (con un proyecto de construcción sostenible y guiños evidentes a la arquitectura rústica de estas latitudes) y sus aires minimalistas y cosmopolitas -aderezado por numerosas obras de arte- causan admiración en el huésped.



    Una propuesta difícil de igualar y, a la vez, con una personalidad perfectamente definida imposible de copiar.



    Su inauguración, en el año 2019, no pasó, como era de esperar, desapercibida. Tan es así que los reconocimientos no tardaron en llegar. Por citar uno de los primeros, fue designado por una prestigiosa revista como “una de las aperturas de hotel más excitantes” en 2019.



    Sus inigualables villas (con piscinas privadas), suites y habitaciones (entre todas, superan las setenta) conforman una impresionante oferta de alto standing para el descanso merecedora de formar parte del selecto club Small Luxury Hotels of the World (www.slh.com).




    Y es que, junto a la amplitud, modernidad y esmerada decoración de las habitaciones (con amenities primera calidad -marca Oryza-), se unen otros relevantes argumentos como una asombrosa piscina exterior tipo “infinity” de cuarenta metros de largo (frente a un gran campo de arrozales), un extraordinario restaurante, cabaña coworking, sala de reuniones, tienda, un salón de cine con programación diaria, zona para los más pequeños, gran aparcamiento subterráneo, etc., etc.



    Todo ello, unido a la posibilidad de contratar diversas actividades como catas de vinos, practicar yoga, jugar al golf, organizar diferentes tipos de eventos, paseos a caballo, recorridos en bicicleta, tours para avistar delfines, conocer ruinas romanas cercanas o realizar paseos en barco.



    La madera, un elemento esencial en muchas de sus construcciones (con una elegante sencillez de líneas), es muestra de una filosofía respetuosa con el entorno que en nada rompe, en altura y diseño, con el entorno circundante. Una arquitectura de respeto, sostenibilidad y responsabilidad ecológica.



    Muchas son las cosas que llaman la atención nada más entrar en este paraíso de la tranquilidad.



    Un impresionante huerto ecológico (base para muchas elaboraciones de su restaurante), unos cuidados jardines y dos espectaculares edificios de madera acristalados de más de ochocientos metros cuadrados.




    Aquí se encuentran, en uno de ellos, su restaurante Inari y, en el otro, un sorprendente spa con diferentes salas de tratamientos y masajes, hamman, sauna, gimnasio y una piscina de agua caliente interior con conexión al exterior.




    La apuesta por el arte, que es también una invitación para el disfrute de cuantos visitan el hotel, está presente a lo largo de Quinta da Comporta. Por citar algunos ejemplos, junto a trabajos de artesanos locales, descubriremos un gran mural del famoso artista urbano Alexandre Manuel Dias Farto (mundialmente conocido como Vilhs), paneles de azulejos de André Saravia o la monumental y original escultura ("Valquiria Inari") de Joana Vasconcelos que, suspendida en el techo del restaurante, causa admiración en los comensales.





    El arroz, como es sabido, ha sido y es un elemento determinante de la economía de esta zona.



    La rica historia alrededor de su cultivo no puede caer en el olvido. Por ello, Quinta da Comporta intenta, en la medida de lo posible, que perdure su legado a través de diversas vertientes que ensalzan este trabajo agrícola.



    En este sentido, se ha mantenido la antigua “eira” (con el pavimento original de terracota) donde se depositaba el arroz para secarlo al aire libre, el diseño de las dos grandes estructuras de madera recuerdan a un granero (celeiro) o algunos productos de belleza de la marca Oryza Lab utilizan este cereal como base de sus fórmulas.



    Imposible no mencionar su atrayente oferta gastronómica, abanderada por su restaurante Inari (nombrado así en honor a la deidad japonesa del arroz).




    Con la asesoría del conocido del chef portugués Vítor Sobral, estos fogones están dirigidos por el cocinero Luis Espadana que presenta una carta variada, de alto nivel y elegantes presentaciones en un luminoso y amplio local donde las vistas son un acicate más para reservar mesa.








    En definitiva, un hotel ideal para hacer una pausa frente las preocupaciones del día a día. Un retiro de lujo para dejarse mimar.



    No puedo acabar estas líneas sin recordar, a los amantes del mar y la playa, que están de suerte.



    Quinta da Comporta está situada en una ubicación envidiable. A pocos kilómetros de la inmensidad del Atlántico, con playas como Pego o Carvalhal, descubrimos un espacio natural (una de las extensiones de playa ininterrumpida más grandes del mundo) poco contaminado por el turismo máximo. Un verdadero paraíso.



    Finalizo indicando que estos párrafos fueron publicados en la web del periódico español LA RAZÓN el 12 de junio de 2025.

Quinta da Comporta, una puerta abierta al bienestar