sábado, 12 de octubre de 2024

Hacienda San Jorge, un alojamiento con corazón verde

 

    En mi ultimo viaje a la isla canaria de La Palma tuve la suerte de alojarme en uno de sus hoteles más emblemáticos: Hacienda San Jorge.



    Su magnífica ubicación (próximo a la capital y a unos metros de la playa), su extraordinaria relación calidad/precio, la amplitud de sus habitaciones, su arquitectura -con coloridos balcones de madera- recordando el diseño tradicional en esta isla, su variado desayuno buffet, incluso el pasado que este recinto hotelero atesora, ya serían argumentos sólidos por sí mismos para decantarnos por él.  





    Sin embargo, quisiera poner el foco de atención en algo que normalmente es inusual ver en otros alojamientos. Me refiero a su espectacular jardín interior. Posiblemente, una de las más agradables y llamativas sorpresas que los huéspedes van a encontrar cuando lo elijan.



    Alrededor de la piscina, como engalanando con su verdor el tranquilo baño de sus huéspedes, se hace presente, adquiriendo un notable protagonismo, este vergel botánico en el que todo tipo de plantas, autóctonas y de otras latitudes, decoran y perfuman la Hacienda San Jorge.






    Infinidad de variedades de cactus, incontables ficus, todo tipo de palmeras, frutales, raíces que parecen surcar los suelos como grandes alfombras naturales, pequeñas fuentes de agua que brotan de antiguas tinajas, caminos que llevan el nombre de los senderos que antiguamente recorrían esta finca, etc., etc., se entremezclan con algunos patos que viven en este idílico entorno. Imposible no hacerse fotografías entre tanto verdor

 





    No hay duda alguna. Estamos en un lugar ideal de descanso y reposo en La Palma



    Tras un día recorriendo y conociendo las innumerables maravillas de la isla, el viajero se merece una estancia donde recargar pilas placenteramente para las nuevas alegrías que les esperan en la próxima jornada.






    Un jardín ecológico, dicho sea de paso, y tremendamente cuidado donde no se utilizan productos químicos contaminantes.





    ¿Cómo no titular estos párrafos con las palabras “corazón verde? No podía ser de otra forma. Dos palabras tremendamente elocuentes para explicar lo que vamos a encontrar en Hacienda San Jorge.



    Podría hablar, no tendría espacio suficiente, de la multitud de reclamos de esta inigualable isla canaria. Tendría que mencionar, entre otros, la Caldera de Taburiente, la posibilidad tener a nuestros pies un inmenso mar de nubes, ser uno de los emplazamientos del mundo con el cielo más limpio para ver el cielo, algunas de sus idílicas playas de arena volcánica, las espectaculares salinas marinas de Fuencaliente, la reciente erupción volcánica y sus consecuencias, la existencia de vestigios de los primeros habitantes de estas tierras, el paisaje verde que el hombre ha modelado cultivando plátanos (muchos de ellos en sitios casi inaccesibles), los impresionantes e innumerables miradores que vamos descubrir, su gastronomía,  etc., etc... Tiempo habrá para ello en otros reportajes.



    Hoy simplemente quería recordar este magnífico jardín botánico y aconsejar al lector un alojamiento de marcada personalidad, con sólidos argumentos para ser nuestra próxima elección cuando viajemos a la isla de La Palma.

 


Datos útiles:

¿Cómo llegar?  Iberia Express (www.iberiaexpress.com) Esta aerolínea, la más puntual de Europa en su categoría, conecta diariamente, en vuelos directos, Madrid y La Palma.

    Fundada en el 2012, es la aerolínea low cost del grupo Iberia y conecta con más de 25 destinos (tanto nacionales como internacionales, en Europa, África y Oriente Medio) con un modelo de alta calidad a bajo coste.



Webs recomendadas: www.hsanjorge.com , www.visitlapalma.es



    Finalizo el post indicando que estos párrafos se publicaron en la web del periódico español LA RAZÓN el 11 de octubre de 2024.

Hacienda San Jorge, un alojamiento con corazón verde (larazon.es)



sábado, 5 de octubre de 2024

La Albufera de Valencia, un paisaje con personalidad propia.


    A poco más de diez kilómetros de la ciudad de Valencia, se despliega ante nuestros ojos un paraje natural único en la península ibérica: el parque natural de L´Albufera.



    Su nombre, procedente del árabe (“al-buhayra”), que significa “el lago o pequeño mar”, es toda una declaración de intenciones de lo que vamos a encontrar.




   Este singular entorno es una gran laguna costera (la mayor de estas características de España), de agua dulce y poca profundidad, compuesta por tres ecosistemas perfectamente diferenciados: el lago, los arrozales y la devesa (con dunas y bosques de pinos).



    Pues bien, parte de estas zonas pantanosas se convirtieron, ya hace siglos, en el hábitat ideal para el cultivo del arroz (principal actividad agraria del parque), siendo además el lugar más antiguo de España donde se planta este cereal que es el segundo alimento más consumido del planeta.



    Fueron los musulmanes que habitaban estas tierras quienes lo introdujeron al apreciar y aprovechar las características y bondades del terreno (en clima, suelo y abundancia de agua) para esta, entonces, novedosa práctica agrícola en la península ibérica.



    Con el paso de los siglos y la llegada de modernas maquinarias este durísimo trabajo de campo fue poco a poco suavizándose (no exento, en la actualidad, de mucho esfuerzo y dedicación) y siendo cada vez más productivo.




    Las acequias, los motores que bombean agua y las distintas esclusas permiten inundar y regar estos campos de arroz que conforman la mayor extensión de la Comunidad Valenciana dedicada a este cultivo que es, además, una importante fuente de ingresos para muchas familias.

    Un paisaje horizontal que, dicho sea de paso, cambia totalmente de color según sea el ciclo de este cultivo. De un intenso azul cuando estos campos están inundados a un sorprendente verde cuando crece el arroz; de un insólito dorado cuando la espiga está lista para ser cosechada a un llamativo marrón, color de la tierra, en época invernal. Toda una paleta de colores obra del hombre y la naturaleza.



    Palabras como “la perelloná” (cierre de compuertas para inundar los arrozales), “eixugar” (bajar el nivel del agua), “la xiruga”, “la guaretà, “mantornar”, “la transplantá” o “la birbá” (quitar las malas hierbas) le serán familiares cuando conozcan y les expliquen esta centenaria labor agrícola en la Albufera.

    Un trabajo tan laborioso, exhaustivo y delicado que, a pesar de los múltiples esfuerzos que requiere, tiene como final un producto de primera calidad, con denominación de origen propia, apreciado mundialmente: el “Arrós de Valéncia” (www.arrozdevalencia.org) Un verdadero embajador de la gastronomía valenciana y española.




    Conmemorando esta centenaria tradición agrícola y la calidad de este arroz se celebra APLEC (en su tercera edición).



    Un evento que congrega a decenas de destacados chefs (entre otros, Quique Dacosta, Luis Valls, Susi Díaz, Vicky Sevilla, Paco Torreblanca, Bernd Knoeller, Kiko Moya, Ferdinando Bernardi, Alberto Ferruz, Begoña Rodrigo, Aurora Torres, Andrea Drago, etc., etc.), donde además de degustar platos típicos de la Comunidad, se puede -acompañados de agricultores de La Albufera- practicar la siega por métodos tradicionales






    Ahora bien, conviene recordar cuando viajemos hasta estas latitudes que, junto a esta vertiente económica y agrícola, también se pueden practicar algunas actividades de carácter lúdico.




    Entre ellas, además de disfrutar de una buena paella, realizar un paseo en barca, llamadas albuferencs, por la laguna (especialmente a la hora en que se pone el sol cuando las distintas tonalidades del cielo parecen reflejarse, como gran espejo, sobre estas tranquilas aguas) o dedicar un tiempo a la observación de las aves que habitan el parque. Todo un santuario para los amantes de la ornitología y el birdwatching al ser un importante refugio y lugar de nidificación de numerosas especies de aves acuáticas.




    Finalizo indicando que estos párrafos se publicaron en la web del diario español LA RAZÓN el 2 de octubre de 2024

La Albufera de Valencia, un paisaje con personalidad propia (larazon.es)