miércoles, 10 de abril de 2024

Artsy Cascais, un creador de bonitas historias


    Hace unos días estaba leyendo una revista que hablaba sobre los creadores de contenidos. Esas personas, de moda en los últimos años, van compartiendo sus experiencias a través de distintas plataformas sociales. Una manera de dar eco a una serie de vivencias que, en cierta forma, se convierten en un gran altavoz.

    Según avanzaba la lectura de este artículo, me vino a la mente el lugar donde me encontraba en ese momento: el hotel Artsy de Cascais (Home - Artsy Cascais Artsy Cascais - Small Luxury Boutique Hotel, Portugal). Era también, a su manera, un alojamiento creador de bonitas historias.



    Y es así porque el huésped o el comensal presienten que van a experimentar algo único, difícil de igualar y de sospechar. Una singularidad, en todas las vertientes de la palabra, que hace que el tiempo disfrutado entre estas paredes sea memorable.



    Es como si el arte nos envolviera por completo en preciosas estancias, imponentes rincones y fascinantes habitaciones en la que ha tenido mucho que ver la imaginación, algo trasgresora y valiente, de la prestigiosa diseñadora de interiores portuguesa Marta Carreira.



     Descubriremos un pequeño museo de obras de diferentes artistas entre los que quiero destacar la peculiar interpretación de un autorretrato de Rembrandt realizada por la artista Fipsi Seirlern.





    En este sentido, siempre es de agradecer esa apuesta por el turismo de calidad que, aunque lleva a sus espaldas una gran inversión, permite dar nueva vida a un importante patrimonio inmobiliario decimonónico, a la vez que se convierte en un loable desafío artístico.



    El arte como reclamo y como compañía del visitante (en cuadros, mobiliario, escaleras, esculturas, puertas, …) en un hotel que no deja indiferente, con total seguridad, ni por fuera ni por dentro.



    No es casual, consecuentemente, que uno de sus reseñas sea “Where art meets history" (donde el arte se encuentra con la historia).




     Incluso se ha creado un aroma para que nos recuerde a él; para que ese perfume (con detalles de naranja, albahaca, pimienta negra y madera de cedro ahumada) lo asociemos inmediatamente a Artsy. El creador de tan magnífica fragancia fue Lourenço Lucena, único portugués miembro de la Sociedad Francesa de Perfumistas.

    Estamos, como puede adivinarse, en un lujoso hotel boutique con mayúsculas. Un singular alojamiento, con la calificación de cinco estrellas, conformado por dos edificios (uno moderno y otro clásico) que, en cierta forma, son expresión del alma del hotel. Dos polos aparentemente opuestos que se atraen, cuidan y necesitan.



    Lo clásico, representado por la elegancia de una casa veraniega del XIX, se fusiona con la vanguardia de una construcción moderna, rompedora y atrayente (cuya fachada, de geometría cúbica, es obra del artista callejero Alexandre Farto, mundialmente conocido como Vihls).




     El hilo de unión, además de ser ambos el escenario de este precioso hotel, es una estructura acristalada, donde se encuentra el ascensor, que une ambas edificaciones como dando trasparencia y normalidad a esta preciosa e insólita combinación de estilos arquitectónicos.



    Desde luego, no pasa desapercibido a los ojos de cualquier viandante que deambule por la Avenida D. Carlos I de esta preciosa localidad costera portuguesa, antaño importante destino de veraneo aristocrático y de la familia real.




    Diecisiete habitaciones. No se precisan más conociendo la filosofía de un hotel donde el trato amable y personalizado es una de sus constantes.



    ¿Sabías, por ejemplo, que en el edificio moderno el peculiar diseño de la fachada permite dejar entrar los rayos del sol creando un particular laberinto de luces sobre la habitación? Un bonito detalle que resulta incluso cautivador a la vista.



    Su restaurante, con cocina a la vista, es otro derroche de originalidad. No solo en paredes, techos y suelo, sino también, y esto es lo importante, en el plato.



    Nada más entrar es imposible no mirar hacia arriba y quedarse boquiabierto admirando el gran espejo que parece querer controlar con su reflejo cuanto ocurre a sus pies.



    El mar y sus productos, la multiculturalidad (con influencias de otras cocinas del mundo) y la gastronomía portuguesa de toda la vida se juntan en este insólito local donde se prima el producto local, tratando de ser lo más sustentable posible. Todo ello, bajo las directrices del creativo chef David Casaca.








    Por cierto, no olviden conocer su terraza/azotea. Allí descubriremos una coqueta piscina para refrescarnos mientras tomamos una copa. Un espacio de tranquilidad para mimarse a uno mismo.



    No hay duda, en Cascais acérquense a conocer Artsy. Otra bonita historia con mucho encanto que sumar a su vida.





    Finalizo indicando que estos párrafos se publicaron en la web del diario español LA RAZÓN el 8 de abril de 2024.







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