Permitidme que os “escriba” con fotografías respecto a uno de los edificios más asombrosos que conozco: el Museo Nacional de Catar, en Doha.
El proyecto, ahora hecho realidad (inaugurado en el año 2019), es ciertamente, además de vanguardista, extraordinariamente impactante. Por muchas fotos, por muchos videos que el viajero hubiera visto con anterioridad, nada impide experimentar la sensación de agradable perplejidad e inusitada sorpresa al estar frente a ese museo.
Lógicamente, se ha convertido en
un punto de referencia de primer nivel para los turistas en Doha y una visita inexcusable
en cualquier circuito que se precie sobre esta cosmopolita capital.
Esa piedra tan misteriosa y
frágil (de caprichosas formas), que encontramos geológicamente en ambientes desérticos, es conocida
popularmente como "rosa del desierto" porque los cristales que generan simulan los pétalos de esta flor. Además, su color marrón claro, debido a que está
compuesta por arena, yeso y agua, fundamenta, junto al lugar donde se encuentra, que la apelliden "del desierto".
Hay mucha imaginación, pero mucha, en la idea de erigir un edificio de estas características. Más aún cuando en su interior alberga la historia de este pequeño país de la península arábiga llamado Catar. Del pasado al rico presente con la vista puesta en un prometedor futuro.
Una arquitectura de vanguardia, atrevida (con discos en voladizo que brindan sombra natural para mitigar en parte el sol y el calor de estas tierras), de tamaño ciclópeo, en forma de anillo de 53.000 kilómetros cuadrados.
Todo un reto, todo un desafío, todo un sueño en el que el arquitecto debe
sentir el orgullo, tras verlo finalizado, por el trabajo bien hecho.
Cualquier detalle, incluso los colores (con suelo de hormigón pulido con tonalidad arena y paredes decoradas con yeso tradicional y cal) nos recuerdan a esta famosa piedra.
Admirable, sería la palabra
que vino a mi mente cuando lo tuve frente a mis ojos y contemplé esa secuencia de grandes discos entrelazados (con cavidades acristaladas) de diferentes tamaños, diámetros y curvaturas.
Obviamente, aunque me centro en la obra arquitectónica y simplemente destaco mis impresiones y sensaciones cuando lo vi, recomiendo visitar sus galerías.
En su interior (donde también hay un auditorio, tiendas, cafeterías, laboratorios para restauración, etc.) recorremos sus diferentes salas; todas ellas presentadas de manera muy didáctica gracias a los avances tecnológicos y apoyos multimedia.
Un
viaje por el pasado de Catar y sus habitantes (diferenciando las formas de vida entre los que habitaban en el desierto y los de la costa) a lo largo de su historia junto, entre otros, a detalles sobre la artesanía, la indumentaria, objetos arqueológicos, las tradiciones, las costumbres o la
fauna y flora de este pequeño país.
Ha sido, sin duda, uno de los atractivos que más me han impresionado de Doha.
De verdad, aunque me repita,
como dije al principio, por muchas fotografías que hubiera visto, nada como apreciar "in situ" la belleza de esta impresionante construcción. Todo un
icono y un símbolo de la capital catarí.
Por ello, sin entrar en detalles
técnicos sobre su construcción, sus salas o las dificultades arquitectónicas
a las que se enfrentaron para erigirlo, simplemente deseo que esta profusión de instantáneas
que tomé cuando recorrí su exterior y sus estancias, sean un buen acicate para
que aumenten tus ganas de viajar hasta una ciudad que, personalmente, me
impactó y a la que desearía volver.
Ojalá se cumpla la frase de "nos
vemos de nuevo en Catar".
Estos dos planos realizados desde diferentes perspectivas, obtenidos de la web www.arquine.com, ayudan a comprender las dimensiones y el diseño del edificio.
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