A 2.877 metros de altura, entre
cimas montañosas, descubrimos un lugar de obligada visita en esta zona de los
Pirineos franceses. Su nombre: Pic du Midi (www.picdumidi.com).
Dicen, y con razón, que algunas de las grandes panorámicas de esta cordillera se obtienen desde aquí.
Ahora bien, junto a las
posibilidades que el destino ofrece en estas alturas (planetario, restaurante,
observatorio astronómico y meteorológico, terrazas equipadas, solárium con
tumbonas, placas orientativas donde identificar las cumbres que nos rodean,
etc., etc.), hoy quiero destacar uno de ellos con especial énfasis: el pontón
del cielo.
Se trata de una espectacular
plataforma, una pasarela metálica de doce metros de longitud (accesible también
para personas con movilidad reducida), suspendida en el vacío.
Un balcón sin igual en el que los
constructores tuvieron en cuenta las difíciles y extremas condiciones
climáticas del entorno. Una obra innovadora cuya estructura llega a soportar
vientos de hasta 250 km/h y 25 toneladas de nieve.
Todo el que sube en el teleférico hasta la cima de Pic du Midi quiere pasear por esta pasarela única cuyo extremo, para hacer el paseo más fascinante, está acristalado. Un reclamo turístico más de esta ascensión.
Tuve la oportunidad de recorrerla
en un día donde las nubes parecían tragarse la pasarela y, aun así, conocedor
de la altura en la que me encontraba y que no podía ver las montañas
circundantes, no dejaba de resultar atractiva la experiencia.
Lógicamente, desde su apertura (con
acceso libre) ha causado sensación entre los viajeros. Es una de las fotos
obligadas de este destino montañoso por las sensaciones inéditas que se perciben.
Su construcción, ciertamente
difícil y compleja, fue también todo un reto, habiéndose utilizado en algunos
casos helicópteros para transportar algunas de sus grandes piezas.
Fácil, tras leer los párrafos
anteriores, entender por qué se llama el pontón del cielo. Desde luego, este
pequeño recorrido de poco más de una decena de metros –no aconsejable para las
personas que sufran vértigo- es mucho más que un simple mirador con
espectaculares vistas.
La belleza del entorno es tal que
no sólo se extiende bajo nuestros pies (con las cimas que pueden divisarse)
sino que, sobre nosotros, debido a las singulares condiciones del cielo en este
territorio, se encuentra una “Reserva Internacional de Cielo Estrellado”,
siendo también un privilegiado lugar para la observación astronómica.
Es cierto que últimamente, en
muchos lugares del mundo, este tipo de “balcones/pasarelas/miradores” se han
puesto de moda como potente atractivo a sumar en los destinos a los que se
viaja. Pic du Midi no podía ser menos y, desde hace pocos años, tiene su
singular balcón.
En fin, éste es el pontón del
cielo. Por mucho que escriba, por mucho que lo detalle, por mucho que me
explaye, nada como vivirlo “in situ”.
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