martes, 25 de enero de 2022

Una Guinness en el lugar más emblemático para beberla

  

   Esta cerveza negra, de fama mundial, es una de las embajadoras de Irlanda.



    Además de ser la más conocida de las bebidas del país, es todo un símbolo y un icono de la “isla esmeralda”.

    Para saber más de su historia (más que centenaria), de su elaboración y de sus características nada mejor que acercarse en su capital, Dublín, a su centro neurálgico: Guinness StoreHouse (en St. James´s Gate Steeven´s Lane, en el distrito 8 de la ciudad).



    Como decía uno de los comentarios que se pueden leer en las redes sociales sobre este escenario urbano tan especial, “no es una fábrica de cerveza, es un recorrido por la historia de la Guinness”.




    No exagero cuando escribo que es una de las atracciones más visitadas de todo el país. Salvo en estos tiempos de pandemia, más de un millón y medio de personas se acercaban anualmente a conocerla.

    Y es que agua, lúpulo, levadura y cebada, combinados de esta manera tan singular, logran que esta bebida sea, de verdad, única en el mundo. Su color negro -debido a que la cebada está tostada a 232 grados- y la persistencia y cremosidad de su espuma la hacen ciertamente especial.



    Es en la planta séptima de este edificio, ahora un recomendable museo dedicado a este emblema liquido irlandés, donde les recomiendo que disfruten de una buena pinta de Guinness.



    Me refiero al Gravity Bar, situado en la mayor altura de esta construcción. Unas importantes obras de adaptación, con refuerzos y columnas, fueron necesarias para soportar el peso de esta gran estructura de acero.




    Con unas vistas de 360º sobre Dublín, al estar totalmente acristalado, el visitante descubrirá unas panorámicas inigualables de la ciudad.



    Es el broche final y perfecto para esta visita, sobre todo si eres amante de la cerveza.



    No deseo desvelar mucho, pero créanme que mi paso por el Gravity Bar de Guinness StoreHouse dejó un recuerdo sólido e imborrable: Dublín bajo mis pies, en un día claro y soleado, mientras degustaba una pinta de esta cerveza (tirada con la maestría que la ocasión merece) de la que tantas anécdotas había ido escuchando durante mi visita a este didáctico y entretenido museo.



    Es un lugar tan emblemático que esta Guinness, cortesía de la casa (está incluida en el precio de la entrada), parece saber aún mejor al beberla acompañado de las vistas que nos regalan estas alturas.



    Obviamente, un típico pub irlandés con su música en directo, acercarse a Temple Bar o beberla junto a unos amigos en Irlanda son motivos suficientes para disfrutar de una cerveza tan especial. Sin embargo, hoy me centro en ese lugar, en esas alturas, en uno de los puntos más altos de la ciudad y en esos recuerdos.

    No lo olvidarán fácilmente.

Web: www.guinness.com

    Acabo recordando que estos párrafos se publicaron en la web del diario español LA RAZÓN el 18 de enero de 2022.

https://www.larazon.es/viajes/20220118/37f6b5srznd7vdj6jf6ylv3jtq.html 




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