Puede parecer extraño, pero es cierto:
uno de los platos estrella de la gastronomía irlandesa es su famoso y
contundente desayuno. Su célebre "Irish Breakfast".
Todo un emblema y una declaración de intenciones
sobre cómo reponer fuerzas desde primera hora del día.
Su éxito, indiscutible, se debe a la multitud de ingredientes que lleva. Huevos fritos o revueltos, morcilla negra (black pudding), beicon, alubias blancas (beans) con salsa de tomate, patatas cocidas salteadas en mantequilla, tomates y champiñones ligeramente pasados por una parrilla, pan de molde tostado con un poco de mantequilla y mermelada, etc., etc. Todo ello, acompañado de una taza de té o café.
Como puede adivinarse, poca presencia tienen las verduras y las frutas, salvo que el agregues algún zumo.
Digamos que es una comida a la que no le falta de nada y donde, en algunas mesas, encontramos otros manjares como un delicioso pastel irlandés llamado "Boxty"", morcilla blanca (white pudding), aros de cebolla a la parrilla, pan de soda o croquetas de carne picada. Estos ingredientes, obviamente, varían dependiendo de la zona de la isla donde nos encontremos
Tan copiosa comida, con gran aporte de
energía y profusa en frituras, está pensada para hacer frente a una jornada presumiblemente
agotadora.
Es sabido que la primera comida del
día, debido al tiempo que lleva al cuerpo sin recibir alimentos, debe ser la
más importante. Pues bien, en Irlanda, con este saciante desayuno, esta recomendación
parece cumplirse.
Tal es su aceptación -tanto entre irlandeses como entre turistas- que no es extraño encontrar pubs y restaurantes donde lo sirven a todas horas y en todas las estaciones del año. Este hecho se conoce como "All Day Breaksfast".
Recuerdo, como simple curiosidad aunque lógicamente no suele ser es el sitio más recomendable para tomarlo, que en el aeropuerto de Dublín, antes de embarcar camino de casa, había uno un gran mostrador donde se exponían los ingredientes de este contundente desayuno. Visibles en un gran expositor, estaban a disposición del comensal para que se decantara por los que deseara.
Podría especularse que es una mera
mezcla de diversos productos, sin orden ni concierto, servidos sobre un plato.
Sin embargo, quien piense así está totalmente equivocado. El "Irish Breakfast" forma parte de la cultura culinaria de esta isla.
Ahora bien, como fácilmente puede
entenderse por la gran cantidad de calorías que tienen estos alimentos, tan contundente
desayuno no es lo que habitualmente toman en casa, en su día a día, los
irlandeses.
En todo caso, siempre es curioso y
todo un aprendizaje ir advirtiendo los diferentes usos y las características
tan dispares en el mundo de la gastronomía que cada país tiene.
Hoy hemos recalado en la “isla
esmeralda” donde, como he ido comentado, ponen especial hincapié en la primera
comida del día hasta el punto de ser famosa más allá de las fronteras
irlandesas.
Imposible definir la sensación de
encontrarse, nada más levantarse, ante un plato de estas características. Ahora
bien, habría una palabra que lo resume a las mil maravillas: abundante.
Acabo estas líneas diciendo que este post se publicó en la Revista Atril, elaborada por la Academia Extremeña de Gastronomía, en su edición de diciembre de 2021.
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