Abre el viajero la ventana de su
habitación y descubre frente a él la imponente fachada del convento de San Esteban, una de las grandes joyas del
estilo plateresco que tiene en Salamanca la más clara representación de esta corriente
arquitectónica.
Dicen que entre las paredes de este recinto religioso se alojó
Cristóbal Colón, cuando viajó hasta aquí para defender y explicar ante expertos
geógrafos su insólita, extraña y arriesgada idea de llegar a las Indias
navegando por Occidente.
No es exagerado afirmar, conociendo un poco la historia de los dominicos, que Salamanca tiene mucho que
ver con esta gran gesta que fue el descubrimiento del "Nuevo Mundo".
Así pues, el emplazamiento de
este hotel no puede ser mejor. En pleno centro histórico; a pocos minutos a pie
de las Catedrales, de la Plaza Mayor y de la célebre "fachada" de la Universidad.
Mejor localización, es casi imposible.
Su nombre es hotel Don Gregorio y fue inaugurado,
con sus flamantes cinco estrellas, en el año 2010.
Un palacete del siglo XV (reconvertido
y reconstruido) que por azares de la historia pasó a ser propiedad del Obispado
para posteriormente, allá por los años veinte del pasado siglo, ser comprado
por la familia de los actuales propietarios. Su nombre -D. Gregorio- lo tiene
en memoria y recuerdo de D. Gregorio Diego Curto.
Su fachada, del siglo XVII, esconde
entre sus muros multitud de tesoros de la más diversa índole. Por ejemplo, los
restos visibles de la muralla romana o un precioso patio interior estilo
castellano.
Posee diecisiete habitaciones (divididas
en categorías Deluxe, Deluxe monumental y Suite monumental). Todas distintas,
ninguna igual, cada una con su carácter, todas con una decoración muy personal.
Sus nombres (Dª. Isabel, D.
Pedro o Dª. María) corresponden a los nombres de distintos miembros de la familia propietaria de este coqueto
alojamiento.
Hay un lema parece impregnar cada
rincón del hotel: "trato personalizado". Esta divisa se vertebra y
aprecia en múltiples y variados aspectos.
Te pongo algunos ejemplos: a primera
hora de la mañana el huésped tendrá en su habitación el periódico nacional que desee,
posibilidad de elegir que el desayuno sea llevado a la habitación sin coste
adicional alguno, cóctel de bienvenida, minibar en las habitaciones totalmente gratuito,
trasporte privado con chofer bajo petición, hilo musical en las habitaciones, posibilidad
de organizar corridas de toros privadas en cercanas ganaderías en medio del
espectacular campo charro, sensación de pernoctar entre muros que guardan
siglos de historia, área de spa & welnes dedicado al bienestar y al
descanso de lujo.. etc., etc.
La gastronomía, a pesar de no
contar con un restaurante abierto diariamente, ocupa un papel trascendental en
la filosofía del hotel. Un contrastado
equipo de profesionales de la restauración, coordinados por el joven chef Álvaro de la Nava Ullán, está al mando de estos fogones.
Además de la posibilidad de
organizar banquetes y eventos en sus salones, todos los fines de semana el
restaurante ofrece un cuidado menú degustación que conjuga la tradición
culinaria salmantina con la vanguardia gastronómica. Todo ello bajo el toque personal de
su chef.
Cinco platos y postre para
recordar momentos especiales. Mantequilla de huevas de anchoa y milhojas de
queso, bacalao a la brasa de encina, sorbete de manzana y melón, solomillo de
cerdo ibérico con crema de castaña y pipirrana, torrijas con praliné y crema
inglesa, son, entre otros platos, algunas de las elaboraciones que puede
degustar el comensal.
No es mala idea ver los
diferentes comentarios que se pueden leer en internet de este alojamiento. Podemos así cotejarlos
con nuestra propia experiencia.
Te detallo algunos de ellos: "si sales de un hotel pensando en volver, es
síntoma de que todo ha sido genial", "en un edificio perfectamente
restaurado con todas las comodidades que puedas desear", "todo
amabilidad". Completamente de acuerdo.
Excuso seguir escribiendo más.
Aquí no hay agobios. Sus pocas
habitaciones garantizan un trato personal, único. Totalmente distinto a esos
grandes hoteles de infinidad de habitaciones.
Decantarse por este hotel es una atinada elección. Posee una excelente
relación calidad/precio. Ideal para descansar y disfrutar de esta ciudad
universitaria declarada por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Una localidad que durante siglos ha
sido mencionada en innumerables obras de la literatura universal.
Escribió el
gran Miguel de Cervantes estas
palabras: "Advierte hija mía que estás en Salamanca, que es llamada por
todo el mundo madre de las ciencias".
Miguel de Unamuno, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Carmen Martín
Gaite... y así innumerables escritores la tuvieron presente en sus libros.
Es difícil encontrar mejor plan,
para quien desee pasar un fin de semana en Salamanca, que dedicar esos días a
recorrer sus calles y monumentos y elegir -para alguna cena y pernoctar- el hotel Don Gregorio.
Te gustará. Créeme. La guinda perfecta para coronar este gran pastel turístico llamado Salamanca.
Y es que, como dijo el autor del
Quijote: "Salamanca que
enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su
vivienda han gustado".
Como podrás comprobar cuando vengas, aquí los detalles cuentan... y mucho. Una inolvidable noche para una ciudad también inolvidable.
Os dejo finalmente su página web y teléfono de contacto.
Teléfono: 923 217 015
Este reportaje fue publicado en la web del diario español LA RAZÓN, el 6 de agosto de 2014. Os dejo el link:
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