lunes, 23 de diciembre de 2013

Hotel Rio do Prado, coherente con la naturaleza


                   
    No exagero si escribo que es uno de los hoteles revelación del 2013 en Portugal. La filosofía de este alojamiento de respeto a la naturaleza, el proyecto arquitectónico, el original diseño, la decoración tan singular de todas las estancias, su agricultura biológica o la aplicación del concepto de turismo sostenible, le consolidan como un establecimiento con personalidad propia. Diferente. Con las ideas claras.



                   
    La crítica especializada ha sabido reconocer este joven proyecto, que tiene pocos meses de vida, con importantes premios como la “Chave Platina” del diario Expresso, Award Finalist 2014 de Conde Nast Johansens o el reconocimiento de la BTL (Bolsa de Turismo de Lisboa) por su diseño.



                        
    La preocupación medioambiental es evidente y se manifiesta en distintas vertientes que confluyen en un único objetivo: lograr el menor impacto del hombre sobre el entorno que le rodea
   Para ello, se ha estudiado hasta el mínimo detalle: reutilización de maderas para hacer muchos de los muebles, control de las emisiones de CO2, habitaciones semienterradas (logrando una mejor aclimatación natural), estudio del menor impacto ambiental, manejo de materiales desechados (maderas, hierros,.. ) con fines decorativos, aire acondicionado de bajo consumo, uso de vehículos eléctricos en su interior, etc., etc.


                   
    Un establecimiento ecológico que queda definido claramente en su web:
    "Rio do Prado é uma experiência que nasce de um conceito. Um modo de vida que questiona a nossa existência contemporânea, tantas vezes desequilibrada e desajustada da nossa essência e reais necessidades”.          



                   
    Sus habitaciones, orientadas todas hacia el mismo punto cardinal, tienen todo el confort de un hotel de lujo (televisión por cable, chimenea, D.V.D., teléfono, bañera de grandes dimensiones, minibar, wifi gratuito, cama de grandes dimensiones, habitaciones espaciosas, etc.).


                      
    A mi juicio, tres grandes elementos parecen destacar con claridad en la filosofía del hotel. En primer lugar, el elemento agua, con un estanque central, piscinas y un spa. En segundo lugar, el elemento fuego, con chimeneas en el interior de las habitaciones y fogatas en las entradas que, además del calor que dan, consiguen un ambiente íntimo y romántico. En tercer lugar, el elemento aire, con un gran espacio central ajardinado rodeado por todas las estancias.



                     
    Me atrevería a decir que está presente un cuarto elemento: la tierra. Algo perceptible a través de esa filosofía de respeto, tratando de dañar lo menos posible el entorno para conseguir una mejor integración en la naturaleza.


                      
    Todo ello unido, pues no son incompatibles, a una extraordinaria gastronomía en el restaurante “Maria Batata” que conjuga una cuidada carta, donde se utilizan productos biológicos (algunos cultivados en la huerta del hotel) con una muy buena selección de vinos, en su mayoría, obviamente, portugueses.


                    
    Esa decidida apuesta por el reciclaje y la reutilización de los materiales se aprecia en el mobiliario del restaurante. Mesas y sillas son auténticas obras artesanales de maderas que antaño tuvieron otras funciones. Algunas de las lámparas, por ejemplo, son de cartón. 
    En definitiva, una forma de entender la administración de un hotel que no es contradictoria con tener todas las comodidades de un alojamiento de nivel alto.


                   
    Cercano a la laguna de Óbidos, a sólo 4 kilómetros de la villa medieval, en Arelho, la transformación de estas 3 hectáreas de extensión es el sueño cumplido de dos personas: Telmo y, su esposa, Marta. Según me comentaron, venían trabajando desde hace años en esta idea.                  
  Quiero, por ejemplo, recordar un espacio que permite ser plurifuncional: el invernadero. En él sus propietarios miman con esmero diferentes plantas. Además, está diseñado de tal manera que es factible su utilización como salón de exposiciones, para sala de reuniones o para la celebración de los más diversos eventos.


                     
    Me gusta, en muchas ocasiones, leer las opiniones y  los comentarios sobre el hotel al que viajo y me hospedo. En este caso, algunas de ellas son ciertamente reveladoras. 
    Os las transcribo: “Suites de lujo energéticamente eficientes”, “El silencio sólo se rompió con el croar de las ranas durmiendo con las ventanas abiertas”, “Maravillosa localización. Es un eco lodge con minuciosos detalles”, “Todo fue construido sobre normas de sostenibilidad y respeto por la naturaleza”.


                 
   Por cierto, una constante de cuanto leo de este hotel es la amabilidad de sus propietarios. Doy fe de ello.                  
   Estamos, además, en un alojamiento que es también lugar de promoción de  talentos, de apuesta por el ecodiseño y de estímulo a la creatividad. Algo que se ve, como apunté anteriormente, en la utilización del invernadero para exposiciones fotográficas y pictóricas.


       
    En definitiva, siguiendo con uno de los comentarios leídos, un excelente lugar para relajarse.



                   
    Web: www.riodoprado.pt


No hay comentarios:

Publicar un comentario