Hay restaurantes que, por
mucho que pase el tiempo, siguen siendo referencia en la oferta gastronómica de
una ciudad.
El transcurso de los años, y las
historias que entre sus paredes se han ido sucediendo, van convirtiéndolos en
verdaderos clásicos.
Con solera, con renombre y con
una reputación bien ganada -gracias al magnífico trabajo realizado durante
años- les acompaña una merecida aureola de grandes templos del buen comer.
En la céntrica “Avenida da
Liberdade”, en la más famosa arteria urbana de Lisboa, en una privilegiada
esquina de la planta baja del icónico hotel TIVOLI (www.tivolihotels.com) encontramos un
restaurante, ya emblemático, que responde al nombre de “Cervejaria Liberdade”.
Con aires nuevos, pero manteniendo la esencia de siempre, es el escenario ideal para disfrutar sin prisas las bondades de estos famosos fogones.
Un imperdible en esta zona de la
capital con un impresionante comedor, dominado por un gran tapiz con un Zodiaco
tejido en la famosa “Manufactura de Tapeçaria de Portalegre” en 1961 (visible
recuerdo del restaurante Zodiaco, antecesor del actual).
Unos grandes ventanales que
proporcionan gran luminosidad al interior y unos altos techos envuelven al
comensal, junto a una cuidada decoración (con espejos, lámparas, mobiliario y
obras de arte) en un entorno de elegancia y distinción único.
Un restaurante con personalidad
propia que hay que conocer.
Sabores portugueses, bajo la
tutela del chef Miguel Silva, inmersos en un ambiente refinado donde la
tradición culinaria del país vecino (relumbrando los productos frescos
y de altísima calidad) está siempre presente.
No hay duda que el
pescado y el marisco son los grandes protagonistas. “Bacalhau à lagareiro”,
“Polvo assado”, “Lula corada”, “Recheio de sapaterira”, “Amèijoas a bulhào
pato”, “Ostras da ria Formosa e do Sado” o diferentes tipos de mariscadas son
solo algunos representativos ejemplos. Platos, muchos de ellos, que resisten
perfectamente el paso del tiempo y definen el alma de “Cervejaria Liberdade”.
Sin embargo, ello no es
impedimento para degustar también magníficas elaboraciones cuya base principal
son espectaculares carnes.
Es el caso de un muy recomendable
"Bife tártaro à TIVOLI" (preparado en sala a la vista del comensal) o
un magnífico “pica-pau do lombo de novilho”.
Profundizando en su carta,
permítanme una recomendación. Si son aficionados a los arroces, pidan
su extraordinario “arroz de marisco”.
Es momento también de recordar,
por ser de justicia, la magnífica carta de vinos (obra del “diretor de Vinhos”
Jorge Silva) y el extraordinario servicio que se brinda al comensal, desde que
se entra en el restaurante, gracias a un personal tremendamente profesional,
políglota y atento a cualquier circunstancia.
Llega la hora del postre. Como es
sabido, estamos en Portugal y el mundo de las “sobremesas” es parte importante
de su cultura gastronómica.
No dejen en el olvido estas dos
golosas sugerencias: unas “farófias tradicionais” y una “tarte de maçã
caseira”. Mucho tiene que ver con estas dulces delicias la “chef pastelaria”
Mónica Azevedo.
Un interesante detalle que no
debe pasar desapercibido (además del esmerado cuidado en la elección de
vajilla, mantelería, cristalería y cubertería) es que la finalización de
algunos platos se realiza frente al cliente (pescados, tartares o, incluso, postres).
Algo nada baladí al permitir una experiencia sensorial diferente y una cercanía
con la elaboración.
Además, “Cervejaria Liberdade”
ofrece, si así lo desea el comensal, un completo menú ejecutivo con una
magnífica relación calidad/precio.
Esos nuevos aires también se
traducen en un novedoso proyecto decorativo con tres ambientes totalmente
diferentes, pero visualmente unidos. La recepción, el bar donde tomar una
copa o algún aperitivo, y el gran salón central (centro neurálgico del
restaurante).
El acceso al restaurante puede
ser a través del lobby del hotel o directamente desde la calle, donde
descubrimos una agradable terraza, ideal comer si el día acompaña.
En definitiva, cocina de
calidad (apostando por la tradición gastronómica portuguesa) en
un atmósfera lujosa y tranquila.
Un restaurante emblemático que
mantiene el alma del pasado y refuerza su apuesta por el presente y el futuro.
Acabo estos párrafos recordando
que, en una de sus acepciones, el diccionario de la Real Academia Española de
la Lengua define la palabra “clásico” de la siguiente manera: “Que se tiene por
modelo digno de imitación …”.
Bien puede aplicarse a
“Cervejaria Liberdade”. Un clásico de Lisboa.
Sólo queda indicar que estas líneas fueron publicadas en la web del periódico español LA RAZÓN el 21 de diciembre de 2025.
La icónica “Cervejaria Liberdade” florece con aires nuevos


























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