A media hora de la frontera hispano lusa de Caya/Caia, descubrimos un formidable alojamiento, en medio de un espectacular campo adehesado alentejano, que es un verdadero oasis de tranquilidad y paz para el huésped.
Un inigualable reclamo para el descanso donde la calma y el sosiego que supone pernoctar en un espacio natural tan envidiable son señas de identidad y una tentación difícil de rechazar.
En el término municipal de Alandroal, cerca de la ciudad de Badajoz, encontramos este paraíso que perfectamente puede definirse como el sueño cumplido de Ligia Modesto Fraga y Rui da Silva Fraga, un encantador matrimonio luso angoleño que, enamorado de estas latitudes del país vecino, decidió apostar por este muy recomendable cinco estrellas.
Land of Alandroal (www.landofalandroal.pt) es el nombre de este asombroso hotel que cuenta con todo tipo de comodidades. Entre otras, una espectacular piscina exterior panorámica de agua caliente (que tiene su continuación en otra interior), zona verde para tomar el sol, sauna, gimnasio, spa, bar y un muy aconsejable restaurante donde la gastronomía alentejana tiene lógico protagonismo.
Levantado sobre lo que fueron las ruinas de una antigua casa agrícola y ganadera, tras una magnífica reconstrucción, rehabilitación y ampliación que duró varios años, encontramos este cinco estrellas, único en su entorno, que cuenta con más de una veintena de amplias y cómodas habitaciones en un espacio natural que ronda las treinta hectáreas.
Todo un lujo ideado y diseñado pensando en el disfrute del huésped.
Es importante recalcar que inversiones hoteleras de este tipo, respetuosas con el medio ambiente y la naturaleza que les rodea, además de crear riqueza y puestos de trabajo, son una extraordinaria forma de asentar población en un territorio asolado por la emigración de los más jóvenes a las grandes ciudades de Portugal.
La primera sensación, tras conocer las instalaciones, es que se respira un ambiente de hospitalidad. Un hotel, de reciente inauguración, donde saben lo que es el arte de recibir.
La vertiente gastronómica está perfectamente representada por su restaurante Santiago Maior, dirigido en la actualidad por el chef Allan Alves.
Con una cocina a la vista -una circunstancia digna de destacar- y cuidando todos los detalles (mantelería, cubertería, vajilla, separación de las mesas, etc.) se posiciona como apuesta segura del buen comer.
Era la segunda vez que comía entre estos muros (que aún recuerdan la antigua construcción) y sigo reafirmando mi primera buena impresión. Descubriremos un pequeño templo de la gastronomía alentejana, con toques de modernidad, asentado en una depurada técnica, en una buena presentación y en un impecable servicio sobre la base de un producto de primera.
Todo ello, en un local en el que su imponente bodega acristalada en el centro es protagonista arquitectónica indiscutible de su decoración.
Imposible no mencionar su magnífico desayuno (“pequeno almorço”). Amplio, variado, de calidad y muy bien servido. Más aún si nos damos cuenta que estamos en un recinto contiguo al restaurante en el que, mires donde mires, el campo que nos circunda es el colosal foco de nuestras miradas.
Es importante también destacar que, junto a esa vertiente de descanso y relajación, Land of Alandroal puede ser también nuestro particular campo base para conocer cercanas e históricas localidades, algunas declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, como Évora, Elvas, Alandroal o Vila Viçosa.
Seguramente han oído hablar en alguna ocasión de Vhils, uno de los grandes muralistas y artistas callejeros contemporáneos del mundo.
Alexandre Farto, su nombre real, se hizo famoso por su innovadora manera de entender el arte dibujando, entre otras cosas, realistas retratos en paredes y muros gracias a percutores e instrumentos nada convencionales.
Pues bien, en un privilegiado lugar de Land of Alandroal descubriremos una de sus obras.
Recuerdo, mientras trato de condensar tantos buenos momentos y experiencias vividas en este hotel rural de lujo, una de las frases que, tanto Ligia como Rui, me repetían: “tratamos de crear una casa grande para hacer amigos”.
En cierta manera, es un compendio de la filosofía de este incomparable alojamiento. Además del lujo de un moderno cinco estrellas que cuida cualquier pormenor (amenities de primera calidad, detalles de bienvenida y salida, instalaciones de primer nivel, camas y duchas de gran tamaño, etc.) hay una apreciable cordialidad, amabilidad y hospitalidad que parece abrazar todas las actuaciones de cuantos allí trabajan.
Para finalizar, puedo decir que, ojeando los comentarios vertidos de algunos de sus huéspedes, me llamó la atención, por lo certero, uno de ellos que en pocas palabras resumía lo que vamos a descubrir: “un lugar ideal para recargar y desconectar”.
Este reportaje se publicó en el diario español LA RAZÓN el 16 de septiembre de 2024.
Un sueño cumplido llamado Land of Alandroal (larazon.es)
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