Si se hiciera una encuesta sobre qué características debe reunir un hotel para ser el alojamiento ideal del entrevistado, el que hoy nos ocupa cumpliría, y de sobra, la mayoría de las pretensiones del encuestado.
Elegante, tranquilo, con aires palaciegos, exclusivo, con una historia a sus espaldas, pocas habitaciones, cinco estrellas, un restaurante referencia, precioso bar, situado frente al mar, con una piscina de ensueño, salones y estancias de las que dejan recuerdos imperecederos, gimnasio, peluquería, un pequeño spa, etc., etc. son algunas de las credenciales de uno de los más espectaculares hoteles, a pesar del poco tiempo de vida, de esta zona de Portugal.
Me refiero a Estoril Vintage Hotel (www.estorilvintage.com), que fuera casa de la familia Líbano Monteiro, ahora abierto como alojamiento de lujo, desde agosto de 2022, tras una minuciosa restauración.
No hay que olvidar que este edificio emblemático se ubica en Estoril (capital de la llamada Riviera portuguesa), antaño lugar de descanso elegido por algunas monarquías y la aristocracia portuguesa y europea. Actualmente, puede presumir de ser uno de los más representativos e icónicos destinos de veraneo del país vecino con el aliciente, nada insignificante, de su cercanía a Lisboa.
Quince espaciosas habitaciones de ensueño en sus diferentes versiones (Suite Master, Suite Ático, Suite Superior, Quarto duplo, etc.). Cada una con tan clara personalidad diferenciadora que parece contar su propia historia, pero todas formando parte de ese estilo elegante, cautivador y glamuroso que ha recreado magistralmente con todo tipo de detalles la diseñadora Graça Vitervo.
Del restaurante (“Vintage”) también se pueden escribir multitud de maravillas. Para empezar, decir que es de esos que, en las elaboraciones que preparan, rozan la perfección.
Al mando de estos fogones se encuentra la chef Sara Esteves, que ofrece una cuidada carta que ha sido asesorada por el gran y acreditado cocinero portugués Henrique Sá Pessoa.
El restaurante, además de una buena comida, brinda un entorno único. Un bonito espacio donde disfrutar del buen comer al que hay que sumar la delicadeza de su decoración, el cuidado en los detalles (mantelería, cubertería, vajilla, cristalería, etc.) y el inmejorable servicio que se brinda al comensal.
Se trata de un atrayente espacio acristalado contiguo al palacete, lleno de luz, con el horizonte infinito del mar y un gran panel de azulejos blancos y azules, tan típico de Portugal, en uno de sus laterales. Todo ello, bajo la mirada de una gran lámpara en la parte superior central que parece presidir cuanto bajo ella acontece, que no es otra cosa que una fantástica sinfonía gastronómica.
"Risotto de lavagante ao champanhe, telha de parmesâo e espuma de malagueta", "magret de pato com puré de aipo e feijâo verde redondo salteado e molho de cereja", "caril de gambas com arroz basmati, chutney de manga e papadums", "lombo de bacalhau e brandade, cebolada, coulis de salsa e chips" o "vieiras, brandade de couve flor, frutos secos e alcaparras" son algunas de sus irresistibles propuestas.
Por cierto, además del excelente brut que me aconsejaron, como postre, permítanme una recomendación: "pudim de ovos, gelado de amêndoas a graos de laranja".
Nos encontramos en un palacete centenario, que fue comprado, como antes comenté, por la familia Líbano Monteiro, muy unida, por razones laborales, con la antigua colonia portuguesa de Macao.
Esta, nada desdeñable, circunstancia exigía tener un culto especial con el té, tan popular en aquellas tierras asiáticas. Una ligazón que se convierte en el pretexto ideal para disfrutar de otro momento único con su cuidadísimo menú “tarde do chá” compuesto por una extensa variedad de posibilidades de esta infusión y numerosos acompañamientos (pequeños sándwiches, distintos tipos de dulces, …).
Siendo éstos parte de los argumentos y las credenciales del hotel, no es de extrañar que sea el lugar soñado para la celebración de eventos de alto nivel. La sofisticación, el entorno y la profesionalidad están garantizados.
Leyendo diversos comentarios sobre Estoril Vintage Hotel, me llamó la atención uno que decía lo siguiente: “Una joya que merece la pena descubrir”. Creo que es tan atinada esta apreciación que no hay mejor manera de titular estos párrafos.
Para que un proyecto de esta envergadura y calidad sea así de exitoso es necesario que exista un extraordinario equipo multidisciplinar que ha conseguido llevar a buen puerto esta fantástica idea de convertir un impresionante edificio de los años veinte del siglo pasado en un hotel referencia en el lujo en Estoril/Cascais.
Muchas personas y muchos nombres han puesto sus esfuerzos en esta ilusionante idea, ahora hecha realidad, que ha tenido como alma mater a Dª. María do Rosário Monteiro.
Sólo les pido (sabiendo que me quedan cosas en el tintero para que les sorprendan aún más gratamente), si se deciden por este magnífico cinco estrellas, que disfruten la experiencia. Que saboreen esos momentos relajados e inolvidables en estos salones sin igual.
No olviden que en Estoril Vintage Hotel las emociones perduran más allá de nuestra estancia.
Finalizo indicando que este reportaje se publicó en la web del diario español La Razón el 10 de julio de 2024.
Estoril Vintage Hotel, una joya que merece la pena descubrir (larazon.es)
No hay comentarios:
Publicar un comentario