Ubicado en la ciudad de Lucerna, a orillas del lago de los cuatro cantones, es el museo más popular y visitado de Suiza, además de uno de los más completos de Europa en su género.
Es también una mega exposición permanente, organizada de manera impecable, sobre la historia del transporte, tremendamente didáctica e interactiva, en el que mayores y pequeños van a disfrutar a lo grande.
Un testimonio vivo de la evolución de los diferentes medios de locomoción a lo largo de los años. Coches, locomotoras, vagones, barcos, camiones, tractores, aviones, helicópteros, ala delta, satélites, vehículos espaciales, bicicletas, parapentes, monopatines, teleféricos, botes, funiculares, carruajes de diferentes tipos, trenes cremallera, etc., etc.
Una secuencia casi interminable, imposible de resumir en unos párrafos, donde encontraremos también prototipos de aquellas primeras ideas del anhelado sueño del hombre por volar.
Sus cifras son impresionantes. Por mencionar alguna de ellas, más de tres mil objetos expuestos (desde impagables reliquias a los últimos avances) en más veinte mil metros cuadrados de superficie dedicados al transporte terrestre, aéreo, marítimo y espacial.
Un destino por sí mismo en el que también hay expuestas algunas “memorias” de grandes hazañas en el mundo de la locomoción.
Como curiosidad, la fachada del museo está cubierta de llantas de coche, unas cuatro mil. Igualmente, muy próxima a esta entrada principal descubrimos, por ejemplo, una gran tuneladora.
No se trata en estos momentos de enumerar, uno por uno, lo que el viajero se va a encontrar en el Verkehrshaus (su nombre en alemán). En cualquier guía de viajes o folleto turístico descubrirá una detallada y pormenorizada explicación sobre salas, itinerarios, actividades, exposiciones, recorrido y novedades.
Abierto todos los días del año, nació en 1959 para convertirse a día de hoy en un indispensable para recordar la historia del transporte.
La idea de esta crónica se enfoca más en resaltar lo que supone pasear y conocer un museo que causa admiración al visitante y que es, sin duda, visita obligada para cualquier viajero que se acerque a Lucerna. Un reclamo más de esta bella ciudad.
Ver, nada más pasar en el patio central, ese gran mural con las señales de tráfico azules frente al visitante causa una impresión difícil de explicar. Reconozco que, por más que lo hubiera visto en fotos y videos con anterioridad, sigue asombrado cuando estás frente a él.
Una agradable sorpresa que se ve acrecentada cuando el visitante se da cuenta de la existencia de otros dos murales contiguos, en esta ocasión de tonos verdes y blancos.
El recorrido por todo este gran complejo va siempre acompañado de la sonrisa de los niños que tratan de probar cuanto el museo pone a su alcance. Subirse a un camión, meterse de un barco, conocer el interior de un vagón de tren, utilizar un simulador de avión, saber cómo es por dentro un avión medicalizado, etc., etc.
Tanto y tan variado que, en mi opinión y más aún si se va acompañado por los pequeños de la familia, medio día –aunque algunas guías así lo recomiendan- quizás no sea suficiente, si se desea recorrerlo con tranquilidad, para conocer todo el museo. Más aún si tenemos en cuenta la existencia de otras atracciones, como el planetario, aledañas al museo
Cuentan también estas impresionantes instalaciones con un estudio de radio y televisión, junto a una gran oferta de actividades. Ideal para visitarlo en familia.
Los apasionados por las últimas tecnologías en este ámbito y los nostálgicos de vehículos casi desaparecidos (verdaderos testimonios de la evolución del transporte) tienen aquí una cita muy entretenida.
Creo que hay un detalle que no debe pasar desapercibido: su carácter pedagógico y educacional.
Todo tipo de explicaciones, en diferentes idiomas, nos van sumergiendo en esta gran aventura que es conocer la historia de muchos de los medios de transporte allí expuestos. El pasado, el presente y parte del futuro que nos espera en la movilidad con una abundante cantidad de exhibiciones interactivas.
No quiero olvidar que en el mismo ámbito donde se encuentra el museo hay otras atracciones adicionales que deben ser tenidas en cuenta (una gran sala de cine IMAX, el planetario, el Media World o la Swiss Chocolate Adventure).
El resumen es fácil. Aconsejar, no podría ser de otra forma, la visita a este increíble museo como otro de los grandes reclamos de la ciudad de Lucerna.
Finalizo indicando que estos párrafos se publicaron en la web del diario español LA RAZÓN el 13 de mayo de 2024
https://www.larazon.es/viajes/museo-transporte-mas-visitado-suiza_202405136641d7f6c18d400001349955.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario