Según me comentan, la calidad de estas uvas de este año es extraordinaria. Tendremos, de nuevo, fantásticos vinos de esta reconocida bodega.
En Portugal, a esa celebración, en la que se reúnen todos los trabajadores que han participado en las labores de la vendimia, la llaman Adiafa.
Reconozco que no había oído hablar de de ella. Era la primera vez que asistía.
Mi agradecimiento por la invitación a los amigos de uno de mis hoteles favoritos: Torre de Palma Wine Hotel, un espectacular alojamiento de lujo ("Member of Design Hotels") situado en el norte del Alentejo, en el término municipal de Monforte.
Sin duda, uno de los grandes, con bodega propia, del país vecino y hermano. No en vano, ha sido, entre los muchos reconocimientos que ha recibido en su vida, galardonado en el 2023 con el Premio Nacional de Enoturismo.
Sobrepasó mis expectativas. Un grandioso despliegue de organización (que incluía varias actividades) para conmemorar que todos los arduos trabajos de recogida de la uva finalizaron exitosamente y sin problemas.
Os transcribo, antes de continuar, el programa de ese día.
17h30 - Inicio de ADIAFA. Recepción de invitados.
18h00 - Bendición y degustación de mostos en los viñedos.
19h00 - Atardecer en lo alto de la Torre con el premiado Torre de Palma Reserva Blanco 2021 - "Mejor Vino Blanco" en el concurso Escanções de Portugal.
19.30 - Actuación del Rancho Folclórico Cabeço de Vide.
20h00 - Barbacoa al aire libre Alentejo.
21h00 - Música en vivo con el grupo Raio dos Cachopos.
Las 17,30 era la hora fijada para reunir a cuantos íbamos a participar. Aproximadamente, setenta y cinco personas. Tiempo para conocernos, charlar y cambiar impresiones.
A eso de las 18,00 nos adentramos en la bodega (mejor sitio imposible porque el calor ese día hacía de las suyas) donde se procedió a la bendición del mosto.
Tras unas emotivas palabras del párroco de Monforte, de representantes de la propiedad del hotel y del enólogo jefe, procedimos a catar este maravilloso manjar.
Uno de los momentos claves del día, estaba por llegar.
Empezaba a ponerse el sol y nada como probar algunos de sus vinos desde lo alto de la gran torre de este hotel donde las vistas sobre un horizonte alentejano, casi infinito, invitan a disfrutar del momento y a saborear el privilegio de estar en un escenario tan especial.
El colofón final fue una gran cena, tipo buffet, al aire libre en la que, además de comer magníficas viandas preparadas por estos fogones (pan de chorizo hecho en horno propio de leña, ensaladas de todo tipo, carnes de ibéricos y pollo a la brasa, "enchidos alentejanos", arroces, espectaculares postres como "sericaia com ameixas de Elvas", "arroz doce", fruta, dulces, manzanas asadas, pudín de chocolate, etc., etc.), pudimos disfrutar de la compañía de buenos amigos.
En fin, una bonita forma de retomar tradicionales, acompañados de buena música, y recordar costumbres de la región.
Todo ello, organizado y preparado con la profesionalidad y sello distintivo de "Torre de Palma Wine Hotel".
No hay comentarios:
Publicar un comentario