Desde pequeño tuve ilusión por presenciar una mascletá. Me imaginaba estar en la plaza del ayuntamiento de Valencia viendo y oyendo esa impresionante secuencia de ruidos, petardos y tracas con el olor de pólvora como fondo de tan estruendoso y magnífico escenario.
El 2023 me regaló esta bonita experiencia.
Mi sueño se hizo realidad (no quiero olvidar reconocerlo desde el principio de este post) gracias a "The Fitzgerald" (www.thefitzgerald.es)
Así es, un amplio grupo de periodistas, blogueros y reporteros de viajes y gastronomía tomamos un tren de alta velocidad en Madrid. En solo dos horas de trayecto llegamos a nuestro destino: la estación Joaquín Sorolla de Valencia.
No escondo que había ciertos nervios por disfrutar y ver "in situ" ese magnífico espectáculo pirotécnico.
El programa que nos habían organizado era ciertamente inmejorable. Un día tan especial en Valencia acompañados de buena gastronomía. Además, para que todo fuera perfecto, el tiempo nos acompañó con una agradable temperatura y un cielo soleado.
Nada más llegar, tras apenas diez minutos andando desde la estación de tren, nos dirigimos a desayunar a uno de esos restaurantes que impresionan, para quien no lo conozca, desde el principio por su atrevida decoración (tipo "urban"). Su nombre: "The Fitzgerald Burger Company".
Todo estaba preparado (zumo de naranja, cafés, bocadillos de jamón, croissants, madalenas, etc., etc.), hasta el más mínimo detalle (incluido un pañuelo fallero), para recibirnos en un espacio acogedor donde, además, coincidimos con otros periodistas valencianos que nos esperaban.
El desayuno (completo, amplio y variado) no permitía ponerle ningún pero. Desde luego, uno de esos lugares que es fácil recomendar y en el que se sabe que quien acepte el consejo lo agradecerá. Una apuesta segura.
Muy bien acompañado, me tocó compartir mesa, conversación y desayuno con dos grandes gastrónomos: Hernando Reyes Isaza (de las revistas Altum y Top Viajes) y Eva Garcinuño Herrero (del blog gastronómico Gastroactivity).
Tras probar estos manjares y reponer fuerzas, nos dirigimos a la cercana plaza del Ayuntamiento, el epicentro de estos días de fiesta.
Tuvimos la suerte de recorrerla tranquilamente (aún no había mucha gente y se podía andar con cierta fluidez). Mientras tanto, apreciábamos los preparativos y trabajos que se organizaban antes de que empezara la mascletá de ese día. Todo debía ser perfecto y así fue.
Unas fotos de recuerdo y directos a un mirador, ciertamente especial en la segunda planta de un edificio cuyo portal se encontraba en esta emblemática plaza. No imagino la posibilidad de encontrar mejor ubicación para disfrutar de mi primera mascletá.
Tras los necesarios controles de seguridad en la entrada para constatar que el aforo era el adecuado y no se colaba nadie, tocaba esperar el ansiado momento. Mientras, el público empezaba a abarrotar la plaza.
La espera fue todo un placer. Nos tenían preparada una magnífica sorpresa gastronómica de la mano de la marca "The Fitzgerald". Tacos, hamburguesas, bebidas y cocteles en buena compañía. No se puede pedir más.
Comer una "Fitzgerald Cowboys Tampa", que viene presentada en una coqueta caja azul, blanca y roja representando en su parte superior el suelo de un estadio de futbol americano, para los que nos gustan las hamburguesas es, en términos de mus, un órdago ganador.
Imposible que no guste y sorprenda agradablemente ese brioche cuadrado (que antes había pasado, tras un toque de mantequilla, por una parrilla para darle una textura un poco crujiente) que encierra una magnífica carne -en doble porción-, queso chédar, pepinillos, lechuga iceberg, cebolla roja y una magnífica salsa Salvation. Todo ello acompañado de unas patatas Fitz.
Estoy, sin lugar a dudas, escribiendo de una hamburguesa gourmet.
Por cierto, ¿sabías que "The Fitzgerald", entre otros galardones a lo largo de su historia, tiene el de la "Mejor Burger de España" 2018?.
Tras finalizar la mascletá nos ofrecieron un cóctel de autor. Naturalmente, acepté la tentadora propuesta.
Tocaba ahora otra guinda del pastel. Nos esperaban las "mejores vistas del centro de Valencia": Ático 360.
Las panorámicas desde ese promontorio urbano son ciertamente únicas. Según me aseguraban, de las mejores de esta parte de la ciudad. Es el famoso ático del Ateneo, un lugar de moda en el que disfrutar de buena música y mejor ambiente.
Acabo, pues, esta corta e inolvidable experiencia por tierras valencianas con una foto casi obligada en mis viajes: con el logo del blog.
En esta ocasión, como podéis ver desde uno de los mejores miradores de la capital del Turia. Espero volver y, si es en tiempo de fallas y organizado por "The Fitzgerald", mejor.
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