"The White Lisboa", inmejorable ubicación en Avenida de la República

    Muchas veces me preguntan por un hotel donde dormir en Lisboa. Saben que es una ciudad que me cautiva y a la que viajo en varias ocasiones al año. 

    He hablado en radio y comentado en diferentes medios de comunicación (escritos y digitales) de muchos de sus alojamientos. Los hay para todos los gustos y para todos los bolsillos. Una cosa parece clara: además de su crecimiento, con las nuevas inauguraciones, la alta calidad de estos establecimientos es un dato contrastable (premios y galardones argumentan esta afirmación). Hoy quiero recomendaros uno de ellos que, seguro, os gustará. Su nombre: The White Lisboa.

    Este alojamiento, de tres estrellas, situado en la avenida de la República, próximo a la célebre plaza de Saldanha, justo encima de la boca de metro, creo -sinceramente- que es una magnífica recomendación.

    Hace pocos días pude disfrutar (esa es la palabra exacta) de este hotel único. Moderno, extraordinaria relación calidad/precio, bien situado, perfectamente comunicado y con una piscina que el huésped no puede perderse. Es una opción imbatible para pernoctar en la capital portuguesa.

   Sus cuarenta y cinco confortables habitaciones (divididas en categorías Estándar, Superior, Deluxe, Hight Duplex Suite y Sky Duplex Suite) cumplen los deseos de cualquier huésped. Hasta para el más exigente. 

     Los interiores de las habitaciones fácilmente pueden calificarse como de un cuatro estrellas. Estoy convencido. 

    La piscina, háganme caso, merece un apartado especial por, entre otras, dos destacadas razones. 

    Por un lado, su ubicación, en la planta décima de este edificio, regalando unas vistas únicas, especialmente sobre la transitada avenida de la República y, por otro, por la belleza de este recinto (pequeño, pero coqueto, donde el trabajo arquitectónico ha permitido construir esta piscina con un agradable solárium). No se puede pedir más.

    Perfecto para ser nuestro lugar de descanso tras una ajetreada jornada por la turística Lisboa. Cómodo, tranquilo, bien ubicado, en mi opinión, tiene una -lo reitero- muy competitiva relación/calidad precio. 

    Aunque no hay restaurante, si debe hacerse mención a un magnífico desayuno buffet continental situado en la planta baja del hotel en un espacio muy acogedor, donde la variedad de cuadros de sus paredes, con aires modernos y contemporáneos, adquieren especial protagonismo en la decoración. 

    Tonos blancos agradables, muchos cuadros y un diseño actual, funcional  y elegante en las habitaciones (con grandes televisiones que se "esconden" en espejos acristalados en las habitaciones) son algunas de las posibilidades que ofrece este hotel, también adaptado para aquellas personas que tengan limitada su movilidad. 

    Si a todo ello le vamos uniendo otros argumentos complementarios como una magnífica atención por todos los profesionales que conforman equipo del hotel, el hecho de encontrase con altísimas puntuaciones en diferentes foros digitales (entre ellos, los de limpieza) o el trato cercano que recibe el huésped, parece que la elección está perfectamente argumentada. 

    Web: White Lisboa - Hotel White Lisboa . Por cierto, la propia web define al hotel con estas palabras: "un oasis en el corazón de Lisboa".

    Tras lo mencionado con anterioridad, es el momento de transcribir, por lo preciso y porque engloba perfectamente lo que es The White Hotel, uno de los comentarios, muy atinados, realizados por un huésped que recientemente pernoctó en el hotel:

   "Ubicación perfecta. Boca de metro en la puerta. Camas supercómodas. Detalles como manzanas, agua, zapatillas o bombones nada más entrar. Una pasada".

    Un último consejo gastronómico final. El hotel, como he escrito en otros párrafos, ofrece un magnífico desayuno, pero no cuenta con un restaurante con servicio de comidas y cenas. 

    No obstante, muy cerca, a unas decenas de metros, encontramos uno de los emblemas culinarios (también repostero) de la capital. Me estoy refiriendo a la cafetería Versailles (www.grupoversailles.pt), donde además de comer, podemos degustar -mientras admiramos la decoración y la belleza del local- algunos de sus famosos dulces.