No es un hotel más de la capital portuguesa. Es uno de los alojamientos más coquetos que el viajero pueda encontrar en Lisboa.
Quizás su nombre sea, por sí mismo, una declaración de intenciones ("Alma Lusa Baixa Chiado"), haciendo referencia a un arraigado sentimiento portugués que se exterioriza, entre otros aspectos, en esa hospitalaria y amable forma de recibir al huésped en el país vecino.
Una especie de alegato en defensa de muchos aspectos (en materia de hospitalidad, decoración, historia, etc.) del pasado portugués. Algo apreciable especialmente en esa fantástica labor de restauración, rehabilitación y adaptación de un edificio emblemático, sito en el centro de Lisboa, en la Plaza de la República, ubicado frente a la fachada principal del edifico del Ayuntamiento.
Hace unas semanas, concretamente el 16 de febrero, estuve hablando en el programa "Lusitania Express", dirigido por periodista José María Dasilva, de Canal Extremadura sobre este alojamiento tan especial.
Esta ventana radiofónica, que es un encuentro sonoro entre España y Portugal, me permitió dedicar unos minutos a uno de los más bonitos alojamientos en los que me he hospedado últimamente.
Os dejo el audio, si deseáis descargarlo, en diferentes formatos:
Lusitania Express (16/02/22) | Canal Extremadura (Comienza en minuto 22)
Es fácil adivinar, como decía en la entrevista, que hay dos grandes vertientes en Alma Lusa Baixa/Chiado: el hotel y su restaurante "Delfina".
No son precisas pues muchas palabras tras lo dicho. Simplemente, aderezar este post - tras escuchar la entrevista- con una buena colección de fotografías para dejar que nuestra imaginación empieza a soñar con disfrutar de los placeres que Alma Lusa ofrece.
Hotel
Restaurante "Delfina Cantina portuguesa"
En un precioso restaurante (sito en la plante baja del edificio), que sirve también como espacio para los magníficos desayunos que prepara el hotel, es el lugar donde el comensal disfrutará de estas elaboraciones, en un ambiente relajado, cómodo y muy agradable.
Hay también un detalle, nada desdeñable, que no quiero caiga en el olvido. Me refiero a la posibilidad, si el tiempo acompaña, de cenar en su bonita terraza, que destila aires románticos.
Al frente de estos fogones se encuentra la joven y contrastada pericia del chef Vitor Baldini.
Debo reconocer que disfruté con los platos que me pusieron, guardando, como reconocido goloso que soy, especialmente un gratísimo recuerdo con la "leite creme queimado" que me degusté como "sobremesa" (postre).
Anteriormente pude degustar, acompañado con buenos vinos portugueses, unas "gambas a frigideira ao alho e coentros" y una "coxa de pato confitada con boletos, couves de Bruxelas, tomates assados e batatinhas salteadas".
Quiero recordar, por ser de justicia y acertadas con la realidad que viví, dos comentarios de huéspedes y comensales que pasaron por allí. Sintetizan, a mi entender, perfectamente las impresiones que el huésped experimentará en Alma Lusa Baixa/hotel: "Excepcional hotel boutique en el centro de Lisboa", "Superaron las expectativas en una estancia inmejorable".
Ya saben, en la Praça do Municipio, número 23, de Lisboa, le esperan para hacerles inolvidable su estancia por este fantástico hotel.
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