miércoles, 9 de febrero de 2022

Vuelvo al Palacio de Lousá


    Mediados de enero del año 2022. Me dirijo a la localidad portuguesa de Lousá, a pocos kilómetros de la conocida ciudad universitaria de Coimbra. Viajo al centro del país.




    Son muchos los deseos de volver a visitar este famoso hotel situado en pleno centro urbano. Desde el año 2015 no estaba por estas tierras. El que fuera el primer palacio convertido en hotel boutique de Portugal tiene ahora una nueva propiedad. Está incluido en el prestigioso grupo Discovery Hotel Management –DHM- (https://discoveryportugal.com/)




    Las expectativas se cumplen con creces porque, por fortuna, sigue manteniendo el sabor de la historia de estos muros centenarios. Su decoración, que cuadra perfectamente con el pasado del palacio, nos envuelve y acompaña con la imaginación a otros siglos. Lo que su rica historia puede ofrecer, fusionada con las comodidades de un alojamiento de primer nivel. Bonita combinación, extraordinaria alianza entre el pasado y el presente. 




    Referente en el turismo de esta zona, es una apuesta decidida por la calidad, el confort, la tranquilidad y la buena gastronomía.

    Todo ello, unido a un entorno natural envidiable, y único en Portugal, como es la sierra que nos rodea, las famosas “aldeias do Xisto” (pizarra) que tanto abundan por estas latitudes o el antiguo “Real Neveiro” donde se almacenaba nieve que se transportaba posteriormente a la corte portuguesa, en Lisboa.

    Su restaurante “A Terra” ofrece sugerentes platos de magnífica calidad y atractivas presentaciones en un ambiente único (un espacio totalmente acristalado con vistas a las montañas que nos rodean).




    La oferta culinaria, además de la impronta y buen trabajo del equipo de cocina y sala no olvida los productos de la tierra, apostando por la materia prima local y las elaboraciones de la tierra. Los ejemplos son claros: “Ovos rotos com cogumelos, chouriço regional e presunto”, croquetas de jabalí, “alheira de caça de Foz de Arouce con broa de Serpins” o “queijo de cabra de Arganil”.






    Quizás, el más claro detalle de esta filosofía de potenciación del producto autóctono lo tuve cuando probé un dulce típico, durante el desayuno, llamado “Lontra”. Un “doce regional” tradicional, de consistencia parecida a un bollo de leche, relleno de crema y un toque de canela. No les avanzo más, simplemente les sugiero lo prueben. Les encantará.



    El Palacio de Lousá (http://palaciodalousa.com/), antaño palacio de la Viscondesa de Espinhal, tiene una arquitectura típica de finales del XVIII y principios del XIX. Clasificado como Patrimonio Histórico de Interés Público, esconde anécdotas históricas acaecidas durante las guerras napoleónicas de principios del siglo XIX dignas de conocer. Una de ellas, posiblemente la más célebre de todas, tiene aires culinarios y tuvo como protagonistas insignes militares de alto rango franceses e ingleses. Entre ellos, el Duque de Wellington. Seguro que cuando estén allí se interesarán por este curioso detalle histórico.



    Impresionan sobremanera las espectaculares escaleras de mármol que permiten el acceso a la primera planta. Subir por ellas es toda una declaración de intenciones de lo que nos ofrece este palacio/hotel/boutique que respeta y conserva escrupulosamente un rico pasado que no debe olvidarse.




    
    
    En el programa radiofónico "Lusitania Express" de Canal Extremadura, dirigido por el periodista José María da Silva, hablé, el 2 de febrero, de mi inolvidable experiencia entre estos centenarios muros. Voy desgranando poco a poco, salpicándolo con algunas anécdotas, lo que supuso mi reciente paso por Palacio de Lousá. 





    Os dejo el link:  

https://www.canalextremadura.es/a-la-carta/lusitania-express/audios/lusitania-express-020222 

    En formato Ivoox: https://www.ivoox.com/conociendo-palacio-da-lous-audios-mp3_rf_82147230_1.html

    Les podría hablar de sus amplias habitaciones y preciosas suites, de su cuidada decoración, de su apuesta por la bicicleta (“Bikotel”) como medio de locomoción que nos permitirá conocer los alrededores, de su ubicación privilegiada, de su amplio jardín, de la alta calidad de sus amenities, de algunas de sus estancias o de la profesionalidad y magnífico trato que se dispensa al huésped. Todos ellos son motivos suficientes, desde luego, para acercarnos hasta Lousá.



    Sin embargo, hoy quiero poner el foco de mi atención en esa atmósfera acogedora que el cliente apreciará y en el indiscutible privilegio de pasar unos días rodeado de historia.



    La huella de su pasado está presente, el recuerdo de este edificio aristocrático se nota. Esa memoria de otros tiempos no es incompatible con las muchas atenciones y servicios que estas cuatro estrellas ofrecen.





    Así pues, solo queda para finalizar, además de aconsejarlo por razones obvias, felicitar a los responsables de este precioso desafío hotelero. Dar vida y conservar edificios cuyas paredes parecen hablar de su pasado, es trabajo arduo que siempre debe ser reconocido. 



    Como dicen en Portugal, "Parabens".



    Quiero recordar en estas líneas que en esta ciudad se encuentra la fábrica del licor portugués más famoso del país. Seguro que lo conocen: "Beirâo".




    Tuve la suerte de recorrerla de la mano de su propietario, José Redondo, que amablemente me fue enseñando estas impresionantes instalaciones. A la vez, conocí su dilatada carrera empresarial mientras me desgranaba anécdotas ciertamente curiosa de su ajetreada vida. 
    Fue, en todo caso, todo un privilegio disfrutar de su compañía y sus certeros comentarios. 




   Por cierto, el licor de Beirâo es producto recomendado por el blog NarroGeographic #RecomendadoporNarroGeographic   






    

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