lunes, 26 de octubre de 2015

Unos duendecillos están invadiendo Wroclaw


    Podrías pensar que he tenido un mal sueño cuando titulo este “post” de semejante manera. Sin embargo, según avances en su lectura, descubrirás que se trata de una anecdótica realidad.




   Estoy en Wroclaw (antigua Breslavia), una de las ciudades más bonitas de Polonia, situada al suroeste del país, muy cerca de las fronteras de Alemania y de la república Checa. Una ciudad que será, junto con San Sebastián, la próxima Capital Europea de la Cultura del 2016
 Imagínate la cantidad de certámenes, acontecimientos, conferencias, representaciones, actividades, reuniones, etc. que se están preparando para el 2016. Será, por lo que me han ido explicado, un programa repleto de eventos culturales. Imposible no tenerla en nuestra agenda viajera para el año que viene. Más aún si, como he leído recientemente, ha sido declarada por la UNESCO Capital Mundial del Libro 2016.



    Pues bien, recorriendo la ciudad, especialmente su parte antigua, descubro que unos pequeños duendecillos parecen “brotar” por diferentes sitios de esta capital. Los ves en calles, plazas, monumentos, puertas, cruces y esquinas. 
    Es como si deambularan a sus anchas y se hubieran apoderado del casco histórico. Hay centenares y no pasan desapercibidos. Puedes toparte con ellos en los sitios más inesperados o en los más concurridos.



   
    Lógicamente, estos enanitos de bronce suscitan la curiosidad y el asombro del visitante. Están en diferentes posiciones, realizando distintas actividades o ejerciendo los oficios más diversos. Diseminados por todos lados, “campan a sus anchas” por Wroclaw y su crecimiento, según me dicen, parece imparable. Cada año hay más. Tantos que existe, podríamos decir, un itinerario entre los turistas para  tratar de inmortalizar con sus cámaras la mayor cantidad de “gnomos”. Una especie de “safari fotográfico” de diminutas esculturas de bronce.              
    En definitiva, un curioso trayecto por numerosos rincones de la ciudad que, a la vez, se convierte en una amena forma de conocer esta urbe de fuertes raíces docentes. No hay que olvidar que estamos en una centenaria y prestigiosa universidad en la que miles de estudiantes, polacos y extranjeros, se matriculan en alguna de las facultades. No es, por ello, extraño ver a jóvenes españoles que se decidieron por la capital de la Baja Silesia para cursar sus estudios.

 
 

    Imposible, por tanto, no preguntar la razón de esta original curiosidad que se ha convertido en un recorrido turístico casi obligatorio. ¡A ver quién encuentra y fotografía más duendecillos!.





    Pues bien, toda esta sucesión de enanitos tiene que ver con una forma satírica que tuvieron algunos vecinos de esta ciudad de enfrentarse, en un momento determinado, a la dictadura comunista que hubo en este país. Es lo que se llamó la “Alternativa Naranja”. No adelanto más. Seguro que cuando estés allí te interesarás por este detalle histórico.




    Simplemente, te invito a que conozcas esta ciudad de puentes, islas y duendecillos. Una de las más bellas de Polonia.





Datos útiles:
Moneda. Zloty polaco.

Curiosidades históricas. En estas tierras nació y pasó su infancia el famoso Manfred Albrecht Freiherr von Richthofen, más conocido como el “Barón Rojo”, célebre piloto durante la Primera Guerra Mundial. En la localidad de  Świdnica, por ejemplo,  existe un hotel temático llamado “Red Barón Hotel” (www.redbaronhotel.pl) dedicado a este oficial alemán.

Alrededores. Casi obligado conocer parte de la  “Ruta  de los castillos y palacios de la Baja Silesia”. Muchos de estos centenarios edificios, ahora abiertos al público, se han convertido en hoteles con un encanto sin igual. Dormir entre estos muros con tanta historia, rodeado por tupidos bosques en medio de la naturaleza, es una experiencia que difícilmente se olvida.

 
 

    Tuve la suerte de cenar y pernoctar en el espectacular castillo Kliczkow (www.kliczkow.com.pl) con dos grandes viajeros: Oriol Puges y Andrés Magai. Una velada única. Tenemos que repetirla




Webs recomendadas:
    
    Para finalizar, comentaros que este reportaje se publicó, el 11 de noviembre de 2015, en la web del diario español LA RAZÓN
Os dejo el link:



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