Viajar a un nuevo país es dejar, en cierta
manera, que la sorpresa cabalgue libremente en los ojos del viajero. Siempre aparece,
afortunadamente, lo inesperado, lo insospechado, lo inimaginable. Ésta es una
de las maravillas de viajar. Poder descubrir algo nuevo, dejarse enredar por la
belleza de lo desconocido, por la atracción de lo sorprendente.
Acabo de regresar de tierras salvadoreñas y
debo reconocer que, de las muchas cosas que vi y disfruté, tengo un recuerdo
especial por una ciudad llamada Concepción de Ataco. Este municipio, al que
todos conocen como Ataco, perteneciente al departamento de Ahuachapán,
es de origen pipil (pueblo indígena que habitaba este territorio cuando
llegaron los españoles).
Es una típica localidad
salvadoreña con una gran plaza, la iglesia como vigía centenaria del municipio
y calles empedradas. Un diseño
urbanístico que, en muchos aspectos, respira aires coloniales.
Toda esta zona
es famosa por sus aguas y manantiales. No son pocos los que se acercan a disfrutar
de ellas, recomendadas para determinadas
enfermedades de la piel, así como por sus propiedades relajantes. Los pipiles, y otras civilizaciones prehispánicas que se asentaron en este territorio, ya
las conocían.
Como anécdota lingüística, Ataco, según algunos expertos, quiere decir
“lugar de elevados manantiales”.
Sin embargo, en este caso quiero
referirme a una curiosidad. Parece como si el color, en todas sus gamas y tonalidades,
hubiera invadido esta localidad. Decenas de muros y fachadas se encuentran
pintadas dándole un toque singular.
Me interesé por tan llamativa
circunstancia. Al parecer, para conocer sus orígenes no hay que remontarse muchos años atrás. Un grupo de
muralistas, venidos desde los Estados Unidos de América, concretamente de la
ciudad de Los Ángeles, desarrollaron un proyecto de “pintura social” dándole
así una nueva imagen al municipio.
Unos miembros de la asociación
“Sparc Murals” (www.sparcmurals.org) se desplazaron hasta Ataco para
impartir una serie de talleres sobre cómo pintar estos murales.
El resultado es perfectamente visible. Han
conseguido hacer aún más atractiva la ciudad con este esfuerzo conjunto entre
estos muralistas y los habitantes de Ataco.
Los motivos de los murales son de todo tipo,
predominando el contenido social. Hay referencias a los derechos de los niños,
a las poblaciones indígenas, alusiones a la pobreza, a la igualdad de sexos, etc. Obviamente,
la variedad es tan grande que no debe
extrañarnos ver dibujos sobre la vida cotidiana de Ataco, el paisaje
salvadoreño, los volcanes, incluso en un poste de luz los omnipresentes escudos
del Real Madrid y F.C. Barcelona. Se trata de un arte que, como dice, Judy
Vaca, muralista profesional americana que dirigió este proyecto, actualiza una tradición maya (civilización que acostumbraba a pintar en
las paredes).
Ahora sólo queda perpetuar viva por muchos años esta
iniciativa cuidando estas obras de arte urbano ante los deterioros que las
inclemencias climáticas y el paso del tiempo ocasionarán. Se calcula que su duración ronda los siete años, por lo que una buena labor de conservación y mantenimiento es imprescindible. En
cierta forma, esta estrecha colaboración entre unos muralistas norteamericanos
y la población de Ataco, ha conseguido plasmar en las calles parte de la
historia y del sentir de sus habitantes.
Indicar finalmente que el famoso mural donde se ve a una anciana con un cántaro de agua en las manos es un retrato de Dª. Gabriela Juárez, que era la señora más anciana de Ataco.
Consejos:
Moneda: Dólar. Conviene llevarlos desde nuestro país de origen.
Hay muy pocos bancos donde cambiar dólares y puede resultar un problema venir con euros.
Compras: Esta ciudad es un espacio ideal para realizar nuestras compras, especialmente objetos de artesanía.
Comida: En este caso te aconsejo pedir en cualquiera de los restaurantes de la ciudad carne de res salvadoreña a la brasa. Te gustará. Son precios muy accesibles para el bolsillo español. Para acompañar, no es mala idea un buena cerveza. Por ejemplo, la marca "Pilsener".
Web: www.elsalvador.travel
Agencia de viajes para conocer el país: www.salvadoreantours.com
Compras: Esta ciudad es un espacio ideal para realizar nuestras compras, especialmente objetos de artesanía.
Comida: En este caso te aconsejo pedir en cualquiera de los restaurantes de la ciudad carne de res salvadoreña a la brasa. Te gustará. Son precios muy accesibles para el bolsillo español. Para acompañar, no es mala idea un buena cerveza. Por ejemplo, la marca "Pilsener".
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