Recorriendo las tierras del Algarve, por el
término municipal de Tavira, en la Freguesía de Santa Luzía, descubro el “ser
vivo más antiguo de Portugal”.
Así es como me lo contaron. No exagero ni un ápice con este relato.
En el complejo turístico "Pedras del Rei" el viajero se topa con un "multicentenario" olivo. Según los estudios de especialistas en la materia, supera los
dos mil años. No miento.
Esa “oliveira” es uno de los 142 árboles que
están clasificados en Portugal como de interés público. Más aún, el número 178
del Diario de la República (lo que se sería nuestro Boletín Oficial del Estado)
le otorga tal clasificación.
Como comentaba al principio, se encuentra en el complejo turístico Pedras del Rei (www.pedrasdelrei.com), un
espacio dedicado al descanso de
turistas, especialmente en épocas veraniegas.
Compuesto por diferentes chalets,
piscinas, restaurantes, zonas deportivas y centros de ocio, este resort puede presumir de tener,
justamente entre las viviendas 46 y 48,
el ser vivo más antiguo de Portugal. Una gran placa a los pies de tan famoso
olivo lo certifica. Sin duda, un lujo para todos sus
vecinos que no pasa desapercibido.
Su tamaño es gigantesco. El tronco tiene tres
metros y sesenta centímetros de diámetro en su base y todo el árbol casi ocho
metros de altura.
Los años no parecen sentarle mal. Da, según me informan, anualmente hasta cuarenta
kilos de aceitunas.
Una vez superada una cierta y lógica inicial
incredulidad sobre este “anciano milenario” es imposible no pensar en la
cantidad de acontecimientos acaecidos durante tantos años de los que fue
testigo mudo.
Por estas tierras pasaron, entre otros, fenicios,
romanos y árabes que seguramente pudieron deleitarse comiendo sus aceitunas y
aderezando las comidas con su aceite.
Cuantos estábamos en esos momentos allí
pensamos en lo mismo: lo mucho que habrá “visto” y “oído”, así como la cantidad de historias que podría
contar este tronco.
Dicen que las arrugas en la cara de una
persona son la evidencia de los años vividos, de lo pasado en el transcurso del tiempo. Algo similar puede
decirse del tronco de este olivo. Los siglos han dejado también su secuela en forma
de curvas, huecos y contorsiones insospechables.
Es, de verdad, un tronco muy
fotográfico.
Quizás la mejor manera de haceros una idea de
sus dimensiones es viéndome junto a esta maravilla de la naturaleza que, lo mejor
de todo, goza de muy buena salud.
Un consejo final.
Ya que hemos llegado hasta
aquí, os recomiendo comer en el restaurante del complejo turístico Pedras del Rei. El pescado es maravilloso y sus "pataniscas" de pulpo y bacalao excepcionales.
Por
cierto, ¿Sabías que la Freguesia de Santa Luzia es conocida en Portugal como la
capital del pulpo ("Polvo")?.
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