"Esta
ciudadela, situada en la vertiente oriental de la cordillera del Vilcanota (departamento de Cuzco, provincia
de Urubamba), es una de las más valiosas expresiones del arte arquitectónico incaico. Lugar de
enigmas y misterios, conocerla es uno de los grandes deseos de muchos viajeros.
El 24 de julio de 1911, un grupo de especialistas de
El conjunto arquitectónico se divide en dos grandes sectores: el agrícola (constituido por una sucesión de andenes de diferente tipo y dimensión que cumplían la doble función de cultivo y contención de la erosión producida por las lluvias) y el urbano (donde, además de encontrarse las mayores construcciones, se aprecia el esmero que pusieron para estos trabajos en granito).
Las ruinas de esta ciudadela se elevan milagrosamente
entre una exuberante vegetación por encima de las nubes y enmarcadas por
montañas circundantes.
¿Cómo llegar?:
Una vez en Cusco, en mi opinión, lo más barato es coger un autobús que nos
llevará hasta la estación de tren de
Ollantaytambo por unos 5 soles. De allí, tomaremos el tren que nos
trasladará finalmente a Machu Picchu pueblo por unos 12 dólares americanos. En
este tren los vagones para extranjeros y para peruanos son diferentes siendo,
igualmente, distinto el importe a pagar.
Machu Picchu pueblo (llamado antes Aguas Calientes) es
tremendamente turístico. Podemos encontrar hoteles y hostales de
todos los precios. Desde los 12 dólares la noche hasta los 350 dólares que
cuesta la habitación más barata del famoso Sanctuary Lodge, situado en la cima
de la montaña.
Tras haber descansado del viaje nos pondremos en marcha, a la mañana siguiente, para subir a la ciudadela. Si bien existe un servicio de autobús que dura aproximadamente 20 minutos, lo más aconsejable es hacer la subida a pie.
Iremos provistos de buen calzado, agua en abundancia y ganas de disfrutar, durante aproximadamente hora y media, del maravilloso paisaje a través de unos caminos abiertos por los incas en medio de la selva. La humedad durante el trayecto ronda el noventa por ciento. A esta región la llamaban los incas el Antisuyo (uno de los cuatro territorios en que se dividía el Tahuantinsuyo), que traducido al castellano significa “ceja de la selva” o principio de la selva.
Una vez en la cima y tras unos minutos de descanso para recuperar fuerzas procederemos a realizar la ansiada visita a Machu Picchu. El coste de la entrada para extranjeros es de 20 dólares, siendo la mitad para los estudiantes.
No está de más tomarnos una taza de mate de coca para evitar el soroche o mal de altura.
A primera vista, la sensación es de incredulidad. ¿Cómo es
posible que se construyera esta
portentosa ciudad a
Si aún nos quedan ganas de ascender un poco más nos atreveremos a subir, en un trayecto de aproximadamente una hora, al Apu Huayna Picchu (famosa montaña sagrada para los incas que se ve en casi todas las fotografías de Machu Picchu).
Aquí la subida tiene cierto peligro por lo que todas las precauciones son pocas. Aquellas personas con vértigo o que noten algún síntoma del soroche (dolores de cabeza, mareos, náuseas, etc.) deben abstenerse.
A pesar de la dificultad, el cansancio, la humedad y la pendiente
la recompensa de las vistas que nos regala el Apu Huayna Picchu merecen la pena.
Algunos viajeros, los más valientes, deciden prorrogar su estancia un día más para acometer la subida al Apu Putucusi. Montaña que está coronada con la bandera inca del Tawantisuyo.
Se tarda aproximadamente dos horas de subida y dos de bajada. En este caso, la pendiente es mayor y se debe ir siempre acompañado.
Aunque la posibilidad de encontrarnos
con alguna de ellas es remota, debemos
tener en cuenta que estamos en el principio de la selva y hay víboras.
Recomendaciones:
Visado: No se necesita.
Vacunas: Es aconsejable vacunarse contra la fiebre amarilla y el paludismo. Conviene, no obstante, informarse en los servicios médicos para mayor seguridad.
Gastronomía: Posiblemente el plato peruano más conocido sea el ceviche. Se trata de un preparado de diferentes pescados crudos, como corvina y pejerrey, aderezado con limón, ají amarillo fresco con apio y ajo tostado.
No debemos dejar de probar los
característicos “anticuchos”, hechos de corazón de "res", acompañados de patatas y
ají.
Moneda: La moneda en circulación es el nuevo sol. En casi todo Perú se acepta el dólar. Es aconsejable mirar en varios lugares antes de proceder a cambiar nuestros euros. Debido a la existencia de un gran número de billetes falsos, resulta conveniente pedir a quien nos los ha cambiado que selle cada billete para poder solicitar, en caso de recibir alguno falso, su devolución.
Transporte interior: Los
vuelos domésticos son muy baratos y, debido a las grandes distancias, es sensata
su utilización.
En definitiva, conocer Machu Picchu es una experiencia fascinante. Supone sumergirse en sensaciones nuevas y placenteras.
Nos permitirá acercarnos a una civilización de profundas raíces y extraordinario desarrollo. Los incas llegaron a tener un grado de desarrollo superior al de cualquier otra comunidad precolombina. Una cultura que, junto a la impronta española, son señas de identidad del Perú actual.
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Ama Lulla (no seas mentiroso).
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Ama Sua (no seas ladrón).
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Ama Quella (no seas ocioso).
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Ama Sipex (no mates).
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Ama Mappa (no injuries).
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Ama Huachicanqui (no seas adúltero)
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