Viajé, hace poco, al norte de
Marruecos, cerca de Tetuán. Concretamente,
a la “perla del norte”, a la "ciudad azul”. Su nombre es Chefchauen,
Chauen o Xauen. Cualquiera de los tres
nombres la identifica.
Es complicado expresar las
sensaciones que el viajero experimenta cuando recorre este precioso laberinto
azul y añil de calles estrechas, empedradas y serpenteantes.
Estamos en las estribaciones
de la cordillera del Rif, en una localidad construida en las faldas de la montaña.
Un lugar donde la belleza natural de un
entorno único se funde con el minucioso trabajo de sus habitantes que, durante
siglos, han ido moldeando urbanísticamente esta ciudad para ser reconocida
internacionalmente.
En mi última visita, hace pocos días, me comentaron que
los vecinos pintan, hasta dos veces al año, paredes y suelos para mantener ese reluciente
color. No es de extrañar que fuera y sea
inspiración de numerosos artistas.
Se ha convertido en uno de los
grandes destinos turísticos del norte de Marruecos, sin que ello suponga perder
su esencia, su historia y su cultura rifeña.
Frente al bullicio de grandes
ciudades marroquíes como Tánger, Marrakech, Casablanca o Rabat, aquí encontrarás,
por las callejuelas de la medina, tranquilidad y paz. El tiempo corre más lento
y las prisas parecen ser incompatibles con estas calles. Palabras como estrés
pasaron de lejos por estas tierras.
Por su colorido y su luz es un
paraíso para los amantes de la fotografía. Sin lugar a dudas, es cautivadora, seductora y atrayente.
Si quieres
relajarte tras una tarde de compras por la medina, nada mejor que sentarte en cualquiera de las terrazas de los
restaurantes de la plaza Uta el Hammam (flanqueada por su imponente Alcazaba y
la gran mezquita). Estamos en el epicentro de esta parte de la ciudad.
Podría también hablarte de otra vertiente de Chefchauen como es su parte más moderna. Ni la olvido, ni la aparco. Obviamente, te recomiendo que la conozcas. Sin embargo, nada supera al ambiente envolvente de una medina azul, de unas fachadas que "dan alas" a la imaginación o de un urbanismo tradicional rifeño que impacta nada más verlo. Viajar a Chefchauen es un sueño hecho realidad.
Estoy convencido que, cuando veas
estas fotografías, pondrás su nombre en un lugar privilegiado de tu agenda de
viajes. Puede, perfectamente, ser tu próxima escapada. Hazme caso, Chefchauen no defrauda. Es más, te atrapa.
Permíteme que me tome una pequeña licencia. Quiero, en vez de utilizar las palabras, orientarte con las fotografías que estuve haciendo hace poco tiempo. Afortunadamente, el día amaneció soleado y pudimos ver en toda su plenitud el colorido añil que impregna la ciudad.
Por esta razón, me permito "hablarte con fotografías", "expresarme con instantáneas", "escribirte con imágenes". Este azul omnipresente de su medina va a ser el "leitmotiv" en este reportaje. Parece que toda la gama de azules de la paleta de un pintor estuvieran presentes aquí.
Quiero, en lo posible, y con las limitaciones propias de un blog, que sientas la ciudad, que te empapes con este post de esa atmósfera con la que nos recibe una de las localidades más bellas de Marruecos.
Por cierto, para los amantes de la naturaleza y el
senderismo, muy cerca se encuentra el
Parque Nacional de Talassemtane. Montañas,
valles, riscos, cascadas de agua y bosques te esperan en una de las reservas naturales más importantes
de Marruecos.
Recientemente estuve hablando de Chefchauen en el programa "Cosas que pasan" de Canal Extremadura Radio, dirigido por el prestigioso periodista Jose Maria da Silva.
Os dejo el link para que podáis escucharlo:
Me encantaron las fotos Juan ,bien se dice que una foto vale más que mil palabras, eres muy afortunado en poder vivir estas maravillas y nosotros por compartirla con nuestros miles de lectores de www.turistamagazine.com .
ResponderEliminarfelicitaciones
Elena Villar