En las afueras
de la ciudad malagueña de Antequera, junto al parque natural de El Torcal, casi
en el centro de Andalucía y perfectamente comunicado, descubrimos un espléndido
hotel de cinco estrellas, erigido sobre lo que fuera un antiguo convento del
siglo XVI.
El año 2009
fue el de su inauguración, lo que permitió salvar este edificio religioso del lamentable grado
de conservación en que se encontraba y de un casi seguro futuro ruinoso.
Un total 21 amplias
y cómodas habitaciones, todas ellas dispuestas
para el mayor confort de sus huéspedes, dotadas
incluso de bañera de hidromasaje, conforman la oferta de este hotel Convento La
Magdalena (www.hotellamagdalena.com).
Sus vistas son impresionantes. Todo un lujo al encontrase frente a los riscos puntiagudos de la serranía
vecina y estar rodeado de hectáreas de olivares. En definitiva, fácil conseguir que
el viajero se sumerja por unos días en
una placentera experiencia de paz y tranquilidad.
Sensación que se acrecienta cuando se
prueba el spa -gratuito para sus clientes- o se disfruta de las exquisiteces del
restaurante.
David Muñoz es
el chef jefe del restaurante “Refectorio”, otro icono de este hotel. A pesar de
su juventud tiene una dilatada trayectoria gastronómica, y eso se nota. El Hotel
Ritz de Madrid, El Bulli o Can Roca han sido algunos de los prestigiosos
fogones en los que ha ido perfeccionando su ya extenso currículo. En mi
opinión, una cocina tradicional con sello propio.
Tradición, innovación y
creatividad se conjugan en este cordobés cuyo trabajo no pasará desapercibido para
el comensal. Talento sin vanidad. Sus propuestas, de lo más variadas. Imposible
que no guste. Porra antequerana con chic de verduras y croquetitas de bacalao
con espinacas y piñones, milhojas de foie con queso de Ronda y manzana
caramelizada, vieira gratinada a la vainilla, arroz de boletus con bogavante
perfumado con albahaca, lomo bajo de buey con trufa negra…., por citar algunos
ejemplos.
Si sólo con leerlo se hace la
boca agua, imagine el lector lo que supone disfrutar estos platos en un marco
tan incomparable como éste.
Es una comida
atractiva, con claro predominio –como es de esperar- de los productos autóctonos, sin altibajos, conjugando
recetas clásicas y vanguardistas, en un ambiente cálido y con un local
tremendamente luminoso gracias a las espectaculares vistas que regala un
inmenso ventanal que parece rodear al restaurante. Todo ello dirigido por este
cocinero de raza que va ganando clientela gracias a su buen hacer.
Si hotel Convento
la Magdalena pretende que pernoctar y comer sea una experiencia inolvidable,
desde luego, lo logra. Y lo mejor, a unos precios que no son de cinco
estrellas.
La impresión
de sentirse privilegiado por estar en un determinado lugar es algo difícilmente
describible. Se siente, se nota, se interioriza.
Puedo asegurar que lo
consiguen. Si a ello le sumamos la piscina exterior, la espectacular terraza
donde desayunar cuando el tiempo acompaña, los tratamientos tonificantes y
relajantes del spa, un agradable piano bar, una bodega donde presenciar un
espectáculo de baile flamenco o una
acogedora y coqueta tetería árabe, vamos completando todas las piezas que nos faltaban para descifrar el destino de nuestra
próxima escapada.
Es también, no hay que olvidarlo, un alojamiento
enclavado en plena naturaleza. Ideal para quienes desean perderse
entre este laberinto de formaciones calizas que es el cercano Parque Natural de
El Torcal. Además, para los forofos del golf, a menos de un kilómetro se sitúa
el campo de golf de Antequera ¿Se puede pedir más?.
Desde luego,
uno de los hoteles más exclusivos de la provincia de Málaga.
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