No olviden este nombre: “Convento
do Alter”. Será nuestro particular campo/base para conocer uno de los pueblos,
Alter do Châo (perteneciente al distrito de Portalegre), con más historia del
Alentejo norte y, desgraciadamente, bastante anónimo para el turista español.
Este convento franciscano de
finales del siglo XVI ha pasado por numerosos avatares. Fue, obviamente, lugar
de recogimiento y oración de monjes y frailes para, posteriormente, convertirse
en la residencia particular de una familia acaudalada de esta zona. Su último y actual destino, quizás el más
aconsejable al permitir mantener ese legado histórico arquitectónico, es ser un recomendable alojamiento en el que
pernoctar en Alter do Chao.
Sus 4 estrellas hacen
justicia a lo que nos depara. La notable
obra de remodelación en la que se embarcaron sus propietarios se conjuga con el gran cuidado mostrado para conservar su esplendor original, respetando
al máximo la historia de estas piedras seculares.
Simplemente con estar sentado
algunos minutos en el claustro central, el huésped podrá “respirar” esa perfecta
conjunción entre la historia de unos muros y la modernidad de un hotel con todo
tipo de comodidades.
Una treintena de habitaciones,
sala para reuniones, piscina exterior, sala de conferencias, espacio para la
lectura, salón de juegos, pequeño jardín de entrada, una espectacular cisterna
en la que los religiosos franciscanos almacenaban el agua para épocas de sequías, restaurante y un agradable bar donde finalizar nuestra cena en
compañía de los amigos son algunas de las posibilidades que depara Convento do
Alter. Sin duda, en estos momentos, el mejor alojamiento del entorno.
Pero hay algo más: el trato familiar
con el que se recibe al viajero es muestra clara de esa sensación placentera en
la que nos embarcaremos durante nuestra estancia.
Uno de los alicientes de pernoctar
aquí, además de disfrutar cuanto este hotel ofrece, apreciar de
las bellezas cercanas que tanto el municipio como en entorno natural ofrecen.
Estamos, como comentaba, en una
localidad que ha tenido gran importancia en la historia del país vecino. Su
céntrico castillo, en la plaza central (llamada de la República), y la sucesión
de casas señoriales blasonadas, dan prueba clara de todo ello. Más aún cuando a
pocos kilómetros (no más de cinco) descubrimos la “Coudelaria do Alter”, una
visita inexcusable para los amantes del caballo, donde, entre otras cosas, se
pueden ver caballos y potros pastando en estas dehesas, visitar alguna
exposición sobre temas hípicos, conocer la historia del lugar, acercarnos a su
centro veterinario o asistir, por ejemplo, a alguna conferencia.
Así es, fundada en 1748, es la cuna del caballo lusitano, una raza típicamente portuguesa. Como dice la web de Visit Portugal: "Al entrar en la yeguada de Alter, yeguda nacional, entrará en el reino del caballo lusitano de pura raza".
Como curiosidad y
anécdota histórica, de estas cuadras procedía, al menos así me dijeron, el caballo “Gentil”, que sirviera
de modelo para la estatua ecuestre del Rey D. Joâo situada en el Terreiro
do Paço de Lisboa.
Se hace de noche y conviene regresar al hotel para, en su restaurante, apreciar las bondades de la gastronomía alentejana. Buenos vinos y mejores viandas a precios verdaderamente competitivos. El menú es variado y acorde con la tradición culinaria de esta región portuguesa. En todo caso, de las muchas opciones posibles, les recomiendo pidan unas “migas de espárragos trigueros”. Placer de dioses.
Por todo ello, Convento do Alter
se convierte en un lugar único para pasar un fin de semana especial, para disfrutar
de la deseada soledad que busca la pareja entre estos pueblos alentejanos, para
olvidarnos un poco del ruido y de las prisas, para aparcar el estrés y las
preocupaciones, para soñar por unos días con la tranquilidad que dan unas
paredes monacales.
Datos útiles:
Web teléfono de reserva: www.conventodalter.com.pt Teléfono de reservas: (00351) 245 619 120
Webs recomendadas: www.alterreal.pt
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