Siempre me ha gustado ver las ciudades a primera hora. Cuando, como suele decirse, "se están poniendo las calles".
Pasear por localidades nuevas (para mí) y ver los diarios preparativos de las tiendas antes de abrir, de los bares antes de empezar a servir los desayunos o, simplemente, adivinar el bullicio y jolgorio que en pocas horas habrá (donde reina ahora cierta tranquilidad) es algo siempre, en mi opinión, atrayente y seductor.
Las ciudades a esa hora, como cualquiera de nosotros, tienen otra cara..
Recientemente visité Nimes, una preciosa ciudad del sur de Francia, relativamente próxima al Meditarráneo y no muy lejana de la frontera española.
Nimes es conocida por numerosas cosas. Entre ellas, por su palpable huella romama y, para los aficionados al mundo del toro, por su afamada feria taurina, de renombre internacional.
Os cuelgo aqui algunas instantáneas del precioso centro de Nimes a primera hora. Una de las más bellas ciudades de Francia. Estas fotografías corresponden a ese viaje. El día amaneció algo triste pero, por suerte, pronto mejoró. No obstante, a pesar de la latente amenaza de una fina y persistente lluvia, las instantáneas expresan con nitidez lo que es una capital despertándose. Espero que os guste.
Por cierto, os invito a que descubráis la razón del escudo de Nimes: un cocodrilo atado al tronco de una palmera que se encuentra hasta en los suelos del casco antiguo.
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