lunes, 5 de septiembre de 2011

Estambul, mosaico de culturas




    La antigua Bizancio es la única ciudad en el mundo situada entre dos continentes: Europa (tierra de la oscuridad) y Asia (tierra donde nace el sol). Separada por el impresionante estrecho del Bósforo, conocerla es sumergirse en su glorioso pasado descubriendo sus mil y un encantos.
    Actualmente Estambul, además de ser la mayor urbe de Turquía, es el motor económico y de desarrollo del país.  No es la capital política –que se trasladó a Ankara por razones estratégicas y defensivas- pero es la capital cultural, sentimental e histórica, además de la más poblada, con diferencia.
    Nada mejor para referirnos a ella que recordar las palabras del escritor español Javier Reverte, en su libro “Corazón de Ulises”, que la describe como “capital de tres imperios: romano, bizantino y otomano; nacida y crecida con tres nombres: Bizancio, Constantinopla y Estambul; a orillas de tres mares: Mármara, Bósforo y Negro”.
    Estas palabras encierran lo que atesora Estambul: historia, arte, cultura, compras, caos y un característico bullicio.
    Podemos comenzar nuestro recorrido por su parte más histórica y turística (El Cuerno de Oro) donde es obligada la visita al Gran Bazar (con casi ilimitadas posibilidades de compras), la Gran Mezquita Azul (erigida en tiempos del Sultan Ahmet I), Santa Sofía (ordenada construir por el emperador Constantino, es considerada la obra más grande de la época bizantina), el hipódromo (con sus tres obeliscos: el egipcio, la columna serpentina y la columna de Constantino), el Palacio de Topkapi (sede administrativa y política del imperio otomano, es fiel reflejo del poder y gloria que alcanzó durante siglos), el Bazar de las Especias, la mezquita de Súleymaniye (Solimán el Magnífico), etc., etc..



        
           
    Desde esta zona histórica cruzamos, siguiendo en Europa, por el Puente Gálata para conocer la parte más moderna, visitando la Torre Gálata o paseando por la transitada calle Istikal, que acaba en la  moderna Plaza Taksim. En esta zona se sitúan alguno de los más emblemáticos y lujosos hoteles de la ciudad.

    En este mapa de Viaurbis, tenéis un resumen visual de lo que os ofrece la capital histórica de Turquía. 




    Es aconsejable un crucero por el Bósforo tomando esos característicos transbordadores en el puerto (Bogaz Vapurlari Iskelesi), junto al Bazar de las Especias




    El Bósforo es un tortuoso y serpenteante estrecho, rico en historia y batallas, de cerca de 32 kilómetros de longitud, que conecta el mar Negro con el mar de Mármara. Las dos orillas se encuentran comunicadas por dos faraónicos puentes y multitud de barcos. El crucero nos llevará hasta la entrada al Mar Negro a través de un inenarrable estrecho jalonado de casas otomanas –se conservan pocas al construirse tradicionalmente de madera-, palacios como el de Dolmabache, fortalezas y mezquitas. 
    Conviene aclarar que Estambul es imposible abarcarla en un solo viaje. Creo que habré ido unas cuatro veces y me falta tanto aún por descubrir….
    Cenar algún día en el bullicioso barrio de Kumkapi (muy cercano al mar de Mármara) resultará también una experiencia inolvidable.

Consejos útiles:

Páginas web: http://www.turismodeturquia.com/, www.turquia.net, www.turizm.gov.tr , www.estambul-online.com (aquí encontraremos una actualizada información de itinerarios, compras, restaurantes, negocios, eventos, fiestas, etc.). 
Vacunas y salud: No se necesitan vacunas para viajar a Estambul. Es conveniente tomar el agua embotellada.
Idioma: La lengua oficial es el turco.
Compras: En la mayoría de los bazares no existe el precio fijo. Se determina el mismo a través del sistema del regateo. Esto no es  aplicable a los centros comerciales. La variedad de compras es muy amplia: cuero, metales, artesanía, alfombras, piel, joyas, etc.
Moneda: La lira turca.
Recomendación personal: Fumarse una pipa de agua, tomar un café turco o probar el turístico té de manzana en cualquiera de las terrazas que se encuentran alrededor de la Gran Mezquita Azul. 
    Otra curiosa y muy recomendable experiencia es probar un baño turco. Se dice que conjuga varios elementos que lo hacen únicos (calor húmedo, calor seco, frío y masaje). Antiguamente, estos baños eran también lugar de encuentro donde se cerraban multitud de negocios y acuerdos.



        
   Me gusta enfatizar, para saber dónde nos encontramos, que esta metrópoli a lo largo de su historia erigió construcciones que sobrepasaban lo imaginable en su momento
     Para hacernos una idea, debemos pensar, por ejemplo, en el Gran Bazar en la época de apogeo del imperio otomano (con una extensión de 35 hectáreas, en torno a 80 calles y cerca de 3.500 tiendas). La misma Santa Sofía, durante el imperio bizantino, supuso en su diseño un hito no conocido entonces al ser la primera edificación de base cuadrada de este tamaño cubierta por una gran cúpula central y dos pequeñas semicúpulas.



       
    En fin, una ciudad que reserva al viajero extraordinarias e inolvidables sorpresas. Un mosaico de sensaciones, culturas, costumbres e historias que cautivarán al visitante.
    Dejaré para otro reportaje la gastronomía turca, una de las más variadas del mundo. Por desgracia, para muchos españoles es muy desconocida, asociándola únicamente con el kebad. 
    Cuando recorráis este país advertiréis la calidad de sus verduras, de sus pescados y carnes. Una curiosidad son sus entrantes (tanto fríos como calientes). El camarero nos pondrá a nuestra disposición una gran bandeja para que elijamos los que deseemos. Los postres turcos, merecen, por derecho propio, capítulo independiente.



    
    Lo que os escribo son apenas unas pequeñas pinceladas de una de las ciudades más atrayentes del mundo
  He hablado en varios programas de radio de Estambul y escrito numerosos artículos sobre ella. Os dejo el reportaje de cuatro páginas que escribí para la revista española OSACA titulado: "Estambul, capital cultural europea". 







    Finalizo estos párrafos con algunas de las instantáneas que me hizo el gran fotógrafo Santi Burgos, con quien tuve la suerte de compartir uno de los viajes a esta bellísima ciudad. 











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