viernes, 7 de febrero de 2014

Hotel Auditórium, junto al aeropuerto y a IFEMA

       
           
    En Madrid, en la avenida de Aragón, a la altura del número 400, se encuentra el Hotel Auditórium.
    Varias e importantes vertientes hacen del Auditórium nuestra mejor elección. Por un lado, es un hotel cercano a I.F.E.M.A. Por otro lado, es un hotel próximo al aeropuerto de Barajas. Dos grandes argumentos de ubicación nada despreciables. Su cercanía a estos dos referentes de la capital española lo posicionan en un lugar privilegiado para viajeros y ejecutivos.
 


                 

    Es por ello el alojamiento ideal para quienes  tienen que tomar un vuelo, para el que busque descansar tras un largo trayecto de varias horas de viaje, para cuantos precisen un rápido antídoto ante el fastidioso “jet lag” o para los que se acercan a cualquiera de las ferias que periódicamente se celebran en ese gran recinto ferial madrileño (el mayor de España).
                 
    No olvidemos que el calendario de certámenes es casi incesante, aglutinando a cientos de miles de personas alrededor de ellos. Por poner algunos ejemplos: FITUR (Feria Internacional de Turismo), Salón del Vehículo de Ocasión, GENERA (Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente), Salón del Automóvil de Madrid, Salón Internacional de la Franquicia, Feria Internacional del Juego, Salón Internacional de Textil, Calzado y Complementos, ARCO (Feria Internacional de Arte Contemporáneo), IBERJOYA, EXPOÓPTICA, etc., etc.

 
 


                 
    Su localización es pues perfecta. Además, para la comodidad del huésped, dispone de un servicio de transporte gratuito y periódico tanto al aeropuerto como a I.F.E.M.A. En apenas diez minutos desde que salimos de la recepción del hotel podemos estar facturando nuestras maletas. Un verdadero lujo. Una comodidad que no debe pasar desapercibida para el viajero que quiera volar.




                
    Las instalaciones son también acordes a un hotel de alto standing (cuatro estrellas). Amplias habitaciones, piscina climatizada, sauna, pistas de pádel, gimnasio, varios restaurantes, wifi gratis en todo el hotel, centro de congresos y convenciones, coctel bar, salón de juegos, snack bar, terraza bar, numerosas salas para reuniones y conferencias… En definitiva, un sinfín de posibilidades.


 

    Su fama como hotel de negocios para Madrid (preparado para reuniones, presentaciones, certámenes, conferencias y congresos) está bien ganada. Algunos grandes acontecimientos de repercusión nacional se han realizado aquí. Por citar uno, la entrega de los premios Goya del año 2013 tuvieron como incomparable marco el inmenso Centro de Congresos Príncipe Felipe, en el interior del hotel, con un auditorio para más de 2.000 personas.

 
    Y es que sus más de 50 salas diáfanas, su recepción de congresos independiente, tener 1000 plazas de aparcamientos, climatización independiente de los salones, la más alta tecnología en imagen, estar dotadas de todos los adelantos en acústica o el acceso, incluso, para vehículos a estos salones lo posicionan en la cabeza de este segmento de hoteles.



           
    Es más, sus  869 habitaciones (entre estándar, suite junior y suites presidenciales), a lo largo de cuatro plantas, hacen de él uno de los hoteles urbanos más grandes de Europa. 
    Para hacernos una idea, las tipo estándar tienen 33 metros cuadrados y cama tamaño king size. No todos los hoteles pueden presumir de esto.
 

 
    Siempre hay imágenes que cuesta olvidar; instantáneas que, por la razón que sea, se quedan grabadas en la retina del viajero. Pues bien, una de ellas es la que descubriremos nada más entrar en la recepción. Se trata de “Crash”, un Chevrolet rojo que, me atrevo a decir, se ha convertido en uno de los iconos del hotel. 
 

 

 
    No es un coche cualquiera. Es, nada más y nada menos, que una obra de arte del polifacético artista valenciano Javier Mariscal –concretamente, un Chevrolet Impala del 59-. 

    Con él su autor denuncia, a través de una recreación de un coche americano que sufre un desastroso accidente, la insaciable espiral de consumo que oprime a la sociedad actual. Es, desde luego, llamativa y no pasa desapercibida para nadie. Fue comprada por los propietarios del hotel en la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid y ha sido tal su aceptación que existe un concurso en las redes sociales, abierto hasta el 13 de abril, llamado “Hazte una foto con Crash”. Los ganadores tienen como premio un fin de semana gratis para dos personas.

    Así pues, decir hotel Auditórium es decir aeropuerto; es casi sinónimo de IFEMA, de congresos, de presentaciones. Pero sería a todas luces injusto, especialmente con sus trabajadores, quedarse sólo con esa faceta de negocios y mercantil.  



         
    Un magnífico y variado desayuno buffet, tomar una copa con la compañía de los acordes de la música de un piano en directo, relajarse en la piscina climatizada o elegir su restaurante “El Gueridón” para una cena romántica es también hablar de Hotel Auditorium. Una faceta lúdica y placentera que naturalmente hay que experimentar.
 



    Por último, debo reconocer que cuidan los detalles. Para hacerte una idea, mi última estancia fue a finales de enero de 2014, durante los días de FITUR. Estaba cansado tras un ajetreado día. Toda la mañana y toda la tarde de un lado a otro. Presentaciones, conferencias, contactos, reuniones.... Llego a mi habitación y me encuentro esta selección de frutas recién cortadas. ¡Qué quieres que te diga!. En mi caso, si tengo la oportunidad, repetiré.


             


 
          

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