La capacidad de sorpresa en el
mundo de los hoteles de lujo parece no tener fin en Portugal. Grandes
alojamientos, con todo tipo de detalles y reclamos, se están inaugurando
últimamente para deleite de aquellos huéspedes amantes de este tipo de turismo
de alta calidad.
Hace pocos meses, concretamente en junio de 2024, abrió uno de esos hoteles de los que dejan huella por variadas y contundentes razones.
En medio del Alentejo, cerca
de la localidad de Vidigueira (a pocos kilómetros de Beja),
descubrimos un pequeño paraíso de paz rodeado de numerosas áreas verdes y
cuidados campos de viñedos. Un espacio natural digno de ser conocido, al igual
que la región donde se sitúa en la que la cultura vitivinícola tiene un peso
importante.
Una arraigada tradición alrededor
del vino, enraizada en el alma de los alentejanos, que este hotel/bodega, cuya
visita recomiendo, trata de preservar de la forma más sustentable y con
indiscutible respeto a ese precioso pasado.
Estas tierras tan propensas para
el cultivo de la vid (gracias a las bondades del tiempo en estas latitudes, así
como las favorables propiedades de su suelo) conforman un paisaje y un medio de
vida para muchos de los habitantes del municipio de Vidigueira y su cercano
entorno.
Quinta do Paral (www.quintadoparal.com), que es el nombre
de este novedoso y flamante cinco estrellas (miembro del prestigioso
grupo “The Leading Hotels of the World”), es uno de esos alojamientos que el
viajero no debe perderse si se encuentra por esta parte del país vecino.
Una invocación en favor de lo
sublime en el mundo de los grandes alojamientos alentejanos.
Poco más de veinte habitaciones
(divididos en seis diferentes tipos) donde el lujo, la paz, la tranquilidad y
la relajación son señas de identidad.
Todo ello unido a una propuesta gastronómica de primer nivel en un coqueto y luminoso restaurante (llamado “The Wine Restaurant” y asesorado por el afamado chef portugués José Júlio Vintém). Un espacio gastronómico, al que sumar su magnífica "garrafeira", donde los productos de la tierra y de temporada son los protagonistas para saborear la rica y variada culinaria propia de la región.
No puedo dejar de mencionar su
imponente azotea panorámica (“The Grape Rooftop”), en la que disfrutar (escribo
el verbo correcto) de un cálido atardecer sobre los viñedos que nos
rodean.
Una bonita terraza panorámica al
aire libre que, junto a su “Estate Lounge”, completan la oferta gastronómica de
Quinta do Paral.
Una cosa está clara: desde
que el huésped entra en esta gran heredad advierte que se encuentra en un lugar
único, difícil de igualar.
El mundo del enoturismo en muchas
de sus facetas: un picnic entre viñedos, catas comentadas para descubrir la
singularidad de los vinos de esta bodega, menús maridados, visita a la bodega,
paseo a caballo entre los viñedos, talleres de cocina, etc., etc.
Un sinfín de experiencias con el
vino como leitmotiv. Lógico, pues, definirlo también como “Wine Hotel”.
Un magnífico gimnasio y su sala
para reuniones y conferencias van conformando la oferta de este espectacular
hotel rural.
Si a esto le unimos la más alta
calidad de sus amenities Amouage, servicio de mayordomo privado, unas
magníficas toallas de rizo portugués (todas bordadas con el logo dorado del
hotel), la sugerente decoración en la que ha tenido mucho que ver el artista
portugués David Reis Pinto, una muy buena selección de almohadas, la
posibilidad de utilizar un jet privado y originales detalles de bienvenida,
vamos entendiendo por qué Quinta do Paral se posiciona entre los más selectos
de los hoteles rurales en el segmento del lujo.
Exclusividad en mayúsculas compatible,
respetando siempre la herencia histórica que supone una casa señorial del siglo
XIX, con el silencio y la calma que se respira en este idílico escenario. Ideal
para aparcar las prisas y los nervios por unos días.
A todo ello hay que sumar una
preciosa piscina de agua caliente, cuidados jardines y un estanque con
pequeñas cascadas cuyo sonido anuncia la armonía con el entono que va a
experimentar el huésped.
Por cierto, al igual que sus
fantásticos vinos, no pueden pasar por alto sus espectaculares aceites de oliva
virgen. Toda una declaración en favor de la calidad gracias a las hectáreas que
la propiedad tiene en Vila de Frades, localidad dependiente del “concelho” de
Vidigueira.
Un fantástico hotel, recién
inaugurado, donde la alta calidad es el modelo a seguir y en el que parece
respirarse una aureola de serenidad gracias a una decidida apuesta en
favor del “quiet luxury’.
En definitiva, un
ilusionante proyecto de la familia Morszeck, propietaria de Quinta do Paral,
que está siendo reconocido y alabado en todos los ámbitos.
Me habían hablado en numerosas
ocasiones de él; había leído sobre este nuevo cinco estrellas, pero por mucho
que me informara, nada como sentir la experiencia “Quinta do Paral” en
persona.
"Quinta do Paral", una propuesta enoturísitica de altísima calidad