Existen, a lo largo del mundo,
hoteles centrados en las temáticas más diversas. Alojamientos de alto nivel
que, por variadas razones, atesoran una especial capacidad de atracción.
MACAM Lisboa (www.hotel.macam.pt) es
uno de esos cinco estrellas que, nada más saber su ubicación, impresiona y
sorprende desde el primer momento. Sentimientos que se ven afianzados
cuando se conoce y se pernocta en sus habitaciones.
Arte con mayúsculas a nuestro
alrededor.
Un espectacular museo
lisboeta (gracias a la impresionante colección privada de Armando
Martins reunida durante más de cincuenta años) es el hogar de este
hotel que, indiscutiblemente, no solo no pasa desapercibido, sino que genera la
atención y curiosidad de huéspedes y visitantes.
Con poco tiempo de vida,
recientemente inaugurado en marzo de 2025, este “hotel museo” nos
sumerge en un ambiente sin igual proporcionándonos, lógicamente,
experiencias únicas e irrepetibles.
¿Se imaginan descansar en
habitaciones donde obras de arte decoran la estancia?
Ésta es solo una de las muchas
posibilidades que ofrece ya que, por citar otra, los huéspedes tienen entrada
gratuita a las diferentes galerías para conocer los tesoros artísticos de MACAM
(acrónimo de Museo de Arte Contemporáneo Armando Martins).
Un concepto innovador y
novedoso que es, en cierta forma, una declaración de intenciones sobre
la filosofía de este lujoso alojamiento: bienestar y descanso junto a una
experiencia inmersiva en el mundo del arte.
Sesenta y cuatro habitaciones,
amplias, modernas, luminosas, elegantes, con todo tipo de prestaciones
(amenities de primera calidad, terraza exterior, camas de gran tamaño, catálogo
con las obras de arte que hay en cada una de las habitaciones, "pillow
menu", etc., etc.) a las que es imposible ponerles un pero.
Hay un detalle importante a
destacar. La gran obra arquitectónica realizada para restaurar el
antiguo “Palácio dos Condes da Ribeira Grande” y construir nuevos edificios
contemporáneos aledaños, ha sabido aglutinar el alma y la historia de este
palacio del XVIII con la vanguardia y modernidad de las nuevas construcciones.
Edificios de épocas distintas
perfectamente ensamblados. Nada debe extrañar que este sensacional trabajo,
obra de profesionales de diferentes ámbitos y especialidades, haya sido
merecedor de premios y reconocimientos.
Esa magnífica coexistencia de
estilos se aprecia perfectamente cuando el huésped se sitúa, acompañado
también de distintas obras de arte contemporáneo al aire libre, en el
patio central del museo.
Desde aquí, observaremos, a un
lado, las hechuras arquitectónicas de un centenario palacio que transpira
historia y, frente a él, la vanguardista e impactante fachada (decorada
con azulejos de cerámica tridimensional, obra de la artista portuguesa María
Ana Vasco Costa) de uno de los edificios donde se encuentra expuesta
parte de la colección (galerías tres y cuatro).
¿Cómo no quedarnos ensimismados
en un espacio tan singular donde arte e historia caminan en paralelo?
Como curiosidad, el
dramaturgo João Gonçalves Zarco da Câmara, primer portugués nominado al
Premio Nobel de Literatura, nació en este edificio en 1852.
En "Rua de Junqueira",
entre Alcântara y Belém, descubrirán este asombroso museo (un inédito y
novedoso proyecto fruto de la iniciativa privada) y su espectacular hotel, con
marcados aires de excelencia, que ya empieza a decir mucho entre los grandes de
Lisboa.
Cinco estrellas bien ganadas,
a la altura de la calidad del museo donde se sitúa.
Y es que recorriendo algunas de
sus diferentes estancias descubrimos una impresionante biblioteca (un
recinto de tranquilidad y paz donde cada esquina está dedicada a una estación
del año), el gimnasio, la piscina exterior (situada en la cuarta planta
con unas vistas únicas al icónico puente 25 de abril, es el escenario ideal
para refrescarse tras un ajetreado día conociendo la capital lisboeta) y,
quizás la gran sorpresa de nuestro itinerario por la parte palaciega:
la capilla.
Así es, esta capilla
desacralizada y perfectamente restaurada (que tiene acceso directamente desde
el exterior) se ha convertido en un singular bar donde tomar una copa. No me
gustaría adelantar más para que el lector no pierda la capacidad de asombro cuando
acceda a su interior.
Una decidida apuesta por la
faceta gastronómica es también otra característica de MACAM.
Su restaurante “Contemporâneo”,
cuya entrada se encuentra en el patio central de este museo, ofrece una
culinaria basada en las tradiciones portuguesas, con primacía lógica de los
sabores portugueses y protagonismo de los magníficos productos de este país.
Una propuesta a la que es
imposible renunciar. Excelente calidad, magnífica presentación y un, gracias a
sus grandes ventanales al patio, entorno ideal para una comida inolvidable.
Todo ello, con el imprescindible aderezo de un magnífico servicio, una buena
selección de vinos y una atrayente oferta de cócteles.
No puedo olvidar, especialmente
para los amantes del arte contemporáneo, que junto al vestíbulo de entrada
encontramos una tienda donde comprar catálogos de las exposiciones y diferentes
artículos para regalar.
Bajo el lema "The House
of Private Collections" se pretende hacer público y visitable esta
impresionante colección privada (con artes plásticas tan dispares
como, entre otras, pintura, escultura, cerámica, fotografía o collage) que
supera con creces las seiscientas obras de arte.
Siempre es de agradecer
decisiones como ésta, que tratan de aproximar el arte contemporáneo al
visitante y sumergir al huésped en una experiencia inmersiva difícil de
igualar.
Sólo resta felicitar iniciativas
de este calado que agrandan la vida cultural de Lisboa y recomendar, por
razones obvias, un hotel al que puede perfectamente calificarse en
Portugal como “único”.










































































