martes, 25 de noviembre de 2025

Malta tiene una las mayores armerías del mundo.


    En medio del Mediterráneo, situado en una posición estratégica única (y, por ello, deseado y anhelado a lo largo de la historia por numerosos ejércitos) descubrimos un precioso archipiélago compuesto por las islas de Malta, Gozo y Comino.



    Su estrecha relación con la Orden de Malta (“Soberana y Militar Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta) se convirtió en inseparable durante siglos. Por citar un ejemplo clarificador, su actual capital, La Valeta, fue construida por esta Orden militar católica, debiendo su nombre a Jean Parisol de la Valette, quien fuera su Gran Maestre.



    Conviene recordar, en este sentido, que el emperador español Carlos I, en el año 1530 y con autorización papal, cedió a la Orden estas tres islas. Un formidable enclave (con una ubicación inigualable entre Europa y África) cuyo privilegiado emplazamiento era esencial para defenderse del avance otomano por el Mediterráneo.



    Así pues, recorrer esta ciudad, declarada por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1980, es constatar, tanto en edificios religiosos como civiles, el poder político, la riqueza y la fuerza militar que ostentó durante siglos la Orden de Malta.



    En su interior, en una gran sala perfectamente acondicionada, descubrimos uno de los símbolos del poderío militar de la Orden gracias a una de las mayores colecciones de armas antiguas del mundo con orígenes principalmente españoles, portugueses, italianos, franceses y alemanes.



    Un verdadero museo vivo donde, si se presta atención, se pueden apreciar sutiles detalles como filigranas en empuñaduras o grabados en corazas y armaduras que nos instruyen sobre las épocas en las que fueron utilizadas.



    Además de la procedencia de los grandes reinos católicos, otra de las causas del gran volumen de piezas era que, cuando fallecía uno de estos caballeros, la Orden heredaba sus armas. Razón por la cual la colección es difícilmente igualable.



    A pesar de que solo una parte se encuentra expuesta, hubo diferentes contingencias históricas que la minoraron. Es el caso de los miles de piezas que se llevó Napoleón cuando invadió la isla o los daños sufridos durante los bombardeos de la segunda guerra mundial.



    Lo cierto es que, aun así, no deja de sorprender la profusión de armas (centradas entre los siglos XVI al XVIII), expuestas y perfectamente conservadas.



    En esta labor de restauración, archivo y almacenamiento tuvieron mucho que ver, a mediados del siglo XIX bajo dominio británico, los meticulosos trabajos de catalogación y clasificación que transformaron la armería en el primer museo público de Malta que fue abierto al público en 1860.



    No obstante, conviene recordar que a mediados de ese siglo sobrevoló la idea de trasladar la colección a Londres argumentando motivos de seguridad.



    Su actual ubicación en el centro de la ciudad fue debida a que en 1604 se tomó la decisión de llevar este gran arsenal al Palacio del Gran Maestre. Seguramente, por razones históricas y logísticas, era el mejor de los emplazamientos.



    Aunque, como comenté anteriormente, a lo largo de los siglos muchas de estas piezas salieron por distintos motivos de la isla, lo cierto es que la riqueza, el esplendor, la variedad y el tamaño de la colección la hace única.



    Ballestas, espadas, floretes, estoques, cascos, escudos, corazas, cotas de malla, mosquetes, puñales, alabardas, lanzas, piezas de artillería, diferentes municiones, trajes de soldados regulares, arcabuces de mecha, armaduras (entre ellas, joyas históricas y artísticas como las de algunos grandes Maestres o caballeros de muy alto rango), incluso uniformes y armas de algunos soldados otomanos que participaron en el gran asedio de 1565, son ejemplos de piezas exhibidas en este museo de armas de guerra.





    En definitiva, una armería que es un testimonio tangible y visible de la historia tanto de la Orden como del pasado de este pequeño país, además de un atrayente reclamo turístico en La Valeta.



    Y es que, en el interior del palacio se respira su denso pasado en unos muros que hablan también de la tumultuosa historia, a la vez que rica, de estas tierras insulares.



    Una experiencia inmersiva en unos tiempos en los que durante siglos la Orden de Malta tuvo un gran protagonismo en esta parte del mundo y un poder económico, militar y político indiscutible. Un verdadero tesoro de historia y un libro abierto sobre la vida militar de siglos anteriores.



    Como curiosidad digna de ser resaltada y muestra clara de su importancia, en el año 1969 la UNESCO envió unos expertos con el fin de confeccionar un inventario detallado. En su informe, tras un arduo y exhaustivo trabajo, concluyeron que esta colección era uno de los "monumentos históricos más valiosos de la cultura europea".


    

        Recuerden pues, si viajan a Malta, que este gran palacio y su armería son visitas inexcusables en La Valeta

   


    Finalizo este post indicando que estos párrafos se publicaron en la web del diario español LA RAZÓN el 10 de noviembre de 2025.







sábado, 15 de noviembre de 2025

Recorriendo la ciudad de Guanajuato


    Hace unas semanas estuve visitando la ciudad mexicana de Guanajuato, capital del estado el mismo nombre y una de las localidades más bonitas de este precioso país.



    La huella virreinal española está presente en su urbanismo y su arquitectura, siendo muchos los reclamos (culturales, gastronómicos, históricos, arquitectónicos, musicales, etc.) que invitan a visitarla.



    Detallo, someramente, algunos de ellos:

1.- Conocer el Callejón del Beso. El más famoso de los callejones de Guanajuato, adquiere protagonismo gracias a una trágica leyenda de dos enamorados que vivían en la misma calle, uno frente a otro. Tan próximos que, desde ambos balcones, podían llegar a besarse.



2.- Subir al Mirador del Pípila. El más bonito de los existentes en la ciudad. En su parte más alta se encuentra una gran estatua, construida con cantera rosa, erigida en honor a un minero (Juan José de los Reyes Martínez, apodado el “Pípila”) que tuvo un papel crucial en la toma de la Alhóndiga de las Granadillas.



 3.- Ver una función en el Teatro Juárez. De finales del siglo XIX, es considerado uno de los más bonitos de México. Con una fachada inspirada en un templo griego, dominada por grandes columnas, es el escenario principal del Festival Internacional Cervantino.



4.- Paseo por el Casco Histórico. Recorrerlo en sentir el alma y el pasado de la ciudad a través de un incuestionable legado virreinal plasmado en rincones, calles, callejuelas, plazas e iglesias.





5.- Entrar en la Basílica de Nuestra Señora de Guanajuato.  Aunque hay muchos templos dignos de reseñar (parroquia de San Francisco, templo de Belén, de la Compañía de Jesús, etc.), esta Basílica destaca sobre todos. Construida entre 1671 y 1696, perfectamente reconocible por sus dos altas torres y el color anaranjado, es uno de los edificios más representativos de Guanajuato.  




6.- Acercarse al Mercado Hidalgo. El mayor de Guanajuato, es visita imprescindible para tomar el pulso a la ciudad y, de paso, comer algunos de los muchos platos que se ofrecen en sus puestos de comida. 

    En un principio, fue concebido como estación de ferrocarril, pero finalmente se transformó en mercado municipal.



        
    
    Os dejo a continuación, si queréis haceros una mayor idea de este recinto urbano, el link de un reportaje de este blog dedicado exclusivamente a este bonito y animado mercado. 

Narrogeographic: Conociendo el mercado Hidalgo de Guanajuato

7.- Realizar con una “estudiantina” (semejante a una tuna española) una “callejoneada”. Se trata de un recorrido musical por algunos callejones y plazas de la ciudad mientras nos deleitan con canciones típicas. 


  

8.- Visitar la Alhóndiga de las Granadillas. Famosa por su carga histórica, fue el escenario de las primeras batallas de la lucha por la independencia. Actualmente es un museo.



9.- Conocer el pasado minero de la ciudad y su importancia histórica. Por citar un ejemplo, la famosa “mina Valenciana”, descubierta en 1548, fue en su época la más conocida llegando a producir un importante porcentaje de la plata a nivel mundial. 

    Toda esta riqueza supuso prosperidad para la ciudad, tanto a nivel social como cultural y arquitectónico, con edificios (civiles y religiosos) que reflejaban la abundancia de aquella época.

10.- Universidad de Guanajuato. Es una de las más prestigiosas de México. 

    Una estampa icónica es su famosa la escalinata de entrada con sus ochenta y seis escalones. Una fotografía casi obligatoria. 






11.- ¿Sabían que en Guanajuato hay un museo de las momias? No hay duda que impacta entrar en este museo. 

    Se trata de cuerpos momificados naturalmente que se han preservado de manera excepcional gracias a las singulares condiciones de este terreno, especialmente la salinidad y el clima seco de estas latitudes. 



12.- Pasear por la plaza Allende. Aquí descubriremos el teatro Cervantes y dos grandes estatuas de Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza. Conviene recordar que Guanajuato es considerada la “Capital Cervantina de América”.




13.- Una ciudad de túneles y calles subterráneas. Una característica que seguro sorprenderá al viajero. La razón de su construcción fue para proteger la ciudad de las inundaciones. A día de hoy, hay una red subterránea de cerca de diez kilómetros.



    Así pues, hay alicientes de sobra (aunque sólo he enumerado algunos de ellos) para viajar hasta Guanajuato.



    Por cierto, la UNESCO declaró a la Ciudad histórica de Guanajuato y minas adyacentes Patrimonio de la Humanidad en 1988. 



    Finalizo indicando que estos párrafos se publicaron en la web del periódico portugués "Diário do Sul"