viernes, 26 de diciembre de 2025

La icónica “Cervejaria Liberdade” florece con aires nuevos


    Hay restaurantes que, por mucho que pase el tiempo, siguen siendo referencia en la oferta gastronómica de una ciudad.



      El transcurso de los años, y las historias que entre sus paredes se han ido sucediendo, van convirtiéndolos en verdaderos clásicos.



    Con solera, con renombre y con una reputación bien ganada -gracias al magnífico trabajo realizado durante años- les acompaña una merecida aureola de grandes templos del buen comer.

    En la céntrica “Avenida da Liberdade”, en la más famosa arteria urbana de Lisboa, en una privilegiada esquina de la planta baja del icónico hotel TIVOLI (www.tivolihotels.comencontramos un restaurante, ya emblemático, que responde al nombre de “Cervejaria Liberdade”.



    Con aires nuevos, pero manteniendo la esencia de siempre, es el escenario ideal para disfrutar sin prisas las bondades de estos famosos fogones.



    Un imperdible en esta zona de la capital con un impresionante comedor, dominado por un gran tapiz con un Zodiaco tejido en la famosa “Manufactura de Tapeçaria de Portalegre” en 1961 (visible recuerdo del restaurante Zodiaco, antecesor del actual).



    Unos grandes ventanales que proporcionan gran luminosidad al interior y unos altos techos envuelven al comensal, junto a una cuidada decoración (con espejos, lámparas, mobiliario y obras de arte) en un entorno de elegancia y distinción único.



      Un restaurante con personalidad propia que hay que conocer.




      Sabores portugueses, bajo la tutela del chef Miguel Silva, inmersos en un ambiente refinado donde la tradición culinaria del país vecino (relumbrando los productos frescos y de altísima calidad) está siempre presente.



    No hay duda que el pescado y el marisco son los grandes protagonistas. “Bacalhau à lagareiro”, “Polvo assado”, “Lula corada”, “Recheio de sapaterira”, “Amèijoas a bulhào pato”, “Ostras da ria Formosa e do Sado” o diferentes tipos de mariscadas son solo algunos representativos ejemplos. Platos, muchos de ellos, que resisten perfectamente el paso del tiempo y definen el alma de “Cervejaria Liberdade”.




    Sin embargo, ello no es impedimento para degustar también magníficas elaboraciones cuya base principal son espectaculares carnes.



     Es el caso de un muy recomendable "Bife tártaro à TIVOLI" (preparado en sala a la vista del comensal) o un magnífico “pica-pau do lombo de novilho”.



    Profundizando en su carta, permítanme una recomendación. Si son aficionados a los arroces, pidan su extraordinario “arroz de marisco”.



     Es momento también de recordar, por ser de justicia, la magnífica carta de vinos (obra del “diretor de Vinhos” Jorge Silva) y el extraordinario servicio que se brinda al comensal, desde que se entra en el restaurante, gracias a un personal tremendamente profesional, políglota y atento a cualquier circunstancia.




     Llega la hora del postre. Como es sabido, estamos en Portugal y el mundo de las “sobremesas” es parte importante de su cultura gastronómica.

    No dejen en el olvido estas dos golosas sugerencias: unas “farófias tradicionais” y una “tarte de maçã caseira”. Mucho tiene que ver con estas dulces delicias la “chef pastelaria” Mónica Azevedo.



    Un interesante detalle que no debe pasar desapercibido (además del esmerado cuidado en la elección de vajilla, mantelería, cristalería y cubertería) es que la finalización de algunos platos se realiza frente al cliente (pescados, tartares o, incluso, postres). Algo nada baladí al permitir una experiencia sensorial diferente y una cercanía con la elaboración.

    Además, “Cervejaria Liberdade” ofrece, si así lo desea el comensal, un completo menú ejecutivo con una magnífica relación calidad/precio.



    Esos nuevos aires también se traducen en un novedoso proyecto decorativo con tres ambientes totalmente diferentes, pero visualmente unidos. La recepción, el bar donde tomar una copa o algún aperitivo, y el gran salón central (centro neurálgico del restaurante).



    El acceso al restaurante puede ser a través del lobby del hotel o directamente desde la calle, donde descubrimos una agradable terraza, ideal comer si el día acompaña.



    En definitiva, cocina de calidad (apostando por la tradición gastronómica portuguesa) en un atmósfera lujosa y tranquila.

    Un restaurante emblemático que mantiene el alma del pasado y refuerza su apuesta por el presente y el futuro.



    Acabo estos párrafos recordando que, en una de sus acepciones, el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define la palabra “clásico” de la siguiente manera: “Que se tiene por modelo digno de imitación …”.

      Bien puede aplicarse a “Cervejaria Liberdade”. Un clásico de Lisboa.



    Sólo queda indicar que estas líneas fueron publicadas en la web del periódico español LA RAZÓN el 21 de diciembre de 2025. 

La icónica “Cervejaria Liberdade” florece con aires nuevos




sábado, 20 de diciembre de 2025

“The Ivens”, un homenaje a dos grandes exploradores portugueses

 

    Seguramente, la mayoría de los viajeros coincidirán conmigo si afirmo que Lisboa es una de las ciudades más bonitas de Europa.

    Hay tanto por ver, saborear y experimentar que es destino de varios viajes. Con uno sólo, sinceramente, quedarían muchas cosas por conocer y disfrutar.

    El Monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belém, la Avenida de la Libertad, la plaza del Comercio, el Castillo de San Jorge, pasear por la Baixa, escuchar un fado en directo, descubrir el Parque de las Naciones, subirse a sus famosos tranvías o recorrer el barrio de Alfama (con sus empinadas y serpenteantes calles) son algunas de sus numerosas posibilidades, aumentadas estos días con una maravillosa decoración navideña digna de conocer.



    Siendo tanto lo que podemos visitar, parece importante escoger un buen lugar donde descansar y comer.



    Uno de esos hoteles que dejan huella, que no pasan desapercibido y saben crear momentos inolvidables es, sin duda, “The Ivens, Autograph Collection” (www.theivenshotel.com).



    Ubicado en el siempre bullicioso y animado barrio del Chiado, aquí, por el contrario, encontramos un remanso de paz y calma.



    Sus más de ochenta habitaciones (entre las que se incluye una decena de suites) y las diferentes estancias y espacios de este cinco estrellas están inspirados en la vida de los exploradores portugueses Ivens y Capelo (gracias a cuyos viajes se mejoró la cartografía de algunas regiones de África). Todo ello, bajo unas premisas claras: lujo, sofisticación y una serena tranquilidad que sorprenderá gratamente al huésped.






    Un preciso edificio decimonónico de colores rosados y elegantes formas (que antiguamente fuera sede de “Rádio Renascença”) acoge a este magnífico alojamiento ubicado en la intersección de dos calles que llevan, no podía ser de otra forma, el nombre de estos dos grandes viajeros: Roberto Ivens y Hermenegildo Capelo.



    Al acceder a su interior por primera vez, debido a su inconfundible estética y original decoración, el huésped quedará fascinado.



    Más aún, cuando advierte que, en la estructura del lobby, aún perduran recuerdos de los grandes almacenes lisboetas que durante un tiempo existieron entre estos muros.



    Una magnífica labor de restauración, junto a la alta calidad de sus prestaciones, han permitido que, a día de hoy, sea uno de los hoteles más reconocidos de la capital portuguesa.



    Dos nombres deben resaltarse en este espectacular proyecto: el arquitecto e interiorista español Lázaro Rosa Violán y la arquitecta de interiores portuguesa Cristina Matos. Ambos responsables de una sorprendente decoración, en paredes, suelos y techos, con motivos florales, faunísticos y viajeros que nos invitan a soñar con el continente africano.



    Loros, monos, papagayos, elefantes, libros de viajes, uniformes, fotografías de época, recortes de periódicos antiguos y paredes pintadas con mucha vegetación tropical consiguen transmitir al huésped el alma de esos grandes viajeros para llevarnos con la imaginación a lejanas tierras.




    Incluso el vestuario caqui del personal que nos recibe, con aires exploradores, ayuda a ello.



    Aunque el gran lobby, con profusa decoración, es el centro neurálgico del hotel, no debemos olvidar que cuenta con un gimnasio totalmente equipado, aparcamiento privado, sala de reuniones, etc.



    En definitiva, cinco estrellas bien ganadas en la que mucho tiene que ver un servicio profesional y cercano, el cuidado en los detalles y un apreciable deseo de hacer que el paso por “The Ivens” sea inolvidable.



     La apuesta gastronómica, a través de sus diferentes propuestas, está a la altura del gran hotel donde se encuentra.

    Nuestro primer encuentro (sea desde el propio hotel o directamente desde la calle) es el “Gastrobar”.

    Con una decoración llamativa, predominio de los colores dorados, techo forrado con espejos y numerosas botellas de vinos en algunas de sus paredes, nos adentramos en este primer escenario dominado por una mesa ovalada alrededor de la cual se sientan los comensales.



    Un espacio ideal para una comida ligera o para disfrutar, en una animada charla, de una copa de vino o de buen cóctel de autor.

    Al segundo de los escenarios se accede gracias a unas escaleras. Es el llamado “Crudo Bar”. Aquí los pescados y mariscos son los protagonistas. Si les hablo de unas “Ostras del Sado" o de un "Royal de Marisco" seguro que se les hará la boca agua. Más aún si lo maridamos con un buen vino espumoso.



     El comedor principal lo conforma Rocco. Con un interior meticulosamente diseñado en tonos cálidos y numerosas lámparas apoyando la decoración del restaurante, esta parte contrasta con el verdor, la frescura y la luz que transmite la terraza exterior anexa.






    Rocco es la gran joya de la corona gastronómica del hotelSu cocina se basa en un menú inspirado en lo mejor tradición culinaria italiana, sin olvidar los sabores portugueses.



    Permítanme unos consejos. Como principal, pidan unos “Tagliatelle ai funghi e tartufo” ("em roda de pecorino e lascas de trufa blanca") y, como postre si son golosos, decántense por un magnífico  “soufflé de avelãs de piemont com chocolate e gelado de natas” o un extraordinario "tiramisú" (preparado frente a la mesa). 



    Recuerden este nombre: “The Ivens, Autograph Collection”, para dormir y comer a lo grande.



Interior de los aseos públicos del hotel. Una muestra de singularidad, creatividad e imaginación en la decoración

 


   Finalizo este post indicando que estos párrafos se publicaron en la web del periódico español LA RAZÓN el 11 de diciembre de 2025. 

“The Ivens”, un homenaje a dos grandes exploradores