Comienzan estos párrafos con una sonrisa en la cara al recordar, mientras los escribo, las fantásticas sensaciones vividas hace unos días en la bodega alentejana Casa Relvas (www.casarelvas.pt).
Fue el 14 de mayo del 2025 cuando un grupo, cerca de la decena, de periodistas y blogueros -portugueses y españoles- estuvimos visitando esta emblemática “adega”, situada en el municipio de São Miguel de Machede, cercano Évora.
Sin duda, un gran proyecto que pretende continuar la historia de una familia ligada a la tierra desde hace varias generaciones en dos continentes y donde, a pesar del tiempo transcurrido, las ilusiones por su trabajo y la pasión por estas tierras siguen intactas.
Su conexión y compromiso con la agricultura y el amor a lo que hacen, buscando la máxima calidad en todos
sus productos, es apreciable cuando se habla con ellos.
Casa Relvas es también una
empresa pionera en el Programa de Sostenibilidad Vitivinícola del Alentejo,
obteniendo la calificación de 3,8 sobre 4. Muestra de una decidida apuesta por
la sostenibilidad en los diferentes ámbitos sobre los que actúan: social,
medioambiental y económico.
La cita era a las 11,30 en sus
instalaciones de São Miguel de Machede, un pequeño pueblo típicamente
alentejano (donde los colores azules y blancos son predominantes) que también
aconsejo conocer.
Allí nos encontramos,
puntualmente, dispuestos a conocer las diversas dependencias de Casa Relvas.
Una gran espacio diáfano donde se sitúa la recepción, totalmente acristalado y con mucha luz, era el adelanto y una muestra de estas modernas instalaciones.
A nuestro alrededor, separadas por cristales, se observan las oficinas y las escaleras que dan acceso a la planta inferior.
El recorrido por la bodega fue, además de entretenido, ciertamente didáctico.
De paso, nos informaron de los diferentes tipos de tierra de sus "herdades", de las "castas" que cultivan, de la importancia de la cultura vitivinícola en el Alentejo, de la producción de botellas de la bodega, de la exitosa combinación de estos suelos y el omnipresente sol para elaborar tan buenos vinos, de los deseos de continuar con esa historia de ilusión y trabajo, de la vinculación de esta familia con Casa Relvas y de la pasión puesta por todos en una empresa que cuenta con más de cien trabajadores.
Vimos los grandes depósitos de acero
inoxidable (también algunas “talhas” tan características de esta zona de
Portugal), la zona de barricas (que aportan personalidad, sabor y aroma) donde
reposan y envejecen tranquilamente estos vinos, las máquinas de embotellado en
funcionamiento y los grandes almacenes donde se custodian las cajas de botellas antes
de comercializarse (muchas de ellas exportadas a diferentes partes del mundo).
Actualmente, según me comentaron, tras cerrarse el mercado ruso el mayor destinatario exterior de sus exportaciones es Brasil.
Un itinerario muy entretenido que se
completó con la cata de distintas referencias de vinos (blancos, tintos y rosados) y tres tipos de aceites,
también elaborados por Casa Relvas gracias a las numerosas hectáreas de
olivares de las que son propietarios.
Concretamente fueron los siguientes:
Vinos
Casa Relvas Rabo de Ovelha Branco 2024
Casa Relvas Syrah sem Cor Branco 2024
Casa Relvas Chardonnay Branco 2024
Casa Relvas Rose Pom Pom 2024
Aceites
Azeite Virgem Extra Casa Relvas 2024
Azeite Virgem Extra ART.Terra 2024
Azeite Virgem Extra Segredos de São Miguel
Si todo ello lo acompañamos, como
fue el caso, con extraordinarias viandas alentejanas (jamón, queso, chorizo o
lomo propios de esta tierra) y una buena conversación, no hace falta decir que
disfrutamos mucho esos momentos.
Llegó la hora de comer y nada
mejor que la gran sorpresa que nos tenían preparada. En una preciosa sala en la
planta inferior, una extensa mesa estaba dispuesta para todos los comensales.
Una gran sala de color blanco en la planta inferior, rodeada de botellas de vino y grandes toneles a cada lado sería en inmejorable escenario para este "almorço" alentejano.
Un refrescante gazpacho y un excelente arroz de rabo de toro fueron acompañados por distintos de blancos y tintos (algunos escanciados con anterioridad al exigirlo su tiempo en barrica) de Casa Relvas.
Estamos en Portugal, un país donde las “sobremesas” son casi sagradas. Como no podía ser de otra forma, nos esperaba uno de los dulces más típicos del Alentejo: una Sericaia, bizcocho muy característico de la ciudades fronterizas de Elvas y Campo Maior.
En fin, un día muy agradable que
espero se repita en un futuro próximo.
Sí os comento que, si en alguna
ocasión estáis por estas latitudes alentejanas y queréis disfrutar estos buenos vinos y aceites, Casa Relvas posee unos programas de enoturismo, oleoturismo y degustación a
los que merece la pena prestar atención.
“Prova terroir” (visita, prueba
de tres vinos y snack), “Prova especial” (visita, prueba de cinco vinos y
snack), “Prova castas portuguesas” (visita, prueba de cinco vinos de uvas
portuguesas y snack) o “Experiencia gastronómica” (visita, prueba de
armonización de vinos y aceites y comida) son algunas de las atrayentes
posibilidades.
Hágame caso, es aconsejable hacer
un parada en Casa Relvas y, por qué no, comprar algunos vinos para familia y
amigos.
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