viernes, 29 de julio de 2011

Estatuas de Oslo


              
    Tras los recientes y terroríficos acontecimientos acaecidos en Oslo, además de mostrar de corazón mi solidaridad con los noruegos, quiero recomendaros una ciudad y un país que merecen la pena.



                  
    Hay infinidad de posibilidades para pasarlo bien en Oslo, pero una faceta, quizás desconocida, es la gran cantidad y variedad de esculturas que nos vamos a encontrar, con independencia de las ya conocidas de algunos célebres espacios públicos de esta capital. 

    No voy, por ello, a escribiros sobre el famoso Parque de Vigeland , o Parque de las esculturas, seguramente el más fotografiado de Noruega (www.vigeland.museum.no/en/vigeland-park).




    Merece, por derecho propio, un reportaje exclusivo. Una faraónica obra de arte del polifacético escultor noruego Gustav Vigeland.



                  
    Quiero hablaros de estatuas francamente curiosas que, personalmente, llamaron poderosamente mi atención. Están diseminadas a lo largo y ancho de esta capital: junto al fiordo, en una plaza, en medio de una terraza de un bar, contigua al trampolín de saltos de esquí, etc., etc.



                
    Os pongo algunas instantáneas que seguro os encantarán. 




    Recordad que Noruega es un paraíso por muchas razones: por unos paisajes únicos, por excursiones de ensueño, por unos amaneceres incomparables, por su gastronomía (desconocida, en muchas ocasiones) y por una naturaleza incomparable, por ser un país con que ofrece una alta calidad de vida a sus ciudadanos, por su seguridad, ...  

    Aún así,  el mayor valor de este país es su gente (hospitalaria, pacífica, abierta y deseosa de recibir al viajero). Puedo constatarlo.




                
    Una de las obras de arte que más me impresionó fue el nuevo edificio de la Ópera. Visita obligada de todo viajero. Pues bien, a unos cien metros, en medio de la bahía, emergiendo de las aguas del mar, junto al puerto, se levanta un conjunto escultórico que representa un témpano de hielo flotante que causa también admiración entre los turistas la primera vez que lo ven.




               
    Os dejo, a continuación, más fotografías de cuanto os relato.
               
    Que la barbarie de un loco no os desanime a conocer las bellezas del país de los fiordos


            

  



    Finalizo estos párrafos indicando que el 20 de noviembre de 2011 publiqué en el diario español LA RAZÓN un reportaje sobre esta ciudad.
    Su título: "Oslo, el hechizo del frío".
   







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