El Alentejo es una región portuguesa que cuenta
con una de las cocinas más reconocidas a nivel nacional. Su variedad de vinos,
quesos, aceites y carnes es difícilmente superable. No es de extrañar que el comensal,
cuando viaja a estas tierras, desee disfrutar también del amplio abanico de
restaurantes que en este extenso territorio portugués existen. Aún así, siempre
es de agradecer la aparición de nuevas propuestas gastronómicas.
Cerca de Estremoz, a sólo cuatro
kilómetros, en pleno Alentejo portugués, rodeado de hectáreas de cuidados
viñedos sembrados en espaldera, descubrimos una prestigiosa bodega: Herdade das
Servas (www.herdadedasservas.com).
Aquí se elaboran, bajo la batuta del enólogo Tiago García, vinos de altísima calidad condecorados en
numerosos certámenes internacionales.
Visitar Herdade das Servas es adentrarse
en parte del alma alentejana; es descubrir
una de las regiones vitivinícolas más acreditadas del mundo. Por tal razón,
catar algunos de sus caldos es casi una obligación.
Quizás no exista mejor forma de
saborear estos vinos que maridarlos con productos de la tierra.
Pues bien, en
un lugar tan idílico, junto a esta bodega, descubrimos uno de los restaurantes
con más proyección de la región. Fogones que, aunque se permiten la licencia de algún toque innovador, no olvidan sus centenarias tradiciones culinarias. Alentejo en estado puro. Sin aditivos. Al natural.
“Manteiga de chouriço, presunto,
caçâo de coentrada, sopa de tomate á alentejana, ensopado de borrego, bacalhau da
casa, tubaras, cogumelos grelhados e recheados com farinheira, migas á
alentejana, lombinho de porco preto grelhado, bochechas de porco em vinho tinto”,
etc., etc, son viandas características de estas tierras alentejanas.
Los responsables de este proyecto
son dos hermanos, ya conocidos y reconocidos en este mundo por su dilatada
trayectoria en la restauración en la ciudad de Estremoz. Paulo Baía, jefe de
sala, y Maria da Fé Baía, al mando de la cocina, emprenden este proyecto con la misma
ilusión y profesionalidad que mostraron siempre, sacándole el
máximo partido a la excepcional materia prima con la que trabajan.
El local es amplio y está bien iluminado. Se accede, tras dejar la carretera nacional, por un camino flanqueado de cipreses en medio de extensos
viñedos que recuerdan por unos momentos a los paisajes de la Toscana italiana.
Sus pocos meses de vida que ya van
dando frutos en un acogedor local donde no puedes salir sin probar sus postres.
Mi consejo es que pidas una pequeña selección en la que encontrarás golosas
obras de arte de la repostería lusa como "sopa dourada, pudín de agua, bolo de
chocolate o encharcada".
Tuve la suerte de compartir comida y conversación con Tiago García y Fernando Valbuena, miembro de la Academia Extremeña de Gastronomía. Acabar tomando un café en la terraza del restaurante es otra experiencia que no debes dejar pasar por alto. Repetiremos.
Contacto y reservas: restaurante@herdadedasservas.com
Para finalizar, indicar que este reportaje se publicó en la web del diario español LA RAZÓN el 27 de julio de 2015. Os dejo el link:
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