Tempura de choco en su tinta con aromas del Mediterráneo, carpaccio de salmón y vieiras con salsa de mostaza y maracuyá, carpaccio de salmonetes, originales elaboraciones con buey de kobe o atún de las Azores son algunas de las propuestas de este restaurante, situado en Almada (Portugal), que se ha convertido en uno de los mejores restaurantes japoneses, con evidentes rasgos de fusión con otras gastronomías, de Portugal.
Su reconocimiento en diferentes foros internacionales convierten a este espacio gastronómico de primera línea en uno de los preferidos de los lisboetas. Un pequeño/gran paraíso para los amantes de la cocina oriental situado en la planta baja del hotel Lisboa Almada (www.lisboaalmadahotel.com), próximo al Almada Business Center.
Si el lector indaga en las redes sociales y en
diferentes webs observará que la mayoría de los comentarios coinciden en darle
altísimas valoraciones.
Os dejo algunos de estos titulares: "sushi de
primera, con creatividad en Almada/Lisboa" , "sushi en estado
puro", "maravilloso", "repetiremos",
"divino", "gran servicio y comida de calidad", "uno de los mejores" etc., etc. Un
dato curioso y relevante: fue
considerado hace pocos años por los usuarios de TripAdvisor como uno de los mejores restaurantes japoneses fuera de Japón.
Un
producto de calidad, una impecable presentación, un espacio acogedor y el toque
personal de la casa consiguen fusionar los aires nipones con la personalidad
propia que imprime "Sushic"
en un agradable ambiente que te hace sentir cómodo.
Un coqueto local donde unos
dibujos de "pequeños luchadores de sumo" decoran un espacio de tonalidades claras muy luminoso,
con grandes ventanales, que consiguen crear un ambiente desenfadado fruto de un
pormenorizado trabajo de diseño.
Un elemento imprescindible que no debes pasar
por alto son las "sobremesas" (los postres). Merengue de chocolate
con salsa de fresas o su famoso pastel de nata reconstruido son algunas de los estandartes
golosos de este magnífico restaurante.
Tuve la fortuna de probar este curioso
"pastei de nata" reconstruido con helado de canela. No es un pastel de nata, no se parece a un pastel de nata y la textura no es la de un pastel de nata,... pero sabe como un pastel de nata.
Créeme, una
verdadera maravilla que es claro exponente de esa fusión entre la cocina oriental
y la occidental. Empezar la velada con platos típicamente nipones, regados con
buenos caldos de la tierra, y acabar con un postre nítidamente portugués es una
buena elección para cenar.
Un restaurante con aires cosmopolitas que, en cierta forma, recuerda episodios de la rica historia de Portugal, que fuera el primer país
occidental que llegó a estas tierras del lejano oriente. Como dato anecdótico, algunas palabras del japonesas provienen de la lengua de Camôes.
Creatividad,
originalidad, atractiva presentación de los platos, excelente selección de
vinos, buena combinación de sabores, una carta equilibrada para todos los
gustos y mucha ilusión son las dosis exactas que avalan los logros conseguidos
por Sushic.
Una inigualable explosión de sabores japoneses
con un toque personal que hace furor en la capital lisboeta. Si eres amante de
la gastronomía, si te gustan que te sorprendan, si aprecias el valor de
combinaciones originales aquí tienes una parada obligada para cenar. Te
gustará.
Ha
sido una imborrable experiencia cenar en Sushic. "Obrigado, arigató".
Quiero finalmente ratificar, avalándolo con mi experiencia,
uno de los titulares que leí sobre las sensaciones de un comensal sobre Sushic.
Decía simplemente: "Sencillamente genial". No es preciso escribir más.
Enhorabuena.
"Parabens" a este gran equipo de profesionales capitaneado por su propietario Hugo Ribeiro. No es de extrañar que tantos
portugueses tengan este restaurante como una referencia para cenar los fines de
semana.
Web: www.sushic.pt
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