martes, 21 de enero de 2014

Por tierras de Torre do Frade

 

            
    Si no recuerdo mal, era 13 de diciembre de 2013
  Mi amigo Joâo Simoes, "alma mater" del Hotel Santa Luzia de Elvas (https://www.slhotel-elvas.pt/), antigua Pousada de la ciudad, organizaba un "Jantar Vínico" para presentar los vinos de Torre do Frade (www.torredofrade.pt). 
    Acudo con otro gran amigo, Francisco Sauco, presidente de la Academia Extremeña de Gastronomía. La velada resultó perfecta. Buen anfitrión, magnífico restaurante, excelente comida y extraordinarios vinos.


   

         
    Canapés variados, bacalao dorado, jabalí con castañas y aceitunas negras, cabrito con patatas asadas al horno, lomo de ternera alentejana al horno, membrillo gratinado y pudin del pan al estilo del convento de Nuestra Señora de la Concepción de Elvas. 
   Para regar estos platos nos ofrecen varias referencias de esta prestigiosa bodega. Concretamente, Virgo blanco 2012, Virgo tinto 2010, Virgo tinto 2011, Torre do Frade  Reserva 2007, Torre do Frade Reserva 2008 y Auditoría Tinto 2011. Un lujo.


 

             
     Da tiempo para compartir conversación con muchos invitados. 
   Algunos los conozco por primera vez. Otros, por el contrario, no. Entre éstos se encuentra Joâo Alves e Almeida, director del semanario portugués Linhas de Elvas. Un periódico que es la voz escrita, si se me permite la expresión, de cuanto sucede en esta parte del Alentejo. 




   Menudo mérito, en estos tiempos tan difíciles para el periodismo, conseguir mantenerse a pesar de las adversidades económicas que sufre el país. Es de justicia reconocer el trabajo de Joâo y los profesionales que conforman "Linhas" (www.linhasdeelvas.net).



            
   Será al final de la cena, en los postres, cuando conozco a Diogo Bagulho Albino, miembro de esta familia de agricultores/ganaderos, últimamente embarcados en temas enológicos. 
    Me presenta a su padre D. Fernando, hombre al que le gusta conversar y más si es sobre su tierra alentejana. 
    Es agricultor, ganadero, viticultor, abogado, viajero y no sé cuantas cosas más. Persona vitalista y muy alegre. De las que da la sensación de conseguir lo que se propone. Incluso, según he leído, ha sido piloto de coches. Entre otros muchos cargos, actualmente ostenta la presidencia del Consejo Administrador de Carne Alentejana.
    Hablamos de lo divino y de lo humano, sin parar. 
   Antes de acabar la cena Fernando nos invita a conocer la finca de la familia. Aceptamos gustosos. 
   Se encuentra en la localidad de Santo Aleixo, en Monforte. A unos 25 kilómetros de Elvas.
   La fecha acordada es el 9 de enero de 2014. Recién comenzado el nuevo año. Quedamos en la estación de servicio de este pueblo para dejar allí el coche y desplazarnos posteriormente en un vehículo más apropiado. 
   En esta ocasión, junto a Francisco Sauco, nos acompaña Juan Pedro Plaza, secretario de la Academia de Gastronomía extremeña y un enamorado de la cocina tradicional portuguesa. También nos espera allí Joâo Simoes. 
     Un honor estar rodeado de tantos amigos.



            
    Amaneció un día espléndido para ir al campo. Aunque el sol es fuerte, no hace mucho calor. Fantástico si queremos caminar por estos parajes. Quizás demasiada luz para hacer fotografías, por poner algún pero.

 

            
    La explotación agrícola es de grandes dimensiones, algo bastante común en esta región de Portugal. Varios miles de hectáreas dan para mucho. Viñedos, ganado, cereal, dehesas... Fernando y sus hijos nos van desgranado el trabajo que hay en estas tierras.


 
            
    Paramos en un precioso mirador para hacernos una idea de algunos de estos cultivos. Desde aquí se ven viñedos (en espaldera y muy bien cuidados, por cierto), encinas y bastante labor de secano. Al fondo, se aprecia perfectamente un "barragem" (embalse construido para retener agua). La finca, me dicen, no tiene mucha y se hace preciso tener estas grandes "charcas".

 

            
    El ganado vacuno es el predominante. Esta carne alentejana es famosa y reconocida más allá de las fronteras del país. La exportan a Brasil, Angola, Alemania, Francia...  

 

      
             
      Es bonito ver a las vacas pastando libremente en estas tierras. 
   Hacemos una segunda parada. En esta ocasión, para conocer una fantástica bodega horadada en la roca y más que centenariaPor unos momentos tenía la sensación de encontrarme en algunas bodegas de Haro. Es el particular tesoro vitivinícola de Torre do Frade. La recorremos tranquilamente mientras escuchamos atentos las explicaciones que nos dan sobre cuándo y cómo se construyó.

 


 
  
    Va siendo la hora de comer y emprendemos camino al cortijo. Una gran puerta de entrada, con aires defensivos, nos recibe. Allí nos espera la matriarca de la familia (Dª. María Luisa). Una encantadora señora con la que disfrutamos de sus habilidades culinarias. 
    La selección de postres que nos tenía guardada para el final fue sobresaliente. Todos elaborados por ella. Extraordinaria reportera y mejor anfitriona.

 


            
    Tras una abundante selección de entrantes y petiscos, llega el plato principal. Será la primera vez que pruebe una "fondue" de estas características. Ternera alentejana que prepararemos "cocida" en vino Torre do Frade. Me gusta esta combinación. Conocía la "fondue" de queso y de chocolate, pero no la de vino.

 

 


           
    Todo ello  acompañado con tintos reservas de esta bodega del 2006, 2007 y 2008.
    Ha sido un día memorable. No lo olvidaremos. Hemos conocido esta gran "herdade", su trabajo, la dedicación de varias generaciones y, sobre todo, hemos compartido buenos momentos con una familia encantadora (María Luisa, Fernando, Diego, Gonzalo y Bernardo). No se puede pedir más.
    Te animo desde aquí a que conozcas su web (www.torredofrade.pt) y disfrutes de sus vinos y sus carnes.



             
    No podía faltar, como es lógico, nuestra particular foto de familia para recordar ese estupendo día.



            
    Antes de finalizar quiero comentarte un bonito proyecto que aúna vino y arte
    Torre do Frade ofrece la posibilidad de personalizar cada botella para que se única, diferente e inimitable. ¿Cómo?. Reproduciendo con la técnica de la acuarela lo que el cliente desee: un retrato, un paisaje, una ilustración, una caricatura..... Cada botella está pintada a mano, sin impresión digital.
    Como curiosidad, D. Fernando y Dª María Luisa nos enseñaron los retratos de todos sus nietos en diferentes botellas. Bonito detalle.

 








 




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