martes, 15 de enero de 2013

Por "la Laurel" de pinchos


                 Decir "calle Laurel" y decir "salir de pinchos" es una reiteración. Dos términos, casi sinónimos, que engloban una forma de entender la vida en Logroño. Esta emblemática calle, y  otras aledañas, en pleno casco histórico de la capital riojana, a dos pasos de la céntrico paseo del Espolón, conforman un entorno urbano cuya vista es obligada.
              Un verdadero recorrido gastronómico en el que cada bar parece rivalizar en la originalidad de sus creaciones y donde se marida la secular tradición de la cocina riojana con modernas elaboraciones dignas del mejor de los cocineros.
               La gama de estos "bocados de arte efímero", como fue en alguna ocasión calificado el concepto gastronómico de la tapa, es tan amplia que resulta imposible abarcarla en unos pocos renglones. Para muestra estos nombres: champiñones a la brasa rellenos de gambas, carrillera de ternera al vino de Rioja con aromas de chocolate y vainilla, bacalao y langostinos en tempura sobre salsa de calabacín, pelotillas picantes de pimientos rellenos, tigres caseros, morritos calientes, pimientos del piquillo rellenos de manitas de cerdo, tosta de pan con bacalao rebozado, tosta de pan con huevo frito acompañado de pimientos y chorizo frito, media luna de revuelto de champinón, minisanjacobos de ibérico, banderillas (con pepinillos, anchoas, aceitunas y gindillas verdes), espárragos en tempura con salsa de boletus y jamón ibérico, tortilla de patatas, pulgas de pinchos morunos, tostas de ahumados, pulgas de pimientos y boquerones en vinagre, patatas bravas, patatas a la riojana, brocheta de pavo...... Todo ello junto a otros curiosos nombres como matrimonio, zapatillas o valentinos.


            Ahora bien, tan famosas son estas tapas como los locales donde se sirven: Blanco y Negro, Lorenzo, Soriano, Charly, Pata Negra, Jubera, la Casita, Villa Rica, el soldado de Tudelilla, etc, son algunos de ellos. Una sucesión, casi interminable, de tapas en las más diversas de las presentaciones aglutinan a vecinos y foráneos para acompañar, como no puede ser de otra manera, una copa de Rioja. Una calle que, al fin y al cabo, se ha convertido en lugar de encuentro de los logroñeses.


               Logroño se alzó, entre varias ciudades candidatas, con el título de "Capital Española de la Gastronomía" en su primera edición del año 2012. La Federación Española de Hostelería (FEHR) y la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo (FEPET) otorgaron este galardón a La Rioja-Logroño "por ser la región que más ha destacado en la promoción de la gastronomía como destino turístico". Sin lugar a dudas, "la Laurel" (como se le llama comunmente) es parte importante de ese logro.
              Curiosamente, esta popular y transitada calle de tapeo, junto a sus vecinas, son también bautizadas como "la senda de los elefantes". Quizás no sea preciso explicar las evidentes razones.
               Quiero recodarte que la calle Laurel son también restaurantes, y muy buenos, conformando, junto a los bares, una armónica oferta de dia y de noche en la capital riojana.
El sabor y el olor de estas tapas es imposible que te lo pueda describir, pero estas fotografías seguramente te harán la boca agua. Si vienes por estas tierras descubre, degusta y disfruta La Laurel.


              ¿Sabías, por ejemplo, que todos los jueves existe el denominado "pinchato"?. Se trata de una oferta en la que un pincho más un chato de vino esos días de la semana los puedes encontrar por sólo 2 euros.
             Te dejo la web oficial donde obtendrás todo tipo de información: http://callelaurel.org . Aquí descubrirás una completa relación de bares, restaurantes, guia de pinchos y platos, buscador de tapas, noticias y ofertas.
              Te puedo asegurar que cada vez que recorro "la Laurel", disfruto como si fuera el primer día. por cierto, los precios son muy asequibles.


            Al conocido eslogan publicitario: "La Rioja Apetece" añadiría unas palabras: " y mucho".

 

1 comentario:

  1. ¡Ay ese champi de El Soriano! Esta estupenda crónica me ha hecho recordar cuando paseaba mi trompa por la senda de los elefantes.

    ResponderEliminar