lunes, 22 de octubre de 2012

Un paseo entre canteras de mármol

 
    
    Son las tres de la tarde. Acabo de comer. Tengo ganas de coger el coche y "andar" unos kilómetros. Vivo en Badajoz, junto a la frontera portuguesa.
    He recorrido infinidad de veces el Alentejo, pero hoy deseo -no sé la razón- fotografiar una pequeña carretera que comunica Borba y Vila Viçosa.




    
    Para mí, es el ejemplo más palpable de lo que se conoce turísticamente, aunque obviamente abarca otras ciudades cercanas (Estremoz o Alandroal, entre otras) como "la ruta del mármol portuguesa". 



    
   Menos de ocho kilómetros de una carretera empedrada y estrecha que puede presumir, a pesar de su lamentable estado de conservación, de dos alicientes. Por un lado, su destino final es la bella e histórica localidad de Vila Viçosa (tan relacionada con la Casa de Bragança) y, por otro, la curiosidad de estar jalonada, a ambos lados, por innumerables canteras de mármol.

 
 
    
    Estoy relativamente cerca de casa, apenas sesenta kilómetros. Llego pues en un abrir y cerrar de ojos. La luz de esta entrañable tarde es buena y el tráfico escaso.
  Tomo mi cámara y me dedico a inmortalizar esas montañas artificiales que se han ido levantando durante décadas con los restos de mármol que, dicen, ya no tienen utilidad. Aunque, para ser más exacto, suelen emplearse, entre otras posibilidades, para "adoquinar" las famosas "calzadas portuguesas" de nuestro país vecino.

 
   
 
    
  Entro en una de esas canteras, llamada Marmetal (Mármores e Materiais de Construçâo, S.A.), y pido autorización para visitarla. 
    Sin problemas. Tras un pequeño y didáctico recorrido, no puedo dejar de preguntar por ese inmenso boquete en la tierra. Una gran cantera a cielo abierto. 
    Me indican que tiene en torno a los ochenta metros de profundidad. Las hay, recuerdan, mayores, cercanas a los cien metros. 
   Aquí extraen este preciado material tan reconocido internacionalmente. Atento a las explicaciones que me dan, no dejan de repetirme que, aunque el mármol alentejano es de una calidad enorme y contrastada, la crisis también está haciendo de las suyas en el sector. 







    La sucesión de distintas empresas, en uno y otro largo de la carretera, es grande. El negocio lo permite, aunque en el pasado, no dejan de recordármelo, era más rentable. 




    Es verdad que se exporta a todos los rincones del mundo, pero -me siguen asegurando- esto ya no es lo que era. A pesar de ello, sí aprecio grandes bloques, y no son pocos, que ya tienen su destino. Algunos para palacios de países del Golfo Pérsico.

 
 
    
    Ha sido una tarde entretenida. Lo he pasado bien. He aprendido algo más de este mundo tan desconocido para mí y he acabado la jornada fotográfica, como no podría ser de otra forma, dando una vuelta y tomándome mi preceptivo "descafeinado pingado" en Vila Viçosa. Quizás uno de los mejores lugares para apreciar la belleza y el arte realizado por el hombre con un material tan noble como el mármol.

 
  

    Como os podéis imaginar, no es la primera vez que recorro esta carretera. "Salpico" pues este post también con fotografías de otras visitas anteriores por esta carretera.
    En fin, un día redondo
    Por cierto, ¿sabías que se está estudiando la posibilidad de utilizar esas canteras, debido a su excepcional acústica, para conciertos?. Menudo escenario.

 
 
   
    El mármol está presente por todos lados en la vida de los habitantes de estos pueblos. No sólo en la decoración de casas, sino en muchos espacios urbanos (aceras, calles, plazas, fuentes, esculturas y rotondas). 
    Camino de Badajoz, paro en Borba donde fotografío dos ejemplos de lo que os he mencionado. 
    El primero, es una escultura moderna de un corazón. El segundo, hace referencia a uno de los emblemas de esta localidad: "A Fonte das Bicas". Una centenaria fuente con una preciosa historia que fue declarada en 1910 Monumento Nacional.




    
    Años más tarde, en Radio Cope Sierra Norte, hablando en el programa "A todo Sábado", dirigido por el periodista Emi Caro, dedicaba unos minutos al Alentejo, donde, entre otros cosas, ponía especial atención en esta Ruta del Mármol. 
    Os dejo el enlace: 





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