Arequipa, la segunda ciudad en importancia económica de Perú, tiene algo que la hace distinta a cualquier otra urbe de este precioso y fascinante país.
Recorrerla es admirar una ingente cantidad de monumentos realizados, en su mayoría, con sillar de piedra blanca volcánica.
Por esta razón, es también conocida mundialmente como “la ciudad blanca”.
El itinerario por esta capital trascurrirá a través de preciosas calles de estilo colonial español. Nos permitirá descubrir multitud de monumentos como, entre otros, la Plaza de Armas (corazón de la ciudad), la iglesia de la compañía de Jesús, el monasterio de Santa Catalina (cuya visita es casi obligada por la inmensa riqueza arquitectónica, pictórica y escultórica que atesora), el templo y monasterio de Santa Teresa, el complejo de San Francisco, la catedral, las iglesias de Santa Rosa, Santo Domingo, la Merced o San Agustín.
Pero, además de la obra arquitectónica realizada por el ser humano, no podemos olvidar el fascinante entorno donde se levanta la ciudad.
Estamos rodeados por volcanes. Tres son los que circundan la ciudad: los llamados Misti, Pichupichu y Chachani (éste último supera los 6.075 metros de altura).
El más espectacular es, en mi opinión por su cercanía, el Misti. Con sus majestuosos 5.500 metros -visible desde cualquier ángulo- parece custodiar solemne, y conocedor de su poder, la blanca ciudad. Se puede decir, sin temor a equivocarnos, que entre la ciudad de Arequipa y el Misti existe un “particular matrimonio” de por vida al recorrer caminos indisolublemente unidos.
Un recomendación: sentarse tranquilamente a comer en alguno de los restaurantes de su Plaza de Armas y dejar que nuestros ojos se fijen en la multitud de episodios que se suceden en la vida de esta ciudad. Estamos en el epicentro, en el corazón de Arequipa.
Ir a conocer Arequipa es también disfrutar de la belleza que la naturaleza de sus alrededores. Por ejemplo, el famosísimo Cañón del Colca. Un impresionante desfiladero donde podremos disfrutar del majestuoso vuelo del cóndor.
Otra bonita posibilidad, si nuestras fuerzas nos lo permiten, es contratar excursiones para ascender al Misti (siempre con la compañía de un guía). Eso sí, hay que estar en forma.
En definitiva, una ciudad francamente recomendable donde disfrutaremos del espectáculo de estar cercano a volcanes, de una ciudad con historia y de una gastronomía que hará las delicias de los paladares más exquisitos (por ejemplo, un delicioso rocoto relleno).
En definitiva, una ciudad francamente recomendable donde disfrutaremos del espectáculo de estar cercano a volcanes, de una ciudad con historia y de una gastronomía que hará las delicias de los paladares más exquisitos (por ejemplo, un delicioso rocoto relleno).
Este gran polo industrial, económico y poblacional del sur del país (relativamente cercano a la frontera de Chile), presume –con razón- de tener una bonita ciudad, de bellas calles adoquinadas y de preciosos soportales donde el paso de la historia y la mezcla de culturas han sabido darle un encanto especial.
Una web recomendable: http://www.helloarequipa.com/
Una web recomendable: http://www.helloarequipa.com/
Anteriormente os hablaba de probar un buen rocoto relleno. Se trata de un fruto picante parecido a un pimiento rojo que es una de las señas de identidad de la cocina arequipeña. Ciertamente delicioso. Créanme.
Os dejo un enlace donde viene perfectamente detallada la receta de esta elaboración, así como algo de la historia de tan singular plato:
También puedes probar un cuy (un roedor cuya carne tiene muy poca grasa) y beber una Inca Kola (una bebida gaseosa típicamente peruana, color amarillo dorado y muy dulce, que tiene entre sus ingredientes hierba luisa)
No queda más que recomendaros que, cuando estéis en Arequipa, os intereséis por la historia de un extremeño, natural de Plasencia, llamado Garcí Manuel de Carbajal (emisario del también extremeño Francisco Pizarro), quien -según afirma la historia- fue el fundador de la ciudad, en agosto de 1540, con el nombre de "La Villa Hermosa de Arequipa". Dicen también que señaló con una cruz un amplio terreno (lo que hoy es la plaza de Armas) para que allí se construyera la catedral.
Este video que seguidamente os cuelgo en este post, de casi tres minutos, explica perfectamente aquella fundación.
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