lunes, 25 de julio de 2011

Hotel Casa Palacio Conde de la Corte, único

  Hay momentos, sensaciones y experiencias en la vida que, afortunadamente, no se olvidan. Un detalle, un lugar, una vivencia o una ciudad reaparecen en nuestra memoria con la alegría del gusto por lo vivido. 
   Pues bien, esas gratísimas emociones aflorarán, con seguridad, tras alojarnos en este bellísimo palacio situado en la localidad extremeña de Zafra.


   

     
    De pocas habitaciones, resulta curioso que éstas, espléndidamente decoradas y cada una de forma diferente, tienen el nombre de prestigiosas ganaderías. Y es que entre estas paredes aún rezuma la historia de antiguas reuniones y charlas en torno al mundo del toro bravo. Este dato es esencial y se convierte en un indiscutible argumento decorativo del hotel.




   Sus suites y el resto de las habitaciones saben sumergirnos en un ambiente único, y sin parangón, en el que el huésped apreciará en cada minuto y en cada instante todo lo que le envuelve.





    Quizás un importante dato nos dé el argumento determinante para hacernos una idea: en el 2007 fue galardonado por Condé Nast Johansens como uno de los mejores hoteles relación calidad-precio de Europa.





           
    Dice uno de sus elaborados folletos publicitarios lo siguiente: “El edificio tiene el regusto aristocrático de un palacio y la estructura de una casa. Cercana para poder disfrutarla y lejana para poder desearla”. 




    Hay mucho de cierto en estas palabras donde el huésped, rodeado de unos muros con historia y sabor propio, se siente, a la vez, como en casa. Posiblemente el mejor elogio que se pueda decir de un alojamiento.




    Si a todo ello le unimos que nos encontramos en Zafra, una de las más bellas localidades del sur de Extremadura, hemos encontrado el lugar y el escenario perfecto para pasar un increíble fin de semana.
    Así pues, sólo nos queda coger el teléfono, llamar al 924 563 311, o mirar la web (http://www.condelacorte.com/) y reservar. Seguro que me lo agradecerás.
 

 
   
 


    Finalizo recordando que estos párrafos fueron escritos para una reseña en la edición escrita del diario LA RAZÓN, publicada el 7 de diciembre de 2008. 




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